La premura del Gobierno de Javier Milei por cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le de divisas frescas tiene una razón central: las arcas oficiales están perdiendo fuerte reservas y fondos en tratar de controlar el dólar, mantenerlo barato y así evitar una disparada inflacionaria. De hecho, el viernes último, el ministro de Hacienda, Luis Caputo, quemó 600 millones de dólares a tales fines y encendió todas las alertas de los mercados y hasta obligó al Gobierno a pedirle un mensaje público de calma al FMI. 

En los números generales, la intervención oficial, directa o indirecta, bate recórds: en solo un año, el funcionario de Milei ya se gastó más del doble de dólares que los ex ministros Martín Guzmán y Sergio Massa para intervenir la brecha cambiaria. Naturalmente, los antecesores de Caputo estuvieron en el cargo mucho más tiempo y, en el caso de Guzmán, en momentos de menos volatilidad y con crecimiento económico. 

Los datos duros reflejan que, sin contar enero, Caputo usó 21.600 millones de dólares para intervenir el dólar, superando a los más de 10 mil millones que usaron, en cojunto, Massa y Guzmán. Del total de lo rematado por Caputo, más de 17 mil de los cuales son dólar Blend. Vale decir que si bien el Gobierno no es afecto a calcularlo como intervención, el Blend es la vía principal de intervención indirecta del tipo de cambio. La referencia es para 20 por ciento de las liquidaciones de exportaciones del agro que se hacen al Contado con Liquidación. 

El cálculo de la consultora Eco Go agrega que en el primer mes de este año, la intervención se intensificó: se usaron más de 940 millones de dólares de las reservas del Banco Central y unos 1200 millones de dólares del Blend del agro. En el calculo de la consultora de Marina Dal Pogetto se incluye, también, el volúmen de dólares que ingresan por turismo, que se pagan a dólar financiero. 

Massa y Guzmán

Martín Guzmán fue ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández hasta junio del 2022. Hasta esa fecha, según los datos de Eco Go, utilizó 2766 millones de dólares para intervenir la brecha. El periodo en el que fue funcionario, casi toda la post pandemia, mostró además un nivel de crecimiento mucho mayor al actual y una inflación menor si se mide en cuanto al ritmo del PBI. 

Guzmán salió del Gobierno en el medio de las tensiones por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Luego de varios idas y vueltas y el interinato de Silvina Batakis, asumió el cargo Sergio Massa, que debió afrontar el año y medio de gestión no sólo con elecciones presidenciales mediante y siendo candidato, sino con un imponderable que derribó cualquier previsión: el golpe de la sequía. 

Asi es que Eco Go mide para el período que va entre junio del 2022 y septiembre del 2023 unos 7619 millones de dólares usados por Massa para calmar el dólar. Vale decir que hacia el final de su gestión, logró una inyección de 5000 millones de dólares del FMI. En este escenario, el gasto que viene haciendo Caputo es preocupante no sólo por el ritmo, sino porque la balanza turística receptiva es muy deficitaria, la emisiva se lleva divisas, la plata de blanqueo se evaporó y el Fondo es la última opción para la intención número uno del Gobierno: llegar a las elecciones con dólares para mantener el precio barato y que la inflación no se desate. 

El Fondo, último recurso

Mientras la sangría de dólares opera, el Gobierno apura el acuerdo con el FMI. Es que, en el hipotético caso de que se dieran sus predicciones económicas, no sólo precisaría dólares frescos para contener la brecha, sino también para pagar importaciones. El Gobierno insiste en que la economía crecerá este año un 5 por ciento, por eso precisa divisas en volúmen

El asunto allí es que aparece la pulseada entre el Fondo y el Gobierno por el tipo de cambio: el organismo cree que el tipo de cambio está atrasado y no quiere que Milei y Caputo se gasten la plata del préstamo para parar la cotización y evitar un inflacionazo, la única parte del relato libertario que se sostiene firme

Hace unas horas, lo puso en palabras un economista que acompañó a Milei con su voto pero que es crítico de la estrategia de congelar el precio. Christian Butteler explicó en su cuenta de X que "el día que se eliminen las restricciones cambiarias, seguramente el dólar suba. Eso impactará en los precios acelerando nuevamente la inflación. Pero eso no pasará por sacar el cepo, sino por haber atrasado el tipo de cambio durante estos meses". Además, Butteler agregó que "si cada vez que se pide tipo de cambio libre responden que no van a devaluar, implícitamente están reconociendo que atrasaron artificialmente el tipo de cambio". 

Si bien es cierto que los gobiernos anteriores también usaron dólares de la caja para tratar de calmar corridas cambiarias, la práctica de Caputo obliga al Gobierno libertario -que además está en un ajuste inédito- a rematar dólares en exceso con el objetivo de llegar bien a las elecciones. Es lo que el Fondo dice y la discusión central, casi una trampa: si el gobierno quiere más dólares, tiene que devaluar, si lo hace, pierde la meta inflacionaria en año electora. Hasta ese punto llegó el Gobierno en solitario, por las propias, y hoy se le complica la escena.