El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) inició una investigación para determinar las responsabilidades de Edesur en el apagón que dejó sin luz a más de 600.000 usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La crisis energética desató críticas hacia la empresa y reavivó el debate sobre la falta de control estatal en la prestación de servicios esenciales.

El corte de energía ocurrió en dos episodios distintos. La primera interrupción, registrada a las 5:24 de la mañana, afectó a 550.000 usuarios tras el desenganche de las líneas de alta tensión Bosques-Hudson 1 y 2. Horas más tarde, un segundo evento en la red de transmisión Costanera-Hudson agravó la situación, dejando sin suministro a otros 740.000 usuarios. En plena ola de calor, con sensaciones térmicas por encima de los 43 grados, el colapso eléctrico afectó la movilidad, el comercio y la seguridad en la región.

El ENRE exige explicaciones

Ante la magnitud del corte, el ENRE informó que abrió un expediente de oficio para analizar las causas del apagón y evaluar sanciones contra la empresa distribuidora. "Se le solicitó a Edesur los informes técnicos correspondientes y la documentación que avale las tareas de mantenimiento realizadas", indicó el organismo en un comunicado. Además, destacaron que inspectores del ente regulador supervisaron en el terreno las maniobras de restauración del servicio.

En ese marco, se informó que "constató in-situ los trabajos de las cuadrillas técnicas de la empresa en la traza de las líneas de alta tensión afectadas".

Las consecuencias del colapso

El corte de luz impactó gravemente en la vida cotidiana de miles de ciudadanos del AMBA. En la Ciudad de Buenos Aires, barrios como Almagro, Caballito, Recoleta y Balvanera quedaron a oscuras, mientras que en el conurbano las fallas afectaron a municipios como Lanús, Quilmes y Lomas de Zamora.

La interrupción del suministro paralizó líneas de subte, afectó semáforos y dejó atrapadas a personas en ascensores. Comercios y restaurantes debieron cerrar sus puertas, mientras que los hospitales reportaron problemas para abastecer de energía a sus sectores críticos.

Privatización sin control: un problema recurrente

El caso de Edesur reaviva la discusión sobre la privatización de los servicios públicos y la falta de regulación estatal efectiva. La empresa, controlada por el grupo italiano Enel, tiene o de numerosas sanciones y críticas en los últimos años por incumplimientos en la calidad del servicio y demoras en la reposición de cortes.

Mientras el ENRE avanza en su investigación, los usuarios siguen exigiendo respuestas y soluciones estructurales para evitar que estos apagones se conviertan en una postal recurrente del verano porteño.

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