El defensor central Valentín Gómez volvió a entrenar en la Villa Olímpica de Vélez en Ituzaingó luego de su transferencia frustrada al Udinese de la Serie A de Italia. Pero a pesar de haber retornado al club y tener contrato hasta diciembre de 2026, Gómez exige ser vendido a Europa en este mercado de pases.

El deseo del zaguero corre con una desventaja: son pocas las ligas de ese continente aún están en el periodo de traspasos. Además, Vélez pretende cobrar la mayor parte de la transferencia en efectivo, por un valor no menor a los diez millones de dólares. 

Luego de que el club ganara el título de la Liga Profesional, el magnate estadounidense Foster Gillett dijo que estaba dispuesto a ejecutar la clausula de rescisión de Gómez para colocarlo en el Udinese de Italia. Pero el pago de diez millones y medio de dólares jamás se hizo efectivo. No obstante lo cual, el defensor viajó en enero para entrenarse por su cuenta a la espera de que la operación finalmente se concretara.

Como eso no sucedió, Vélez no autorizó a Gómez a practicar con el Udinese y el sábado pasado el pase se terminó cayendo al vencer todos los plazos. Gómez está en condiciones de volver a jugar, pero pretende salir del club a la brevedad posible.