Miles de trabajadores estatales, despedidos de las áreas de Desarrollo Social, hicieron un abrazo al edificio del ex ministerio, donde exigieron que el Gobierno los convoque a una mesa de negociaciones. El viernes, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, echó de allí a otras dos mil personas, como parte de una restructuración del Estado con la que está eliminando la mayoría de las políticas de asistencia social. En el abrazo, con un mensaje lleno de amargura, el titular de Ate Capital, Daniel Catalano, criticó a la dirigencia política opositora por su falta de reacción: "Se tienen que despertar", reclamó.
A los trabajadores despedidos se los vio abrazándose para consolarse, puteando o quebrándose en llanto. Nunca como antes, ese drama estuvo tan ligado al de millones personas que, invisibilizadas y desorganizadas por la ofensiva libertaria contra las organizaciones sociales, tendrán enormes pérdidas en el acceso a asistencia y derechos.
Norberto Ucha, trabajador social con 16 años de antigüedad, fue despedido de la Dirección de Emergencias. Vive con su esposa y un hijo; su sueldo era el principal ingreso de su hogar, donde su pareja trabaja haciendo viandas. “Mi trabajo era visitar familias para tramitar ayudas econòmicas, por ejemplo ante un incendio o una inundación, si una mamá del interior tenìa que venir a internar a su hijo en el Garraham, o para llevar ayuda a pueblos y casas en medio de la nada, aisladas, donde la gente no tiene acceso a los recursos”, le dijo a Página/12.
Desde su área le tocó asistir a familias en la inundación de La Plata; en Tartagal, cuando ocurrió el alud; en la patagonia, cuando quedó cubierta por las cenizas de un volcán chileno; en la toma del Parque Indoamericano. El listado refleja la importancia de la Dirección de Emergencias que, sin embargo, este miércoles amaneció cerrada porque el gobierno echó a la totalidad de su personal.
También dejó sin un solo empleado a la subsecretaria de Economía Social, que daba apoyo a los trabajadores de la economía popular, tanto en sus emprendimientos productivos como en sus comedores populares, con espacios de cuidado de las niñeces y cuadrillas de salud.
Mariana Ruiz es otra despedida. Trabajaba en el abordaje de situaciones de violencia de género, para las mujeres de programas sociales como el Potenciar Trabajo. “Empecé hace nueve años, cuando se creó el programa Ellas Hacen”; contó. La intervención del Estado ante casos de violencia de género fue una política que logró continuidad en gobiernos peronistas y el del PRO. Milei desarmó el área: “Todo el año pasado tuvimos marchas y contramarchas, como si no supieran qué querían hacer. Nos pusieron a dar capacitaciones virtuales, insuficientes porque la presencialidad es muy importante para acompañar a las víctimas de violencia. Nos prohibieron usar palabras como organización y género, fue todo un disparate“.
Mariana dijo que como trabajadora de Desarrollo Social, sabe “lo que significa que el Estado se retire, dejando a las personas en la vulnerabilidad absoluta. Por eso vamos a exigirle a los sindicatos que nos defiendan, pero necesitamos también que los partidos políticos salgan a luchar en defensa del Estado”.
Entre los despedidos había profesionales altamente capacitados. Los entrevistados anteriores, por ejemplo. También Celeste Hazán -21 años de antigüedad como planta permanente y aún asì pasada a disponibilidad- contó que hizo dos carreras: una tecnicatura en pedagogía social y una licenciatura en políticas sociales. Había rendido y aprobado, hace unas semanas, un examen interno para ascender de categoría.
Contó que el desguace de los equipos de profesionales fue generalizado: a sociólogos, psicólogos y trabajadores sociales les dijeron afuera.
“Siento que me quitaron la dignidad, la posibilidad de desarrollarme, incluso la de jubilarme. Y también que este es un enorme paso atrás, que va a meter mayor presión a las gobernaciones y las intendencias, que van a tener que arreglarse solos”.
"Hay que despertarse"
“Es cierto que hubo un arco político que expresó su solidaridad por los despidos, pero ¿qué pasa con las convocatorias (a reclamar en la calle)? Sabemos que hay un calendario electoral, pero ese calendario a cada pibe, a cada jubilado, a cada laburante nos queda lejos porque tenemos que sostener la vida, día a día. No podemos organizarnos con la agenda electoral, no podemos organizarnos en función de la especulación electoral”.
Junto a Catalano habló el diputado y dirigente de la CTA Hugo Yasky, que señaló que el gobierno de Milei, como lo hizo Macri, está a punto de tomar un nuevo crédito con el FMI para sostener sus chances en las próximas elecciones. Recordó que Macri “empezó a ser derrotado con una gran movilización en el Congreso”, y llamó a volver a ocupar la calle “para derrotar a Milei”.
Sobre el reclamo de la apertura de una mesa de negociaciones, lo que trascendió es que hasta ahora hay conversaciones informales. En algunas áreas se ha conseguido revertir despidos, aunque con la pérdida de condiciones laborales, por ejemplo, contratando por un mes (!!) o hasta fin de año a algunos trabajadores.
La junta interna de ATE en Desarrollo Social irá a la justicia para pelear por las reincorporaciones, en el caso de los contratados denunciando fraude laboral, en el de los pasados a disponsibilidad de la planta permanente exigiendo que les asignen funciones.