En medio del apuro oficial por mostrar avances en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que se está trabajando pero admitió que "todavía no está cerrado". En su habitual conferencia de prensa, el funcionario aclaró que "se apunta para el primer cuatrimestre" del 2025 como fecha de culminación. Todo esto se da, además, cuando crece la polémica por la idea del Gobierno de Javier Milei de mandar a testear al Congreso sólo una parte del pacto, ocultando detalles sensibles que, por ley, no debería dejar de mostrar.
De todas formas, Adorni consideró que el posible acuerdo con el organismo internacional "va a implicar la recapitalización del Banco Central (BCRA)" y afirmó que "no va a inferir que aumente la deuda", en línea con el presidente Javier Milei y la explicación que realizó en la apertura de sesiones del Congreso.
Asimismo, en cuanto al cepo, Adorni indicó que el nuevo acuerdo no implicará que se levante, sino que se va a levantar "cuando las condiciones estén dadas". "Cuando haya detalles se los daremos, si no se los damos es porque efectivamente todavía no está cerrado", concluyó el vocero.
Estas definiciones que da el funcionario nacional tienen que ver con la idea del Gobierno de instalar que el acuerdo no es deuda nueva, algo que será rechazado en el Parlamento y que es criticado hasta por los especialistas.
El ex encargado del FMI para el Hemisferio Occidental, Claudio Loser, precisó en declaraciones radiales que "el Presidente dijo que el préstamo del FMI no es deuda nueva, pero eso no es cierto. Se considera al Banco Central junto con el Gobierno, y si el Fondo le da plata, es más deuda. Lo que le debe el Gobierno al BCRA, en una visión realista, es deuda interna entre los dos".
Ocultamiento de datos
El Gobierno, en este escenario, ha decido plantarse en un argumento que es que no es deuda. Pero también se monta en la estrategia de no mostrar detalles completos del acuerdo que se está negociando. Lo que filtró el Ministerio de Hacienda es que al Parlamento irán sólo aspectos técnicos de si el nuevo crédito es toma de deuda, pero se evitará comunicar detalles sensibles, más vinculados a política económica: entre ellos, si habrá fondos de libre disponibilidad, si el FMI pidió devaluación, cuándo se levantará el cepo cambiario, y demás asuntos.
Vale decir que rige desde que Martín Guzmán era ministro de Economía una ley que les exije a los gobiernos pasar por el Congreso cualquier tipo de deuda que quieran tomar los Estados. El artículo número 2 de esa norma, dice lo siguiente: "Dispónese que todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”.
En el caso del crédito que cerró por entonces Guzmán, se envió el proyecto completo, con adjuntos. Se adicionaron los memorandos de entendimiento, la parte de políticas financieras y todo ese material derivó en la ley que aprobó el Congreso. En aquel momento, se votaron de manera positiva las operaciones de crédito público comprendidas en el programa y Guzmán fue a ambas cámaras a explicar todos los detalles del acuerdo. Ese acuerdo no tenía puntos de reforma laboral ni tributaria. En el caso de Milei, desde Hacienda nadie detalla que es lo que podría cerrarse en esa materia.
Fuentes que conocen el paño explicaron a este diario que lo que el Congreso aprueba es el monto total de la deuda. Pero las políticas económicas, naturalmente, son del Poder Ejecutivo. "El asunto es que por cuestiones de transparencia sería lógico que anexaran los detalles para que la gente sepa que están acordando", aseguraron las mismas fuentes.
En este contexto de incertidumbre sobre el cierre del pacto, el viernes pasado el ministro de Economía, Luis Caputo, forzó una reunión virtual con la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath; a la cual le pidió algún gesto público de respaldo para cortar con la volatilidad de los mercados, ansiosos por ver cómo el Gobierno surfeará la ola del atrasado cambiario con reservas del BCRA en terreno negativo. En ese mensaje en X, Gopinath escribió que "se están logrando muy buenos avances en las negociaciones para un nuevo programa respaldado por el Fondo para seguir mejorando la estabilidad y el crecimiento en Argentina".