“La salud del paciente oncológico empezó a pender de un hilo”. Así definió Ana Camejo, de la fundación Pacientes Adultos Oncológicos Salta (PAOS), la situación de este grupo en el marco de la decisión del Ministerio de Salud de la Nación de absorber el Instituto Nacional del Cáncer (INC).
El Gobierno nacional justificó la decisión en el fin de “eliminar duplicidad de tareas, tener un mayor control de las acciones y cumplir con sus funciones de una manera más eficiente" y aseguró que esto se hará "manteniendo y garantizando programas, acceso a medicamentos y tratamientos”. Sin embargo, para Camejo, como para muchos otros, esto implica el cierre de una institución que “venía realizando tareas como la prevención de cáncer de mama, útero y colon, que son los de mayor porcentaje”.
Por su parte, la presidenta de la Fundación “Natali Dafne Flexer”, Edith Grynszpancholc, aseguró a Salta/12 que el INC “continúa funcionando dentro del Ministerio y esperamos que sea para mejor. No genera cambios para el paciente en forma directa”.
Por el contrario, para Camejo, la situación de las personas que padecen enfermedades oncológicas es precaria desde que para el Gobierno nacional “somos un número en rojo”, por los costos que implica un tratamiento para quienes deben acceder a las quimioterapias.
Camejo eumeró diversos problemas que empezaron a atravesar los pacientes desde la asunción de Javier Milei. El principal es la falta de medicación que antes era provista por el Gobierno nacional.
De hecho, fuentes hospitalarias que atienden a pacientes adultos con cáncer indicaron que la medicación fue suspendida desde agosto del año pasado.
“Mucha gente falleció en 2024 por la falta de medicación”, dijo Camejo. Añadió que otro de los problemas fue el paso de la motosierra por el Centro de Referencia (CDR) del ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que en la ciudad de Salta se conocía como “la Benito Graña”, dado que estaba sobre esta calle.
“Allí el paciente oncológico iba y pedía toda la medicación oncológica y realizaba la tramitación pertinente, o todo lo que tenía alto costo como las prótesis”, recordó. Y es que hay cirugías que muchas veces involucran la extracción de partes del cuerpo para hacer estudios con el fin de determinar el tratamiento adecuado. “Entonces se dejaron de hacer muchas cirugías por la falta de prótesis”, dijo Camejo.
La compra tenía que ser tramitada mediante la ex Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), ahora reemplazada por la Dirección Nacional de Asistencia Directa Compensatoria (DINADIC). “Había un empleado aquí en Salta. Pero le informaron que será desafectado y se quedó sin trabajo”, afirmó la referente de PAOS.
Camejo recordó que en febrero anunciaron “que se eliminaba Cuidados Paliativos del Ministerio de Salud de la Nación”. El Programa apuntaba a contener a la persona que padece cáncer en todas las consecuencias que la enfermedad deja a nivel físico, emocional y mental.
“El presidente de la Nación está haciendo un abandono de persona. Porque somos ciudadanos que no somos productivos porque a partir de la enfermedad o trabajamos para producir o dejamos de trabajar y nos dedicamos a curarnos para tener una posibilidad de vida”, reflexionó Camejo ante la situación que atraviesan los casi 450 pacientes adultos con cáncer de la provincia que no tienen obra social y por lo tanto deben ser atendidos por el Estado.
A cargo de la provincia
Frente a esta situación, Camejo recordó que a inicios de 2024 los pacientes oncológicos se movilizaron cuando empezó a escasear alguna medicación, lo cual fue el preludio de lo que se venía. Las manifestaciones se hicieron en la Casa de Gobierno provincial y lograron que se dé solución para continuar con los tratamientos.
Ya en julio del año pasado, el ministro de Salud Pública de Salta, Federico Mangione, había indicado que la provincia afrontaba un costo de 5 mil millones de pesos por mes por la falta de cobertura de la Nación de medicación y órtesis.
Camejo reconoció que a nivel provincial “se hace lo que puede y no hay queja porque la provincia hace todo lo que está en sus manos y por eso no pasamos tantas necesidades como en otras provincias del país donde es desesperante la situación”.
De hecho, cuando se suspendió el Programa de Cuidados Paliativos, se indicó que el Hospital San Bernardo tiene su propio programa. Ante la falta de entrega de la medicación desde el año pasado, la farmacia hizo preparar “metadona GTS y morfina” para poder tratar a los pacientes que asisten a ese Hospital y que se encuentran en estado terminal.