En el calendario internacional, dos fechas en el mes de marzo nos recuerdan la urgencia de enfrentar las violencias históricas y actuales que atraviesan a las comunidades afrodescendientes en todo el mundo: el 21 y el 25 de marzo. En Argentina, además, el 24 de marzo se conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. En este contexto la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR) organiza "Marzo antirracista", una serie de actividades a lo largo del mes, en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.
El 21 de marzo de 1960, la policía sudafricana disparó contra una manifestación pacífica en Sharpeville, asesinando a 69 personas. Protestaban contra las leyes del apartheid, un régimen de segregación racial impuesto por el Estado. En memoria de esta masacre, la ONU declaró la fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. El apartheid terminó por desmantelarse en 1993 pero el racismo no terminó con él, ni en Sudáfrica ni en el mundo. Hoy, en Argentina y en la región, las personas racializadas siguen enfrentando desigualdades en el acceso al trabajo, la vivienda y la educación, además de ser objetivo de la violencia estatal y de discursos de odio.
El 25 de marzo de 1807 se aprobó en el Reino Unido la Ley de abolición de la trata de esclavos, por lo que esa fecha fue elegida por la ONU como Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos. Durante más de cuatro siglos, millones de africanos fueron secuestrados y vendidos como mercancía para sostener el desarrollo económico de Europa y su expansión colonial en las Américas y el Caribe. El Virreinato del Río de la Plata y luego Argentina no fueron una excepción: la población afrodescendiente sostuvo la economía del país, construyó ciudades, labró la tierra, luchó contra las invasiones inglesas y hasta gestó nuestra independencia.
Por su parte, el 24 de marzo, día que recuerda el inicio de la última dictadura cívico-militar en Argentina, se ha convertido en una efeméride que convoca a diversos sectores en defensa de la democracia. En este marco, se configura un mes clave para la reflexión sobre la memoria, el racismo y los desafíos actuales del país. Por eso DIAFAR propone una serie de actividades todos los viernes de marzo.
La primera será el 7 de marzo, en la previa del Día Internacional de la Mujer, a las 18 hs en el Club Social y Deportivo "La Cultura del Barrio". Se proyectará el documental Libertad a Ángela y todos los presos políticos, sobre la persecución que sufrió Angela Davis en la década del 70 en Estados Unidos.
El viernes 14, en Espacio Malcolm , se realizará un conversatorio sobre antirracismo y antifascismo organizado en Argentina, también a las 18 hs.
El viernes 21, la actividad se traslada a la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), donde se llevará adelante las III Jornadas de Memoria, Racismo y Discursos de Odio, impulsada por el Núcleo de Estudios sobre Racismo y Desigualdades de la UMET y con el apoyo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Contará con la participación de destacadas personalidades y especialistas.
Finalmente, el viernes 28, en Espacio Malcolm, se dictará un seminario intensivo sobre racismo en la Argentina contemporánea. Esta actividad, que también comenzará a las 18 hs, tendrá cupos limitados y se entregará certificado de asistencia.
Recordar las fechas que nos propone marzo es un acto político. El racismo no es un problema del pasado: persiste en los desalojos de comunidades en el sur, en la criminalización de las juventudes en las ciudades y en una estructura económica desigual que condena a la pobreza a las mayorías populares. Marzo nos interpela, porque la memoria no es sólo recuerdo, es resistencia en el presente.
El ciclo de actividades comienza este mismo viernes 7 de marzo con un cine-debate especial en la antesala del 8M – Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. A las 18 hs, en el Club Social y Deportivo "La Cultura del Barrio", se proyectará el documental Libertad a Ángela y todos los presos políticos, que aborda la persecución sufrida por Angela Davis en la década del 70 en Estados Unidos. La actividad propone un espacio de reflexión sobre las violencias históricas y actuales que atraviesan las comunidades afrodescendientes, con un enfoque particular en las mujeres negras.
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