En respuesta a la crisis en el sector yerbatero, cooperativas de alimentos y organizaciones sociales realizaron este fin de semana un yerbatazo en la plaza del Congreso y puntos de venta para visibilizar la situación de 13.500 productores y 15.000 familias que dependen directamente de esta actividad. La importación de yerba mate sin elaborar y la desregulación de precios y de las zonas de cultivo constituyen un grave problema para el sector, que a partir del desmantelamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) no tiene quien equilibre la oferta con la demanda de la materia prima. De cara a la zafra gruesa de invierno, el Gobierno solo complica las cosas.
La organización Liberación nacional, popular y revolucionaria y la Empresa Cooperativa de Alimento Soberano (ECAS) realizaron un yerbatazo en la plaza del Congreso y los puntos de venta de la cooperativa, ofreciendo el kilo de yerba a 1.000 pesos para visibilizar la crisis en el sector y en apoyo a los tarferos y productores de Misiones. Muchos de ellos trabajan en condiciones de subsistencia desde que el Estado abandonó su rol de mediador.
“Hay una economía regional en juego, 15.000 familias de productores en juego y el Gobierno especula con abrir las importaciones en vez de cuidar a los trabajadores de nuestro país”, sostiene Juan Pablo Della Villa, integrante del espacio Liberación. “La acción que motorizamos tiene la intención de debatir el problema, defender el INYM y el trabajo y arraigo de los productores rurales: hay que producir más y mejor, no traer de afuera” sostiene el referente. El Yerbatazo continuará durante todo el fin de semana.
La desregulación de precios en el sector se impuso con el mega DNU 70/2023 sancionado a los pocos días de asumir el Gobierno de Javier Milei. Pero dadas las características estructurales del sector, con pequeños productores atomizados en una punta de la cadena, otros secadores que son menos (230 aproximadamente contra 12.000 pequeños productores) y la industria molinera y fraccionadora con apenas 105 jugadores, de los cuales los 10 primeros concentran el 73 por ciento de las ventas, impidieron que operase el mecanismo de la competencia. Más bien unos pocos industriales fijan el precio de la yerba canchada (sin elaborar) con una enorme disparidad entre ellos.
“Las Marías (empresa líder fabricante y fraccionadora de yerba) termina manejando la política de precios de la materia prima. Hay secaderos que pagan 160, otros 390. Hacen lo que quieren porque se desreguló el precio. Antes todas tenían que pagar lo mismo”, advirtió Cristian Castro, diputado provincial del Partido Agrario y Social (PAyS) a Página 12. El INYM era el encargado de mediar entre productores e industriales para que se alcanzara un precio justo. Y también junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, podía limitar la escala productiva, pero “ahora cualquiera puede plantar las hectáreas que quiera y con eso se perjudica a los productores más chicos”, agrega Castro.
En paralelo, los combustibles aumentaron, también los impuestos y otros insumos, mientras que el precio de la hoja verde está a la baja. Esto se da en un contexto de caída de la producción y aumento de las importaciones que propició el propio Gobierno: las compras de yerba mate canchada y molida (lista para empaquetar) provenientes de Paraguay y Brasil aumentaron un 80 por ciento en 2024 respecto a 2023, mientras que paradójicamente el precio del kilo de yerba en góndolas aumentó. Alguien se está apropiando de esa rentabilidad y no son los productores.
La yerba mate representa el 20 por ciento del producto bruto de Misiones, según datos de 2021 del Ministerio de Economía, de modo que la crisis impacta de lleno en la provincia. Para Carlos Biechteler, presidente de la cooperativa El Colono de Misiones “las cosas se hicieron mal: a principios del año pasado se dejó entrar mucha yerba del Paraguay y Brasil y eso tendría que haberse frenado, también el INYM debió haber controlado las plantaciones de las grandes empresas que plantaron miles de hectáreas siendo que había que plantar 5 hectáreas por productor, y la desregulación de precios”. Y agrega: “las grandes empresas que tienen un menor costo de producción y máquinas para cosechar la yerba compiten de manera desleal contra los pequeños productores, que hacemos todo en forma manual y tenemos el tarefero, además del estacionamiento en forma manual. Necesitamos un Gobierno presente tanto Nacional como Provincial”.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) “si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero sólo logra captar 4,5 por ciento del precio de venta en góndola en diciembre 2024, es decir, 3,6 puntos porcentuales menos que el promedio 2020-2023. Es el peor momento, desde 2019 del ratio entre el precio al productor y el precio de góndola por kilo”. Este combo se da de cara al mes de marzo que llega la zafra gruesa de invierno y muchos productores que operan en condiciones de subsistencia no definieron si van a producir, la zafra podría paralizarse y agravar el estado de situación.