Pasa en las películas, pasa en la vida, pasa en los Oscars. La última edición de los Premios de la Academia fue una de las más controversiales de los últimos tiempos, y eso no es poco: la vara de la decadencia y la polémica en torno a estos galardones no deja de elevarse año tras año. Esta vez, el debate vino por todos los frentes. Desde el uso sospechoso de la IA en “The Brutalist”, el abordaje eurocéntrico de “Emilia Pérez” y la cancelación de Karla Sofía Gascón por sus tuits filo nazis, hasta el desplante a Challengers, Lily-Rose Depp (Nosferatu) y Margaret Qualley (La Substancia), que ni siquiera estuvieron nominadas. Esas fueron solo algunas de las perlitas.

Demi Moore en la fiesta post Oscars de Vanity Fair

Pero si hubo UN MOMENTO que eclipsó la discusión en redes y generó una fuerza centrífuga de hilos virales, fue la competencia por la estatuilla a Mejor Actriz. La favorita de esta categoría era, por supuesto, Demi Moore*: no solo por su regreso magistral a la actuación con su rol protagónico en “La Substancia”, sino por una cuestión de reconocimiento a su trayectora. Una deuda pendiente de Hollywood con ella. 

Demi no es una actriz que, como Meryl Streep, Nicole Kidman, Kate Winslet o Cate Blanchett, se caracteriza particularmente por haber cosechado estatuillas y ser reconocida por su maestría actoral. Demi no es de esa casta de chicas "serias". "30 años atrás, un productor me dijo que era una ‘actriz pochoclera’ y en ese momento, pensé que eso significaba que esto no era algo que tuviera permitido tener”, dijo la protagonistar de "Streap Tease" (1996) arriba del escenario de los Golden Globes 2025,  refiriéndose a la estatuilla que sostenía entre sus manos. Pero esta temporada de premios, su estátus como intérprete famosa-pero-no-prestigiosa parecía estar desintado a cambiar. Y su camino al Oscar, casi asegurado. ¿Cuántas chances más tiene ella, con 62 años, de meterse en la carrera por esta estatuilla?

Demi en los Golden Globes

Desde que puso su pie en los sets de cine y TV en los 80's, ella pavimentó su camino hacia el star system valiéndose de su presencia hipnótica, sí, sus habilidades actorales, también. Pero lo que la proyectó al estátus de estrella indiscutible fue su sex appeal superlativo. Un arma de doble filo en Hollywood. Y aunque ella no haya tenido el reconocimiento que sí tuvieron otras colegas, su impacto en la cultura pop es innegable. Y otro dato: fue una de las mujeres mejores pagadas de los 90's. Por eso, a pesar de haber estado casi una década sin ningún estreno a la vista, nadie dudaría en que es una diva de primera línea.

Por eso, varios fans querían que este premio fuera suyo. Ella tenía todos los números para ganarlo y ella parecía ser la favorita N#1. Un efecto similar al que tuvo Brendan Fraser en el 2022 cuando reapareció en Hollywood tras haber estado décadas fuera de foco, con su protagónico oscarizado en "La Ballena".

Los admiradores de Demi querían que ella finalmente obtuviera la validación que Hollywood le había negado por haberla condenado a ser una “actriz pochoclera”. Por haber estado en el centro del escrutinio corporal desde el momento 0. Por haber protagonizado algunas de las películas, sí, pochocleras, más influyentes del fin del milenio. Por haber posado desnuda y embarazada para Annie Leibovitz en una portade Vanity Fair, que fue un escándalo para las buenas costumbres de la época. Por haber salido en bickini en "Charlie's Angels" (2003) con 40 años, y ser cuestionada por andar exhibiéndose sin ropa a esa edad. 

En 1991, Demi Moore hizo una de las portadas más escandalosas del mundo de Hollywood: este posado embarazada de siete meses y desnuda, para el lente de Annie Leibovitz

Pero Mickey Madison, de 25 años, se impuso con Anora: una película indie sobre una trabajadora sexual que, como en Mujer Bonita, se enamora de un millonario y su fantasía de (falsas) promesas. Cuando se anunció que Mickey era la seleccionada, la cámara inmediatamente se enfocó a Demi. En ese momento, su cara se desconfiguró. “Demi, ¡¡te robaron!!”, “Ese Oscar era TUYO”, “Para mí, sos la ganadora”: la narrativa estaba zanjada. Hubo un robo y fue aleboso

Mickey y Demi en los Osccars

Millones de mensajes se multiplicaron hasta el infinito en las redes sociales: de indignación, asombro y de apoyo a Demi, con quien muchxs se reflejaron: finalmente, la vida está hecha de más fracasos que de éxitos. Y quienes fuimos socializadas mujeres, nos crían haciéndonos creer que las más jóvenes son una amenaza contra quienes no podemos competir, porque la belleza, finalmente es imbatible y déspota. ¿Cómo no empatizar con la frustración de Demi? Mickey también vivió una situación incómoda que empañó un poco su debut en los Oscars: nadie quiere ganar un premio donde tantos piensan que no es correspondido.

¿La sustancia predijo este resultado?

"La Sustancia" (Coraline Fargeat) es una de esas películas que no dejan a nadie indiferente: gore, sangrienta extrema, asquerosa, perturbadora. La historia nos muestra a Elizabeth Sparkle, una estrella de Hollywood de edad madura y muy querida por el público, que protagoniza un programa de aerobics que nos recuerda a los de Jane Fonda. Sin embargo, su realidad hace un giro de 180 grados cuando su productor la echa del canal porque ya está vieja y busca “sangre fresca” para reemplazarla. Para no perder su lugar, Elizabeth consume una sustancia ilegal que la convierte en una versión más joven de ella misma, sometiendo su cuerpo al límite para renacer como una veinteañera hot, que es amada por todxs.

Demi Moore en "La Sustancia", que va camino a convertirse en una película de culto

La película trata, sobre todo, de la tiranía del régimen fascista de la belleza idealizada. El descarte de "las viejas" en la industria cultural y la violenta batalla contra el tiempo estando en un cuerpo femenino, que necesita ser validado por varones poderosos.

De hecho, que Demi haya sido elegida para cumplir con este papel, termina de cerrar esta premisa. En el 2021, participó de un desfile en París y su presencia en la pasarela se volvió viral, pero no por los motivos deseados. Se había hecho una cirugía, -posiblemente, reducción de grasa facial-, y la conversación giró en términos derogatorios acerca de cómo se había "deformado la cara", en pos de alcanzar un aspecto juvenil a fuerza de botox, fillers y una bichectomía. Casi como si Hollywood exigiese a las mujeres hacer lo que sea por parecer jóvenes, pero cuando se acercan demasiado al sol, son castigadas y los mecanismos detrás de los tratamientos estéticos, expuestos con sorna y especulaciones. Como ocurrió con Madonna y Reneé Zelleweger. 

Pero si eligen envejecer "al natural" (eufemismo que se refiere a, simplemente, dejar que pase el tiempo sin intervenirse la cara), es leído como un desafío a las normas de belleza que se paga caro. ¿Dejarse las canas? ¿Mostrar piel con celulitis? Son todas características que merecen un castigo ejemplificador. En definitiva, no importa de que lado caiga la moneda: en todos los casos, vamos a salir perdiendo.

Demi en "Los Angeles de Charlie" (2003), cuando empezó a sentir, con 40 años, que los comentarios giraban en torno a su edad.

"Lo que es interesante es que lo sentí más cuando llegué a los 40", dijo Demi Moore sobre cómo se sintió con respecto a su edad en esta entrevista con su colega, Michelle Yeoh, "Hice Charlie's Angels, y hubo mucha conversación en torno a esta escena en bikini, y todo se intensificó, mucha charla sobre cómo me veía. Y luego descubrí que no parecía haber un lugar para mí. No sentía que no perteneciera. Es más como si sintiera esa sensación de, no tengo 20, no tengo 30, pero aún no era lo que ellos percibían como una madre".

Las chances de conseguir papeles jugosos disminuye con la edad (en las mujeres. Para los varones, esa regla es muchísimo más laxa). Es verdad, por otro lado, que la mayoría de actrices que ganaron un Oscar no lo hicieron a sus 20’s, sino cuando pasaban los 40’s: el promedio de los últimos años está en torno a los 50's. Pero no podemos decir, por eso, que Hollywood las valore como regla general, o tenga celemencia con las mujeres que envejecen. Que en los términos de esta industria, es tener +35 años, y ser demasiado grande como para hacer el papel de la protagonista hot, pero todavía joven para ser "la mamá" de Forrest Gump.

Demi en el momento que se anuncia el triunfo de Mickey

Obviamente, creer que "La Sustancia" predijo el resultado de los Oscars es reduccionista. No hay dudas de que Mickey ofreció un papel sólido. Creer que ella fue elegida por sobre Demi, solo por ser más jóven, la subestima, no es acertado y abona a la retórica vintage de poner a competir a dos mujeres, "la más jóven contra la más vieja". Pero ver la cara de Demi mientras Mickey recibía su premio, nos hace levantar sospechas. Es imposible no leer esta escena como una parodia de "La Sustancia" y confirmar la regla: Nunca vamos a ser suficientes. Ni siquiera siendo Demi Moore.

*La otra gran favorita fue Fernanda Torres, la brasileña que se puso al hombro la película "Aún estoy aquí", sobre los desaparecidos en Brasil, y que ganó como mejor cinta extranjera. El primer Oscar que se lleva Brasil y que posicionó a Fernanda como la nueva heroína popular del país carioca.