Cuando Maquiavelo recomendaba al príncipe que para gobernar había que hacerse amar y temer por el pueblo, estaba resumiendo la llave maestra de la legitimidad de cualquier gobierno. No se trata de usar la fuerza para ser temido ni de ser condescendiente con todos para ser amado. Al final coacción sin justificación colectiva y bondad sin firmeza en los temas de gobierno son pilares deleznables para
Trump, Milei y las lecciones de Maquiavelo
Un mundo brutal

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