Un homicidio y un par de balaceras fueron el saldo rojo del carnaval en la región Rosario. La contracara de un fin de semana largo que las autoridades celebraron por la afluencia de turistas que volvieron a elegir la ciudad como destino de una estadía corta. Pero en los bordes de la metropoli, el conteo de la violencia urbana continuó su marcha. Otra vez Villa Gobernador Gálvez fue el escenario de un crimen, el séptimo en lo que va de este primer tramo del año. Fuera de ello, hubo dos atentados a balazos entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, uno contra el domicilio de un policía de la Unidad Regional II, y otro contra la sede de un club de barrio, en zona sur. En ningún caso hubo que lamentar personas heridas. Además, la crónica roja se completó con un siniestro vial de consecuencias fatales, porque en el barrio Refinería un hombre murió al estrellar el auto que conducía contra una baranda.
Hacia las diez de la noche del lunes, Vladimir Joel Morato, de 20 años, salió de su casa en Villa Gobernador Gálvez, camino a encontrarse con amigos. Estos fueron los últimos en verlo con vida, y quienes le contarían luego a la policía que el muchacho les confió su intención de ir hasta la ribera villagalvense, a buscar la bicicleta que le habían robado esa misma tarde.
La versión oficial empezó con un llamado anónimo al 911. La primera patrulla de la Policía de Acción Táctica que arribó a la esquina de Lavalle y avenida La Ribera encontró el cuerpo malherido pero aún con vida de Morato, sobre la calle de tierra. El lugar es un arrabal empobrecido frente al río Paraná, a continuación de la planta frigorífica de Paladini.
Morato había protagonizado un entredicho con alguien del lugar al reclamar por su bicicleta. Y en esas circunstancias, pero todavía sin saber a ciencia cierta cómo, apareció un arma de fuego y un disparo a quemarropa directo al vientre del joven.
Una ambulancia arribó al lugar y trasladó al joven hasta el hospital Anselmo Gamen, donde agonizó hasta ayer a la mañana. Murió como consecuencia del disparo infligido.
El fiscal a cargo, Luis Schiappa Pietra, encomendó a agentes de Homicidios levantar testimonios en el lugar, y relevar las cámaras de videovigilancia más cercanas.
Los peritos forenses recogieron del lugar una vaina servida de calibre 14. La dueña de la casa en cuyo frente se desencadenó el altercado fatal y el posterior asesinato se manifestó ajena a los hechos. Dijo haber escuchado voces de jóvenes en la calle y el disparo. Hasta ayer, el fiscal no había ordenado detenciones y la investigación continuaba abierta.
Fue el homicidio nº 7 en Villa Gobernador Gálvez, en lo que va del año. En el departamento Rosario, los asesinatos suman 30 hasta ahora, una cifra menor a la de años anteriores pero que igual enciende alarmas en el Ministerio de Seguridad.
Por otra parte, la crónica policial reportó un joven baleado el lunes al anochecer en barrio Las Heras, a la salida de un supermercado. Desde el interior de un Peugeot 206 de color gris, partieron disparos contra el joven sorprendido por el ataque. Corrió una cuadra hasta Uriburu y Barcalá, a los gritos de auxilio y perseguido por un par de disparos. Uno de esos tiros le acertó en su pierna izquierda y lo derribó. Según declararía más tarde a la policía, del auto descendió un desconocido que le robó sus pertenencias y escapó.
La víctima fue internada en el hospital Roque Sáenz Peña, con la herida de bala pero fuera de peligro. En la fiscalía del área Flagrancia dejaron abierta la investigación, ante la sospecha de que el episodio tenga otro trasfondo diferente al del relato.
Por otra parte, se contaron entre la noche del domingo y el lunes dos balaceras, sin relación aparente entre sí. Una de ellas fue contra el domicilio de un policía, en el barrio Los Pumitas, el sector más pobre de Empalme Graneros. Ocurrió después de las 10 de la noche del domingo contra la casa situada en Juan B. Justo al 2500. Allí reside un oficial de la comisaría 2ª. No se informó si hubo mensaje mafioso como complemento de los 5 disparos que impactaron sin mayor consecuencia contra la fachada de la vivienda.
Horas después, resonaron otros balazos contra un complejo de canchas de fútbol en Olegario Andrade al 1900, sin consecuencias ni tampoco mensaje para descifrar el ataque.
Por último, el lunes de madrugada falleció el conductor de un Peugeot 207, al estrellarse contra una baranda metálica en Ingeniero Thedy y Salcedo, del barrio Refinería. Ocurrió alrededor de las 4.30 y en circunstancias no establecidas. El auto chocó y su conductor, cuya identidad no fue suministrada, murió en el acto, junto a una mujer que lo acompañaba y que sufrió traumatismos que obligaron su internación en el Hospital Clemente Alvarez.