Donald Trump celebró en la noche del lunes su primer discurso en el Congreso —Senado y Cámara de Representantes— desde que regresó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero. Fiel a su estilo, Trump sacó pecho de su agenda ultra: alardeó de sus políticas contra la diversidad, la inclusión y la inmigración; al mismo tiempo defendió los aranceles y su posición respecto a Ucrania. "El país ha dejado de ser woke", sentenció el presidente de Estados Unidos a guisa de resumen.

En un discurso de algo más de hora y media que bien podría haber pasado por un mitin de campaña si no hubiera sido por la formalidad del escenario, Trump presumió de las órdenes ejecutivas que ha firmado en apenas seis semanas de mandato, y señaló al Congreso cómo debe implementar su agenda legislativa. "Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones logran en cuatro u ocho años, y solo estamos empezando", afirmó Trump.

El presidente estadounidense no eludió ningún asunto, aunque centró su discurso en la política nacional. "Estados Unidos ha vuelto", afirmó al principio de su discurso. Alardeó de su lucha contra la "ideología de género" y de haber sacado a "los hombres de las competiciones deportivas de mujeres". En este sentido, el presidente estadounidense ha pedido además al Congreso que criminalice las operaciones quirúrgicas para el cambio de sexo en menores de edad.

Aranceles y guerra comercial

Trump también reivindicó bajadas de impuestos "para todos" y defendió los aranceles que ha aplicado a otros países: "Otros países han usado los aranceles contra nosotros durante décadas y ahora es nuestro turno de comenzar a usarlos contra otros países", afirmó.

El presidente estadounidense dijo que los nuevos aranceles "tienen como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y eso está sucediendo, y sucederá bastante rápido", aunque reconoció que provocarán "algunas pequeñas perturbaciones". "No nos importan. No serán muchas", prometió.

En esta línea, admitió que "puede haber un pequeño período de ajuste" ante la aplicación de aranceles a los productos agrícolas extranjeros, por lo que ha pedido a los agricultores estadounidenses que tengan "paciencia conmigo otra vez".

Migración

En materia de inmigración, Trump pidió al poder legislativo fondos federales para completar "la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos".

Uno de los momentos más destacados del discurso fue cuando elogió el trabajo del multimillonario Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Trump prometió que, en sus esfuerzos para combatir la inflación, terminará "con el flagrante despilfarro del dinero de los contribuyentes".

"Para ello he creado el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que está dirigido por Elon Musk, que está presente esta noche en la galería", anunció el presidente, dando pie a que Musk se levantara de su asiento y recibiera gustoso la ovación de los republicanos.

Ucrania, Panamá y Groenlandia

Por lo que respecta a la agenda internacional, sobre la que, para sorpresa de algunos, pasó un poco por encima, Trump se mostró conciliador con Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania. Explicó que había recibido una carta del ucraniano en la que se decía dispuesto a negociar la paz con Rusia y a firmar el acuerdo sobre las tierras raras con Estados Unidos que se frustró tras su tensa reunión de la semana pasada en el Despacho Oval.

El mandatario reiteró ante el Congreso su voluntad de controlar el canal de Panamá y el archipiélago de Groenlandia: "De una forma u otra lo vamos a conseguir", amenazó.

"Mis compatriotas estadounidenses, prepárense para un futuro increíble porque la era dorada de Estados Unidos recién comienza. Será como nada que se haya visto antes. Gracias, Dios los bendiga y Dios bendiga a Estados Unidos", remató antes de ser ovacionado por la bancada republicana.