“El inicio de clases tiene una gran importancia y nuestra responsabilidad como Gobierno es que los establecimientos educativos estén abiertos y van a estar abiertos. Nuestra prioridad es que los chicos estén en las escuelas aprendiendo”, dijo el ministro de Educación de Santa Fe, José Goity, el día previo al arranque del ciclo lectivo, cuando la Casa Gris metió presión para disminuir el impacto del paro convocado por el sindicato de maestros públicos. 

Una semana después, los gremios docentes de establecimientos de gestión pública y privada reclaman la suspensión de las clases por las altas temperaturas y la carencia –en muchos casos- de instrumentos para paliarlas o de servicios básicos.

Un relevamiento de la secretaría de Asuntos Sociales de Amsafé Rosario, realizado sobre un universo de 130 escuelas y 1.545 aulas, indica que el 11% de los salones “no tienen ningún sistema de ventilación o refrigeración”, mientras el 70,4% posee al menos un ventilador.

De acuerdo a ese relevamiento que abarca a escuelas del Departamento Rosario, el 18,5% cuenta con “aire acondicionado”. Sin embargo, no sólo basta con equipos para garantizar ventilación, sino que también se requiere la provisión de energía, que no siempre está apta en los establecimientos o tiene la suficiente potencia para un uso adecuado de los equipos.

El mismo documento de Amsafé Rosario señala que de las 130 escuelas relevadas, 49 “tiene algún problema con la provisión o instalación de agua”. Por eso, desde la entidad gremial plantearon “la inmediata suspensión de clases en las escuelas donde no se garanticen las condiciones mínimas de enseñanza”.

La temperatura llegó a los 36 grados en la jornada de ayer, la tercera de una semana agobiante, y la sensación térmica se ubicó por encima de los 40 grados en la ciudad de Rosario, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El secretario general de la delegación local de Amsafé, Juan Pablo Casiello, planteó que “la mayoría de las escuelas no están en condiciones para funcionar con estas altas temperaturas”. Incluso, el dirigente aseguró: “Estamos teniendo chicos y docentes con golpes de calor, es decir que les afecta la salud”.

Para Casiello, con las actuales temperaturas y las condiciones de algunos establecimientos –en un universo que es dispar- “no hay condiciones para el aprendizaje”.

Desde la entidad gremial aclararon que no proponen la suspensión de clases en todas las escuelas, sino el análisis pormenorizado de cada caso y la participación de los directivos de los colegios en la decisión, en forma conjunta con el Ministerio de Educación.

“Lo planteamos con cuidado, no como medida total. Entendemos que la mayoría no puede dar clases, pero a lo mejor en algunas situaciones se puede dar un primer turno, no por la tarde”, sostuvo Casiello en declaraciones a LT8. Y agregó que “habría que habilitar a las propias comunidades y dirección para que, con criterio, resuelvan” en cada caso.

El dirigente sostuvo que “la situación es muy complicada, en algunos casos insoportable" por la falta de elementos para la ventilación de las aulas. 

“Los chicos no tienen que estar en las aulas como sea, tienen que estar en las aulas para aprender. No tiene sentido forzarlos”, estimó el titular de Amsafé Rosario. “En la mayoría de las escuelas no puede darse clases. Con este calor, desde las 10 de la mañana nadie puede aprender nada”, apuntó.

En las privadas, también

Por su parte, el secretario general de Sadop Rosario (escuelas de gestión privada), Martín Lucero, dijo a Rosario/12 que recibieron "muchas consultas y denuncias en relación a la jornada de ayer (por el miércoles) con la ola de calor”.

El dirigente sostuvo que, ante esas demandas, “el planteo del sindicato sigue siendo el mismo: escuela que no está en condiciones de funcionar por cualquier fenómeno meteorológico, no tiene que funcionar”.

Lucero explicó que, en el caso de los establecimientos de gestión privada, “la responsabilidad de garantizar la integridad física de alumnos y personal docente es la entidad propietaria, y el Ministerio de Educación tiene que respetar esa situación”.

Los planteos gremiales se produjeron luego de tres jornadas de intenso calor. Ayer, incluso, el Servicio Meteorológico Nacional subió a naranja el alerta para la zona de Rosario, por las altas temperaturas acompañadas de elevada humedad.

“Nos llama la atención que no haya una línea clara en relación a los fenómenos climáticos”, dijo Lucero en relación a la cartera educativa, para agregar que “nadie pondría en discusión que si hay una inundación una escuela tiene que cerrar”

Y se preguntó: “¿Que estamos esperando, que se sigan desmayando chicos, alumno y docentes por tener una sensación térmica adentro de los colegios por encima de los 40 grados?”. 

Al igual que su par de Amsafé, el dirigente de Sadop estableció diferencias. “No todas las escuelas tienen la misma situación, hay que analizar caso por caso. Algunas tienen mejor infraestructura y otras más deficiente, lo que no quita que no haya que tomar decisiones concretas”, dijo.

Por último, sostuvo que “si los chicos están llamando a sus familias para que los vayan a buscar, es lógico que las escuelas tengan que cerrar”.