“En los barrios la presencia del narco tiene veinte años, por lo menos: siempre tuvimos al transa y al pibe que consume. Lo que estamos viendo ahora es es el control del territorio, control por la fuerza, con armas, y por el consenso, porque al consenso no se llega sólo con acuerdos, sino también por el horror”, dice Javier. Para esta nota, el trato es no usar su verdadero nombre, como con casi todos los que van a hablar y que viven en barrios populares. Autoriza a contar que milita en el conurbano, en una organización social a la que entró en 2002, cuando