“Un Estado republicano y democrático nos exige a todos el respeto a la diversidad y a las diferencias” se expresa en un comunicado conjunto emitido por el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) y la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen que preside el obispo Luis Antonio Soccozina, de la orden de los franciscanos y titular de la diócesis de Orán. ENDEPA, que cuenta con delegados de todas las diócesis católicas del país, se define como “un equipo eclesial católico, al servicio de los pueblos indígenas, con espíritu y búsqueda constante de una práctica ecuménica y de diálogo interreligioso”.

El documento es fruto de un encuentro realizado en Buenos Aires en los días precedentes por los dos organismos de la Iglesia Católica y del que participaron todos los obispos de la citada comisión episcopal, oportunidad en la que se analizó “la situación actual y cómo ésta repercute en la vida de los Pueblos Indígenas”.

A través de estos equipos la Iglesia Católica manifiesta su “profunda preocupación ante los discursos públicos, tanto de autoridades nacionales como provinciales, que promueven y normalizan un lenguaje violento, estigmatizante y discriminatorio contra los Pueblos Indígenas” dado que, afirman, “estas expresiones generan una sociedad cada vez más excluyente e individualista”.

Siguiendo con el razonamiento ENDEPA y los obispos de la pastoral aborigen subrayan que “el lenguaje y los discursos moldean las prácticas sociales”. En consecuencia, sigue expresando el documento, “la difamación, la subestimación y la violencia verbal, utilizadas por nuestras más altas autoridades para referirse a los Pueblos Indígenas, las disidencias, las mujeres, las personas con capacidades diferentes y los migrantes, afectan negativamente la convivencia democrática y los valores de solidaridad y justicia”. Se advierte además que lo anterior puede “derivar en acciones concretas, no solo desde un Estado que se desentiende de sus obligaciones, sino también desde un colectivo social que podría naturalizar la violencia y la discriminación”.

Por ese motivo los organismos católicos insisten en que “desde nuestra tarea y presencia territorial, reafirmamos la defensa de los Derechos de los Pueblos Indígenas, quienes han sido históricamente vulnerados y continúan sufriendo injusticias”. Y parafraseando la exhortación apostólica del papa Francisco titulada Querida Amazonia (2020)  reiteran que “el reconocimiento de los pueblos indígenas -con sus culturas, lenguas, tradiciones, derechos y espiritualidad- renueva el compromiso de la Iglesia con ellos y con la protección de la Casa Común”. Expresan además la “convicción de que el diálogo y la escucha respetuosa de todos los que conformamos nuestra Argentina multicultural y diversa son el camino para construir una sociedad más justa e inclusiva”.

Agregan que porque “creemos firmemente que la diversidad no debe dividirnos, sino enriquecernos, reafirmamos y sostenemos que los Pueblos Indígenas Preexisten, Existen y tienen Derechos”. Por lo mismo, afirman los obispos de la Pastoral Aborigen y ENDEPA, “los derechos garantizados en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales están plenamente vigentes y deben ser respetados y puestos en práctica, especialmente por quienes conducen nuestro Estado nacional y los provinciales”.

En el mismo documento se convoca “a los distintos sectores sociales, políticos y mediáticos a reflexionar sobre el impacto de nuestras expresiones y a comprometernos activamente en la construcción de un país más justo, inclusivo y respetuoso de todas las voces”.

Lo hacen apoyados en la “esperanza arraigada en Cristo” y entendiendo, como lo señala Francisco en su encíclica Fratelli Tutti, que “la esperanza es audaz, sabe mirar más allá de las comodidades personales, de las pequeñas seguridades que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna".

[email protected]