Más de 400 milímetros de lluvia caída en menos de ocho horas provocaron una verdadera tragedia climática en Bahía Blanca que, según los datos al cierre de esta edición, ya habían generado la muerte de al menos diez personas y una innumerable cantidad de daños en la infraestructura de la ciudad ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires.

En Bahía Blanca flotaron y se hundieron autos, camas y heladeras que junto a parte del arbolado y postes del alumbrado público, navegaron a toda velocidad por las calles céntricas de la ciudad convertidas en río con rápidos, remolinos y hasta pequeñas cascadas por el empuje del agua y el viento.

Las precipitaciones habían comenzado a las 4 de la mañana y se extendieron a lo largo de toda la jornada. Con el paso de las horas, el alerta meteorológico se fue extendiendo hasta generar preocupación en otros distritos bonaerenses que activaron mecanismos preventivos que incluyeron la suspensión de actividades al aire libre. También pusieron en marcha centros de evacuación, incluso antes de las tormentas.

En general, Bahía Blanca se quedó sin luz, sin señal de celular, sin servicio de agua, con todos sus accesos cerrados y con la mayoría de las calles totalmente intransitables. Además de la parálisis general de los comercios, se suspendió la actividad la Planta General Cerri, operada por Transportadora de Gas del Sur S.A (TGS) que quedó fuera de servicio como consecuencia del temporal.

La situación generó imágenes angustiantes que pusieron en guardia al Gobierno nacional que, a diferencia de lo ocurrido en diciembre de 2023, esta vez coordinó acciones con la provincia y la municipalidad.

Por la mañana de ayer, el ministro de Gobierno de la Provincia, Carlos Bianco, se puso en contacto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. El coordinador ministerial de Javier Milei pasó la posta a Patricia Bullrich, que arribó a la zona afectada pasadas las 18.30. Llego acompañada del ministro de Defensa, Luis Petri, y por personal de Prefectura Naval Argentina: recorrieron la zona.

El Presidente tenía previsto viajar a la Fiesta de la Vendimia en Mendoza, pero suspendió su agenda. Se trata de un cambio de actitud contundente respecto al temporal que azotó la ciudad en diciembre del 2023. Milei recién había asumido, gozaba de popularidad entre el electorado y optó por ir a votar a las elecciones de Boca antes de viajar vestido de fajina a Bahía Blanca. Con el intendente Federico Susbielles a su lado, en aquel momento dijo “confiar” en que la ciudad podía salir adelante por sí sola. Y se fue.

 

La ayuda

Esta vez no sólo cambiaron los contextos sino la gravedad del temporal, definido por los expertos como uno de los más graves de la historia de la ciudad. Por ahora Milei no tiene pensado dirigirse al lugar de los hechos. El ministro de Economía, Luis Toto Caputo, oficializó que, por pedido de Susbielles y Bianco, solicitó una ayuda económica de 10 mil millones de pesos para reparar daños, algo que fue autorizado por el Palacio de Hacienda. "Como mínimo es eso", avisó el ministro de Gobierno, teniendo en cuenta que esa fue la ayuda que se necesitó para la recuperación de la ciudad luego del temporal de 2023.

El Banco Nación también informó la activación de una línea de financiamiento para los clientes que se vieron afectados, que tendrá un plazo de hasta 72 meses, y un monto de hasta 7 millones de pesos para la reposición de heladeras, colchones y otros artículos del hogar que hayan sido dañados por la tormenta.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, firmó un decreto que declara la emergencia para disponer de los fondos necesarios para colaborar con la recuperación de la ciudad y brindar ayuda a los vecinos de las zonas afectadas. Se declaró  la emergencia en los partidos de Bahía Blanca, Coronel Rosales, Villarino, Puán, Coronel Suárez, Adolfo Alsina y Guaminí.

Desde el Congreso, la senadora Juliana Di Tullio, junto a sus pares bonaerenses Wado de Pedro y Maximiliano Abad, pidió formalmente la creación de un Fondo Especial de 20 mil millones de pesos para “ayudar a las familias afectadas y declarar la emergencia durante 180 días en la Provincia de Buenos Aires, especialmente en las ciudades de Bahía Blanca y Coronel Rosales”, el vecino distrito donde la tormenta también generó problemas de una magnitud similar.

Desde la Cámara de Diputados de la Nación se impulsó, con la firma de representantes de todas las fuerzas políticas, aunque sin La Libertad Avanza, una medida que reclama declarar “la emergencia ambiental, económica y habitacional por el término de noventa (90) días, prorrogables por igual plazo por el Poder Ejecutivo Nacional, en la Ciudad de Bahía Blanca, y en todos los municipios afectados de la Provincia de Buenos Aires, por el temporal que comenzó el día 7 de marzo de 2025”.

Allí se advierte que “el Poder Ejecutivo Nacional destinará una partida extraordinaria para intervenir y asistir inmediatamente a la reconstrucción de infraestructura y recuperación de las actividades económicas, sanitarias, educativas y sociales” y se advierte que las acciones deberán implementarse “en coordinación con el gobierno de la provincia de Buenos Aires y los gobiernos locales”. “Las prioridades y metodologías de distribución de los recursos asignados serán definidas conforme a la urgencia de las necesidades, con enfoque en el bienestar de las personas damnificadas y la restauración del medio ambiente y la biodiversidad afectada”, dice el proyecto.

Llegar a las zonas inundadas tampoco fue tarea sencilla. La intensa cantidad de agua caída obligó a la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires a cortar preventivamente el tráfico en la RN3, la RP65 y la RN35, y algunos ministros y funcionarios bonaerenses quedaron varados en el camino mientras la tormenta avanzaba y obligaba a otros distritos a activar alertas tempranas y paralizar la actividad en cada una de las ciudades.

El propio Kicillof decidió viajar hacia la ciudad cerca de la tres de la tarde, pero la situación climática le impidió hacerlo por vía aérea. La situación por tierra no era mucho mejor y el mandatario llegó pasadas las diez de la noche.

"Es una verdadera tragedia climática", consideró el gobernador que dijo que las gestiones de Bianco habían conseguido activar los fondos nacionales específicos para atender las catástrofes y los pedidos que buscarán canalizarse a través del Ministerio de Desarrollo Humano que comanda Sandra Pettovello. El ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, y el de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, activaron sus equipos de gestión para la ayuda en la región.

Otro de los que demoró en llegar por las lluvias fue el ministro de Seguridad, Javier Alonso, que una vez en la zona del desastre aseguró que lo ocurrido representa “una situación muy adversa con cosas nunca vistas”. “Cayeron 400 milímetros en 6 horas, mientras que la tormenta más fuerte en Bahía Blanca fue en la década de 1930, cuando cayeron 175 milímetros”, describió.

“Como es una zona rodeada de sierras, el agua drenó hacia la ciudad y la correntada provocó el colapso de rutas y puentes, por lo que estamos bastante incomunicados, con muchos camiones varados en la ruta y las banquinas socavadas, lo que hace muy difícil transitar”, explicó Alonso el cuadro que se mantenía al caer la noche.

Oficialmente se informó que son diez las víctimas fatales por el temporal, aunque durante toda la jornada se advirtió que por la complejidad de la situación, el número final presentará un saldo aún más trágico. Durante la noche había gente que todavía llegaba a los centros de evacuados y familias que todavía no encontraban a los suyos.

Al cierre de esta edición, la lista de evacuados superaba las 1.300 personas en los nueve centros habilitados en el Dow Center, el V Cuerpo Ejército, la Sociedad de Fomento Maldonado, el Centro Comunitario Loyola, el Centro Social Natan, Calle Belen, Capilla María Reina (Spurr), el Cine Unión y el Club Liniers.

En el hospital Penna debieron evacuar las incubadoras con bebés.
 

El plan de emergencia

Ante la gravedad de la situación, la provincia de Buenos Aires activó un Comité de Emergencia Interministerial que puso en marcha a casi todas órbitas del Estado bonaerense. El Ministerio de Seguridad destinó agentes de Defensa Civil y personal especializado en rescate y seguridad siniestral. También se enviaron al sur provincial seis lanchas, botes semirrígidos y kayak, tres camiones de carga con materiales y recursos operativos, 17 camionetas y dos helicópteros.

El Ministerio de Desarrollo de la Comunidad envió colchones, frazadas, kits de limpieza, zapatillas, ropa, alimentos secos y pallets de agua para los damnificados, y se activó la Mesa de Respuesta Comunitaria en la Emergencia que realiza tareas de asistencia en los centros de evacuados. El Ministerio de Salud se encargó de la evacuación del hospital Penna, trasladando a los pacientes y reorganizando los servicios. Y ABSA puso a disposición dos nuevos camiones cisterna para la distribución de agua potable y se dispondrá el suministro de agua en sachets.

También se pusieron en marcha operativos desde las carteras de transporte y ambiente. Y el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu) se sumó a las tareas de limpieza y mantenimiento para comenzar la reconstrucción de los daños materiales que afectaron calles y casas. Hacia Bahía Blanca viajaron albañiles, carpinteros y electricistas con camiones atmosféricos, otros para desobstruir sistemas de alcantarillado y algunos con agua potable.

 

A la ayuda provincial se sumó la de la Armada Argentina que envió un vehículo liviano, un Jeep grande, tres botes, dos camiones, un carretón, un camión taller, dos anfibios y 30 efectivos. Estos recursos fueron destinados a la zona de Parque Boronat, mientras que el Ejército concentró su trabajo en el canal Maldonado, en la evacuación del hogar del Anciano y el traslado de los pacientes de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Penna.