El ministro de Economía, Luis Caputo, justificó la decisión del presidente Javier Milei de hacer un DNU para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y volvió a ningunear el Parlamento Nacional en sus funciones. En una entrevista televisiva, el funcionario aseguró que se pasará por decreto porque "en el Congreso se podía demorar mucho". Además, aseguró que el organismo se sorprendió por el nivel de ajuste de la economía y adelantó que tras la firma del acuerdo con el organismo internacional podría "haber volatilidad pero no un cimbronazo". 

En concreto, acerca del programa con el FMI aseguró que "el monto total ya está definido con el staff técnico del organismo" y se consensuó a partir de "diferentes escenarios para probar que ese era el monto". Caputo se excusó de informar el monto por "confidencialidad". Asimismo, explicó que el cierre definitivo se concretará cuando se complete el proceso legal interno.

Caputo dijo que se dictó un DNU porque si se hubiese optado por una ley posiblemente se hubiera trabado en el Senado se corría el riesgo de que se demore su tratamiento.
"Si algo podemos argumentar de necesidad y urgencia es esto. La gente quiere salir de esto. Si mandamos a las dos Cámaras, en el Senado hay mayoría kirchnerista que quiere que al país le vaya mal y se podía demorar y mucho. Y esto no se puede demorar", sostuvo.

Asimismo, el ministro subrayó que "mandar un DNU es parte de nuestro derecho" y explicó que "la semana que viene va a la Comisión Bicameral y una vez que aprueba el dictámenes si la Cámara Baja no lo rechaza entonces es ley-. Y ese es el camino que le conviene a la gente".

Gambeteó el tema devaluación

En la misma línea, Caputo admitió que tras la firma del acuerdo con el Fondo Monetario  puede "haber volatilidad pero no un cimbronazo por la baja cantidad de pesos" y eludió precisar si habrá cambios en el régimen cambiario a partir del programa que se firmará con el organismo internacional. Esta es la teoría que el Gobierno tiene y que apunta que como por la recesión y la sequía de la plaza habrá menos pesos, eso llevará a que no haya una corrida de gente al dólar, aún si el precio se va al alza. 

De este modo, el ministro destacó la fortaleza del programa económico y sostuvo que el FMI "está en shock" por los resultados del plan económico. Incluso se animó a decir que se "están reescribiendo los libros de economía" a partir de la experiencia en nuestro país.

No obstante, el ministro dejó entrever que programa traerá consigo medidas que modificarían el actual esquema económico. En ese contexto, eludió ser taxativo sobre a qué valor quedará el dólar cuando se implemente el plan. "Puede haber un poco de volatilidad, pero nunca va a haber un cimbronazo por la baja cantidad de pesos", admitió Caputo.

El ministro argumentó que "cada vez hay menos pesos y cada vez habrá más dólares", por lo cual "no va a pasar nada" y subrayó que "eso nos permitirá salir del cepo sin que haya problemas". Al ser consultado sobre si se mantendrá el mecanismo del crawling peg del 1% Caputo fue elíptico: "No cambia nada por la robustez de nuestro programa", contestó, pero sin ratificar la continuidad de ese esquema.

Un apuro que denota preocupación

En las últimas horas, el Gobierno Nacional decidió salir con la versión del DNU para sostener el tema del acuerdo en la agenda pública. Es que la decisión oficial es cerrar el pacto en breve para hacerse de un monto de dólares que les permita intervenir en la brecha y que las cotizaciones no se disparen.

Para Hacienda, eso es central porque le permitiría a Milei llegar a la fecha de las elecciones con el tipo de cambio clavado y la inflación más o menos controlada. Horas atrás, el propio Caputo ratificó su defensa a la política de “equilibrio fiscal” y reiteró que la idea del equipo económico es no devaluar y resistir las presiones del mercado.

"Los economistas que piden devaluación se quedaron en el tiempo, nosotros vamos a un modelo diferente, queremos que en Argentina haya mejores productos a mejores precios", dijo. Lo que el ministro espera es que el acuerdo con el Fondo le de a Argentina unos 20 mil millones de dólares entre los billetes que se usarán para pagarle al mismo organismo y lo que quede de libre disponibilidad para sostener el dólar a raya. 

En este sentido, su opinión es que "la devaluación nunca fue la solución”, porque si la hubiera sido “la Argentina hoy sería potencia”. “Devaluando sólo han logrado aumentar la pobreza y aumentar las distorsiones macro", puntualizó.

En esa línea, agregó, en una confusa explicación, porque cree que el dólar está controlado, cuando los precios en la Argentina son superiores a los de otros países. "Es cierto que hay algunos precios que están adelantados, pero esto no quiere decir que el dólar está atrasado", concluyó el funcionario. En este escenario, la única verdad es la realidad: el Fondo Monetario le pidió al Gobierno una devaluación y el Gobierno está buscando la manera de que eso no quede sobre la mesa, expuesto.