El presidente de Estados Unidos, Donald Trumpcalificó este viernes al Gobierno de su predecesor Joe Biden como el peor de la historia del país por su gestión del problema de la inmigración irregular y la inflación, en el primer discurso que dio en una sesión conjunta del Congreso desde que retomó la presidencia.

"Los cruces ilegales de la frontera llegaron a su punto más bajo de la historia", señaló Trump, para reafirmar su plan de deportaciones masivas que realiza desde que apenas volvió a la Casa Blanca. "Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones lograron en cuatro u ocho años. Y apenas estamos comenzando”, afirmó, entre abucheos de los demócratas y aplausos de los republicanos presentes en el recinto. También culpó a Biden del aumento de los precios de productos alimenticios como los huevos y que tratará revertir lo que considera como un gran daño económico.

También reiteró su posición en contra del colectivo LGBTI, al sostener que solo existen el género masculino y femenino. "Esta es la revolución del sentido común", indicó el mandatario republicano.

Plan de presupuesto

El discurso se produjo una semana después de que la Cámara de Representantes, bajo control de los republicanos, aprobara una propuesta de presupuesto de Trump que incluye recortes masivos de impuestos y de gastos para cumplir con la agenda del magnate. En concreto, el plan prevé un recorte de 4,5 billones de dólares en impuestos y de 2 billones en gastos presupuestarios. La propuesta continúa su proceso legislativo en el Senado, también bajo control republicano.

En ese marco, puertas adentro los cimientos de la administración tiemblan bajo la mano de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, quien ha recibido luz verde para reformar el gobierno federal cerrando agencias y despidiendo a funcionarios.

El Partido Demócrata acusó a Trump de traicionar a los estadounidenses con su propuesta de presupuesto, al considerar que los recortes serán devastadores para las comunidades de escasos recursos que dependen de programas sociales como Medicaid. El Partido también reprocha al mandatario por evadir al Congreso con las órdenes ejecutivas a través de las cuales está imponiendo su agenda de Gobierno.

Las políticas de Trump

Desde que comenzó su segundo mandato el 20 de enero, Trump dirigió gran parte de su atención con medidas en contra de la inmigración, como mayores controles en la frontera sur del país y la aprobación de Ley Laken Riley (la primera legislación que recibe su firma desde su regreso a la Casa Blanca), la cual permite la detención de inmigrantes indocumentados acusados de hurto y robo. El mandatario ha ordenado redadas y deportaciones masivas, incluso a la base militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba. Un grupo de 178 migrantes venezolanos fueron enviados en las últimas semanas ahí para luego ser repatriados a su país de origen.

Trump también firmó un decreto que establece el inglés como idioma oficial de Estados Unidos --pese a que en el último siglo numerosos proyectos de ley en ese sentido han fracasado-- y cerró la página web de la Casa Blanca en español. A esto se suma que regresó a la presidencia con planes expansionistas, proponiendo anexar Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá, además de cambiar el nombre del Golfo de México por "Golfo de América".

El millonario dice querer romper con la diplomacia del pasado que convirtió a Estados Unidos en el garante de la seguridad de las democracias occidentales desde 1945. Su nuevo estilo lo aplica a todos, sin importar que sean aliados, vecinos o adversarios. Canadá y México son sus socios en el acuerdo de libre comercio T-MEC, lo cual no impidió que les imponga aranceles de hasta el 25 por ciento a sus exportaciones. De poco sirvió que se esmeraran en complacer las exigencias del republicano en la lucha contra la migración ilegal y el tráfico de droga.

En el plano bélico, además de pausar la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania en su guerra con Rusia tras su cruce con su par Volodimir Zelenski, Trump lanzó la idea de que su país tome el control de la Franja de Gaza para reconstruirla tras el conflicto entre Israel y Hamas y convertirla en la "Riviera de Medio Oriente". Para ello, según su propuesta, los palestinos que la habitan deberían abandonar el territorio y migrar a Egipto y Jordania.