Gabriel Solano, de 36 años, falleció el lunes 3 de marzo en un operativo policial realizado en su casa del loteo Las Marías en el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. Como es de práctica, se inició una investigación a cargo del fiscal Carlos Gil Urquiola

Hasta ahí la situación seguía más o menos los carriles habituales para casos en los que se presume violencia policial. Lo extraordinario ocurrió el miércoles en la Morgue del Poder Judicial jujeño. Tras realizar la autopsia, el cuerpo fue entregado a una empresa funeraria que había ido a buscar los restos de un hombre apellido Zerpa para cremarlo en la ciudad de General Güemes, en Salta. 

Si bien la intervención de la familia y de la fiscalía pudo interrumpir la cremación, el cuerpo quedó desintegrado en un 40% y no podría ser sometido a nuevos estudios, algo que adquiere relevancia porque la familia asegura que Gabriel fue golpeado por los policías y que en esas circunstancias falleció. Incluso sostienen que tenía lesiones, en la cabeza y en otras partes del cuerpo, pero el informe preliminar de la autopsia no da cuenta de rastros de lesiones. 

"Esto (la cremación) hace irreproducible cualquier estudio sobre el estado del cuerpo", destacó el abogado Martín Castro, que representa a la familia de Solano. A estas alturas, la familia duda de que le hayan entregado los restos de Solano, por eso pidieron que se haga un estudio de ADN. La extracción de material biológico de los restos se hizo ayer, informó el abogado, quien subrayó que la irregularidad en la entrega del cuerpo debe ser investigada. 

Respecto a la autopsia, Castro contó que “un informe provisorio establece que no existen lesiones en el cráneo, ni tórax, entonces es curioso porque los familiares que estuvieron en lugar plantean que hubo lesiones”. Para el abogado, “es todo dudoso", y debe ser investigado. "Se ha destruido un elemento probatorio de relevancia para el proceso de la investigación y es curioso que las autoridades de la Morgue hayan cometido un equívoco tan grosero de entregar el cuerpo a otra persona sin constancia. Es más, no sabían a quién habían entregado el cuerpo”, relató. “Acá lo dudoso es que el cuerpo estaba sometido a una investigación criminal”, insistió. 

Aldo Solano, hermano de Gabriel, contó que el miércoles 5 de marzo, a las 15 horas, entregaron en la Morgue Judicial la documentación para retirar el cuerpo. Al encargado de la Morgue le avisaron que a las 17.30 llegaría el servicio fúnebre para llevar el cuerpo.

“Resulta que a las 15.25 horas de la nada cae otra empresa funeraria buscando a un tal Zerpa, encontrado en Humahuaca o Palpalá, y entregan el cuerpo de mi hermano”, relató Aldo. “El morguista me dice vinieron a buscar a Solano”, en tanto que “el chofer –de la otra funeraria- me dijo: vine a buscar a un tal Zerpa y él me trajo el otro”.

Es todo muy turbio, están queriendo tapar. Hubo una autopsia y no sé si era el cuerpo de mi hermano o el cuerpo de otro. Pero por algo están queriendo tapar porque sé que él tiene un hematoma en el cuello, en la espalda, lo apretaron y se le fue la mano, lamentablemente”, sostuvo. 

El abogado Martín Castro precisó además de entregar el cuerpo a una familia distinta, "en la Morgue no se constató nunca quienes retiraban el cuerpo. No había constancia”. La cremación pudo interrumpirse con intervención de la fiscalía.

La versión oficial 

Una fuente de la Policía de Jujuy sostuvo que el 3 de marzo ingresó una denuncia al sistema 911 dando cuenta de una situación de violencia de género en la casa de Gabriel Solano. Policías de la Seccional 62º del barrio Sargento Cabral (vecino a Alto Comedero) ingresó a la vivienda y se dieron con que Solano tenía un cuchillo y profería amenazas. 

La Policía dijo que como Gabriel Solano estaba "ofuscado", solicitaron refuerzos y llegaron "policías del cuerpo GOM (Grupo de Operaciones Motorizado) de la UR7, quienes tras recibir la orden de la fiscalía ingresaron por la fuerza al domicilio. Por lo que el individuo se atrincheró en un cuarto del segundo piso de la casa con un cuchillo en la mano”.

La fuente aseguró que al ingresar al cuarto "los policías habrían sido atacados a cuchillazos, logrando herir a dos policías en los brazos y la pierna, en tanto un tercero logró derribarlo, y según la investigación en curso, pudieron esposarlo". Luego, al ver que se había descompuesto, trataron de reanimarlo hasta que llegó el servicio de salud de emergencia. 

El ministro de Seguridad de Jujuy, Guillermo Corro, se expresó en sintonía con esa versión. "La persona estaba muy agresiva con la familia, interviene la Policía, y esta persona, que estaba aparentemente bajo efectos de sustancias, había esparcido un combustible sobre los muebles de la casa en la planta alta. Cuando llegan los policías, amenaza con un arma blanca y lesiona a los oficiales, logran reducirla y esta persona sufrió una descompensación, fue asistido y trasladado a la Morgue Judicial”, dijo.

El ministro destacó que “hay una investigación en relación al deceso" de Solano. Insistió en aclarar que la intervención policial "fue por una cuestión de violencia de género" y reiteró que "al momento de reducirlo sufre la descompensación". "La justicia tendrá que determinar las causas del deceso", "estamos a disposición de la justicia, hemos aportado las pruebas necesarias y los efectivos no están detenidos”, agregó.

El abogado de la familia Solano aseguró, sin embargo, que “No se constató la existencia de un cuchillo", ni "el acto violento de Gabriel con policías o su propia familia, como es la versión que circuló. No existieron actos de violencia y no presentan lesiones, está constatado”, aseguró Martín Castro. 

"Se mandaron una macana y tienen que pagar"

Los familiares de Gabriel Solano afirman que a los policías “se les fue la mano". Según el relato familiar, dos policías redujeron a Gabriel y luego mientras uno le sujetaba la cabeza y el cuello y otro le sostenía las piernas, un tercero lo golpeó con los puños en la caja toráxica.

El hermano de Gabriel, Aldo Solano, que es policía, afirmó que la versión oficial es falsa. “Mi hermano tuvo una discusión con la pareja, como cualquier pareja puede discutir. Lo único que él pretendía ese día era que su señora se retire. Y su señora estuvo en la primera planta y él se encerró en su departamento arriba”, dijo antes de asegurar que “No había necesidad de reducción porque no corría riesgo su vida ni de la familia, ni de la policía. Y en ningún momento tenía un arma blanca”.

“No tengo nada contra la Policía, nada", aclaró Aldo. "Lamentablemente, son colegas y se mandaron una macana, es mi hermano. Tienen que pagar”, exigió. 

Hasta anoche ninguna autoridad de la provincia se había comunicado con la familia. “Tuve que tomar la iniciativa (de denunciar el hecho públicamente) para que se sepa. No somos una familia de estar haciendo movilización, esas cosas. Mi madre está destruida y por eso quiero que se sepa lo que está pasando, lo que están haciendo”, dijo Aldo.

Otro pariente lamentó ante este diario la situación que vive la familia: "Si hubieran cuidado el cuerpo, lo estaríamos velando. Mi madre tendría consuelo de haberlo velado y verlo por último vez. Se llevaron a su hijo y no se pudo despedir como corresponde. No sabe la situación que estamos pasando, tratando de tranquilizarla”.