Es evidente que el modo que tienen las ultraderechas de darse consistencia moral es situar a los progres y al "woke" como si fueran el exterior que constituye a lo que llaman su "batalla cultural". Digo moral porque su obsesión por la misma está directamente ligada a la ausencia radical de una Etica. Ultraderecha y Ética son términos imposibles de articular.

La ultraderecha es tan solo una máquina de discriminación con un disfraz de moral arcaica. Se comportan como si hubiera existido una gigantesca dominación ejercida por los progres y lo "woke" sobre toda la población sometiéndola a las peores inclinaciones.

Pero también en supuestos izquierdistas o defensores de lo nacional y popular se encuentra esta posición reaccionaria. En esta vertiente tratan de denunciar que el wokismo y el progresismo son un invento liberal y no el resultado histórico de arduas prácticas militantes. Grave error, si se atiende correctamente a cuales fueron los impases de las revoluciones del siglo XX.

Haber abandonado y rechazado el campo del deseo ha sido un problema determinante en las mismas. Fue la causa directa que llevó a las que en su día fueron irrupciones igualitarias a traicionar a la Revolución y encarnar estados totalitarios. Ningún proyecto de Emancipación puede sostenerse en el odio al goce implícito en determinadas prácticas u orientaciones sexuales.

La impotencia para introducir transformaciones decisivas en el capitalismo, exigen plantearse nuevos problemas y no culpar a quienes fueron víctimas de la opresión .