En lo que va del año, hubo 52 crímenes motivados por violencia machista, según el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, que aporta que esta cifra supera a la del mismo periodo del año pasado. Para los transfeminismos, este 8M (y la razón por la cual esta marcha se sintió tan potente y expansiva), implica encarnar un cuerpo colectivo que convive bajo el mismo cielo de un gobierno que avala y habilita el odio insistiendo con llamar homicidios a tales crímenes, negando su manera de nombrarlos en su esencia más profunda.