Mientras Estados Unidos evalúa recortar los fondos que aporta para financiar a la Organización de Estados Americanos (OEA), el canciller de Surinam, Albert Ramdin, se perfila como el nuevo secretario general del foro regional al ser el único candidato que se presenta a la elección de este lunes para suceder al uruguayo Luis Almagro. Quien era su rival, el ministro de Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, cercano al presidente estadounidense, Donald Trump, retiró su candidatura después de que varios países anunciaran en bloque su respaldo a Ramdin. La candidatura del surinamés expresa la necesidad de un candidato de consenso y abierto al diálogo tras un mandato polémico como el de Almagro (2015-2025), signado por sus críticas feroces al gobierno de Venezuela o sus fallos en la misión observadora de las elecciones de Bolivia en 2019.
La región se inclina por Ramdin
Ramdin, quien ya ejerció como secretario general adjunto del organismo entre 2005 y 2015, tendría garantizados más de 20 apoyos en la votación de este lunes, en la que necesita 18 para ser elegido. Los gobiernos progresistas de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México y Uruguay cerraron filas con el ministro surinamés, al igual que los Ejecutivos de Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, más orientados a la derecha. A su vez la Caricom, compuesta por 14 países caribeños que también forman parte de la OEA, incluido Surinam, expresó su "apoyo inquebrantable" a la candidatura de Ramdin.
La mayoría de los países miembros destaca de Ramdin su experiencia previa en la OEA y su capacidad para abrir una nueva etapa de diálogo tras los 10 años de mandato de Almagro, muy criticado por la izquierda regional debido a su alineamiento con Washington. "Probablemente la gestión de Albert Ramdin sea muy diferente a la de Almagro. No busca ser el protagonista del liderazgo de la OEA, sino correrse de ese lugar para devolverle a los Estados miembros la agenda y el poder de decisión. Es consciente de que su rol será dirigir y facilitar diálogos, y que la búsqueda de consensos será lo más necesario y, a la vez, lo más difícil en un escenario internacional hostil, que fragmenta e individualiza", explicó a Página/12 Julieta Heduvan, magíster en estudios latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
Apuesta por el consenso y el multilateralismo
A diferencia del que fuera su rival hasta hace días, el canciller paraguayo, partidario de la mano dura con Venezuela, Ramdin opina que "la única forma" de tratar esa situación es mediante un "diálogo" con el gobierno de Nicolás Maduro. "El paraguayo Ramírez Lezcano sostenía una posición disruptiva, basada en reestructurar la OEA y resignificarla, con énfasis en la democracia, el crimen organizado y las necesidades individuales de los miembros. No es que esto no sea necesario, pero hubo un error de lectura del contexto regional. Los países analizaron el presente escenario y concluyeron que el diálogo, la unidad y el consenso serán esenciales para un futuro con más posibilidades. No habrá espacio para grandes proyectos porque el presupuesto será cada vez más limitado, ni tiempo para cambios disruptivos", dijo Heduvan.
Al presentar su candidatura en febrero, Ramdin declaró que "no hay ningún país, sin importar su poder, que pueda abordar todos sus desafíos de manera integral por sí solo". Si es elegido, el surinamés propone crear "equipos de crisis y reacción temprana para promover el diálogo y el consenso". Se trata, según él, de intervenir yendo más allá de "simples declaraciones".
Magdalena Bas, doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de La Plata, comentó a este diario: "Ramdin muestra una actitud de diálogo. Y esto lo lleva a buscar consensos. Y en esto se aleja de la impronta personal de Luis Almagro, mucho más frontal en temas claves como la situación de Venezuela. Y en su momento fue también la situación de Nicaragua. Esa impronta verborrágica de Almagro parece estar muy lejos de la actitud más diplomática que tiene Ramdin".
La amenaza de Estados Unidos
Una reunión en 2024 entre Ramdin y su par chino, Lin Ji, encendió las alarmas en Washington, aunque el surinamés niega tener el respaldo de Beijing. Estados Unidos tiene gran influencia regional, no sólo diplomática, sino sobre todo financiera, en un momento de crisis presupuestaria en la OEA. La pregunta es qué pasará si Elon Musk, el hombre más rico del mundo y cabeza visible de una comisión de eficiencia gubernamental impulsada por Donald Trump para recortar el gasto federal, se fija en la OEA y pasa la motosierra. La situación financiera preocupa a Ramdin, quien propone un uso eficiente de los recursos.
"América latina y el Caribe no parecen estar dentro del foco de la estrategia de política exterior de Estados Unidos en este momento, salvo en lo que respecta a tres elementos que son la imposición de aranceles, los temas migratorios con las deportaciones de migrantes irregulares y la lucha contra el fentanilo", explicó Bas, quien agregó que, en este escenario, "es probable que dados los apoyos que tiene el candidato de Surinam, y bregando tal vez por la unión continental, Estados Unidos vote a favor o se abstenga". Por su parte Heduvan entiende que "por un lado, Estados Unidos podría apoyar a Albert Ramdin para demostrar fortaleza en su relación con Surinam y con el futuro secretario general. Por otro, podría optar directamente por desfinanciar la OEA, vaciándola de recursos y dificultando su funcionamiento. Dado el contexto de incertidumbre, podrían pasar ambas cosas a la vez".
Otro punto a considerar de cara a esta elección en la OEA es la crisis migratoria que está sufriendo el continente. "Me pareció de interés algo que dijo Ramdin en su discurso, que es que la cuestión migratoria sería mucho más manejable si existieran políticas comunes entre los Estados. Por políticas comunes él se refiere especialmente a aquellas que buscan hacer frente a las causas de la crisis migratoria, especialmente violencia y desempleo. Pensemos en la situación del tapón del Darién. Es un tema gravitante que se le suma en los últimos meses a las medidas que ha adoptado y que dice que adoptará la administración Trump. Entonces tenemos un tema fundamental a resolver y ahí puede haber un cambio sustancial", expresó Bas.
¿Cómo funciona la elección?
El ganador de estos comicios tiene que ser de un país distinto al de su antecesor, en este caso Uruguay, y recibir el voto de al menos 18 de los 34 Estados que conforman la OEA. Dentro de estos 34 países figuran Cuba y Venezuela, aunque no tienen representantes en la organización y no emitirán su voto. La elección se llevará a cabo este lunes durante una sesión del Consejo Permanente de la OEA, reunido en la sede central del organismo, en Washington, con la participación de varios cancilleres de la región.
Hasta el momento en el que inicie la reunión, todavía se pueden presentar candidatos alternativos a Ramdin. Una vez iniciado el encuentro, el representante de cada país depositará su voto de forma secreta en una urna y se llevará a cabo un recuento a mano. El reglamento prevé hasta cinco votos en una misma sesión y si nadie cosecha los 18 votos necesarios, la OEA deberá reiniciar todo el proceso otro día.