Víctor Hugo Morales criticó la escasa
asistencia que prestó el gobierno nacional ante la catástrofe que
atravesó la ciudad de Bahía Blanca, advirtió que la administración
de Javier Milei debería disponer de 400 mil millones de pesos para
la reconstrucción de la localidad que ha sido arrasada por el
temporal y señaló que el Presidente tuvo una actitud cobarde al
evitar viajar a la zona del desastre. En su editorial de la AM 750,
recordó además que el Ministerio de Capital Humano que comanda
Sandra Pettovello acaba de desmantelar el área de asistencia ante
situaciones de emergencia.
El editorial de Víctor Hugo en la 750
Ante la catástrofe de Bahía Blanca,
el dolor que traspasa a todos los argentinos busca intérpretes que
puedan paliar esa angustia. El gobierno nacional deberia disponer de
$400 mil millones, pero no hay plata, dice, y entonces ofrece 10 mil
millones, el 2,5 de lo que se necesita. Se parece esa ayuda que todos
recuerdan, aquella de un año atrás, cuando les dijo arréglense
como puedan, “plata no hay”.
Con ese recuerdo y un anuncio tan
cipayo de guardar la plata para el Fondo Monetario. Con eso bastaría
para entender el mal rato que paso Bullrich cuando aparecio en Bahía
Blanca, abucheada, rechazada, en un viaje de corte mas electoral que
solidario.
Milei no se anima a ir, cobardea, lo cual es peor: al menos Bullrich puso la cara. Milei, frustrado porque se perdió la fiesta de la vendimia, se quedó a monitorear la tragedia..
Imagínenlo, sentado en el living
acariciando a Conan - ¿vive Conan? - como distraído y calculando
que lo arregla con 10 mil millones de pesos.
Piensen: Sandra
Pettovelo había desmantelado tres dias antes la Direccion Nacional
de Asistencia en situaciones de Emergencia. Entre los 2.000 despidos
hay áreas que podían ocuparse con oficio de aquello que solo puede
reparar el estado.
Andá a pedirle a los privados, Milei.
Pediles que te ayuden ahora a tus héroes de la riqueza que pongan un
mango. Rocca, Caputo, Magnetto. Es el Estado el único que se puede
ocupar. Pero mirá qué mala suerte, Milei, el Estado sos vos y lo
despreciás.
Andá con las monedas a Bahía
Blanca, llevá tus 10 mil millones, llevá algunas cripto de tu vida
de estafador. Llevá a Karina, hoy hasta La Nación denuncia que era
la jefa de toda esa banda despreciable, que será atendida como una
reina, llevá a los socios de Karina y los tuyos, pongan una cripto,
pero hacé algo.
No vale la pena resaltar que Axel Kicillof sí
pudo ir. Sencillamente porque su concepto es otro. Porque sabe estar
con la gente y puede estar con la gente.
No es tan difícil: se trata de dar el tiempo a quienes lo necesitan y no a los aprovechadores de las falsas monedas.
Bahía Blanca ha despertado la solidaridad después de la perplejidad ante tamaño desastre natural. Aparece lo mejor de los argentinos, empezando por la propia gente de la ciudad, que ha hecho un culto del compañerismo,el apoyo y la fraternidad, mientras les escasean las caricias del Estado nacional, Bahía Blanca se refugia en el abrazo y, siempre, en la esperanza.