El Pabellón 1 de la Cárcel de Coronda se convirtió desde el último sábado en el eje de un conflicto, donde se vivieron protestas, peleas e incendios que lograron visibilidad a través de teléfonos en manos de los mismos presos. Según relatan los internos, la queja es por la falta de agua y alimentos, así como por el maltrato de los "cobani", como denomina la jerga tumbera a los penitenciarios. El reclamo puertas adentro, derivó en la reacción de familiares de internos, que incluso quemaron gomas frente al presidio. La protesta intramuros sin embargo no pasó de aquel solo pabellón. Desde el Gobierno afirmaron que “los inconvenientes fueron superados” y que se hicieron reubicaciones de 120 internos.
En Coronda pareciera haber dos problemas principales: la superpoblación y por ende los problemas de convivencia. Hay hasta tres presos en celdas que son para una persona y los patios están repletos, sin espacios, lo que deriva en refriegas persistentes.
El Instituto Correccional Modelo Unidad 1, tiene 91 años, se originó como una cárcel con capacidad máxima para 1.200 presos, luego se re pensó que lo máximo manejable sería de 1.800 internos, pero hoy hay entre 2.800 y 3.000 detenidos.
Los videos que salieron a la luz son del domingo y lunes muestran reclamos de un preso como voz cantante, y pequeños focos de incendio como protesta, dentro del pabellón de presos con causas federales. Ayer en tanto la calma había vuelto tras las rejas pero con sin mucha confianza que se mantenga a futuro. Alrededor de las 19 del martes, se desató una intensa protesta por parte de familiares de los presos federales en la cárcel de Coronda. Los manifestantes llegaron al penal para exigir explicaciones a las autoridades sobre las alarmantes condiciones de vida que, según denuncias, enfrentan los internos.
La secretaria de Asuntos Penales del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia, Lucía Masneri, habló con la prensa y fue consultada sobre el origen de las quemas dentro del pabellón.
La funcionaria explicó que “los presos reubicados entre la noche del domingo y la mañana del lunes han sido aproximadamente 120 internos, de los cuales casi 80 eran internos federales que fueron reubicados en el pabellón de internos federales” y agregó: “Prendieron fuego dos veces, esto fue absolutamente controlado y resuelto”.
En esta línea, consideró: “Las quejas respecto al agua tienen en realidad que ver con el trasfondo de la convivencia y de la intención de otro tipo de alojamiento con mayores comodidades”.
Masneri indicó que “se reforzó la seguridad en la cárcel” y además las visitas fueron suspendidas hasta nueva orden en el pabellón de los incidentes.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, dijo: “Entiendo que los inconvenientes ya están en condiciones de ser prácticamente superados. Lo que hubo es que la Secretaría de Asuntos Penales tomó decisiones relativas a la reubicación de internos federales luego de los primeros ingresos en el nuevo penal federal de Coronda”.
“Después el descontento o no que esto provoque lamentablemente tendrá que ser asimilado porque no son decisiones que podemos estar plebiscitando, hay 12 mil privados de la libertad en la provincia de Santa Fe y obviamente que entendemos que muchos de ellos o familiares pueden verse perjudicados por algunas decisiones que son decisiones a nivel macro y que son las que nos permiten gestionar adecuadamente el sistema”, concluyó.
Fuentes penitenciarias consultadas ratificaron que es verdad que hay un problema con el racionamiento de agua a partir de la caída del gran tanque de 35 metros, el 18 de febrero pasado, pero que con la comida, no habría mayores inconvenientes. En esa fecha un enorme tanque de agua, se derrumbó sin provocar ningún tipo de lesión al personal o internos, aunque sí un estruendo que los vecinos compararon con un temblor.
Pasadas las 18.30 cedió la estructura, cayó el tanque de unos 40 metros de alto y providencialmente no se tumbó hacia ninguna estructura edilicia –hay oficinas y el pabellón de auto disciplina cerca-.
Por su parte, el Gobierno de la provincia difundió un comunicado aclarando que el mismo "tenía una capacidad de 250 mil litros, pero actualmente se encontraba funcionando en un 25 % de su totalidad. Pese al desmoronamiento, no hay problemas de abastecimiento, gracias a cisternas propias, de Bomberos y el apoyo del gobierno local. En la actualidad la Unidad Penal de Coronda está siendo abastecida por tanques en los pabellones, cisternas propias y de Bomberos, con apoyo de la Municipalidad de Coronda para cargarlas por lo que no existe corte de suministro", culminaba el texto, algo que por estos días los propios internos desmintieron.