Víctor Hugo Morales reflexiona en su editorial de la 750 sobre las disputas de poder que propone "como nunca el planeta humeante y desesperado", con batallas entre líderes antagonistas como Claudia Sheinbaum y Donald Trump, o Axel Kicillof y Javier Milei. 

El editorial completo de Víctor Hugo Morales

SOMOS EL MISMO HABITANTE DE DOS MUNDOS. Vemos lo del Congreso y escuchamos a Axel Kicillof. A la misma hora, nos sacude el dolor de los apaleados, imaginamos cómo será lo del gas en los ojos, y escuchamos a Kicillof con sus verdades. O nos pasa que asistimos a la dignidad de la presidenta de México a Donald Trump los vemos retrocediendo otra vez; y en las mismas horas nos toca ver a Milei proclamando que somos rehenes de los Estados Unidos, que la Argentina no puede vivir sin estar dentro del puño de Trump.

Mundos diversos nos propone como nunca el planeta humeante, desesperado: 600 mil usuarios afectados por los cortes hubieran promovido, hace unos años, un escándalo de esquinas, con los medios dándole vueltas a la manivela del motor del odio, dale que dale.

Era el gobierno, entonces. Ahora no. Ahora se explican las fallas. No es problema de inversion, ni es la corrupcion de subir las tarifas y no invertir un peso para dar un servicio mejor. Hemos exagerado con la imbecilidad, se nos fue la mano.

Es Kicillof o Milei; es Trump o Sheinbaum. Es fácil: es la mentira o la verdad, el odio o el amor, es un tipo decente o un estafador. Es fácil, eso de los mundos opuestos. 

Debemos luchar para que se afirme el que soñamos, no ese mundo que se odia a sí mismo.

Si no aprendemos a leer los diarios, a detectar los zócalos de la televisión con un detector que nos limpe el campo minado, el apagón es en nuestra mente.

Trump suspendió otro mes el asunto de los aranceles. En un rato Sheimbaum le dirá al pueblo si debe ir al Zócalo o no. Quizás la gran plaza de México sólo tenga  chocolatineros y ferias, y no los cantos ofendidos de los chamacos luchadores. 

Hoy Sheinbaum habla con Trump. La cresta roja de Trump quizás no sea tan brava como gallo de riña frente a esa Frida Kahlo del arte de la politica.

Hay otros mundos posibles. Hay líderes para las calles con banderas y los cantos del alma.

De vez en cuando, aunque apaleeen a los viejos en el Congreso, algo nos dice que no está todo perdido.