Por primera vez desde los años 90, el Banco Nación emitirá deuda en pesos y en dólares en el mercado local y en el exterior para fondear la oferta de créditos, principalmente hipotecarios. El endeudamiento coincide con la decisión del Gobierno de descapitalizar la entidad el año que viene en 20.000 millones de pesos para transferir esos fondos al Tesoro. El presidente de la entidad, Javier González Fraga, sostuvo que eso no afectará la oferta de créditos, pero adelantó que saldrá a buscar fondeo mediante aumentos en la tasa de interés para los depósitos a plazo, estimular el ahorro a través de cajas que indexan por los precios de los materiales para la construcción y colocar bonos en el mercado. Según confirmó a PáginaI12, la colocación será en el segundo semestre de 2018. Respecto a la suba de tasas para los préstamos hipotecarios ajustados por UVA, aseguró que impactará en marzo del año próximo y que, en parte, responde al costo con que espera financiarse mediante la emisión en el mercado. También defendió la designación de la hermana del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para ocupar una silla en el Directorio del BNA (ver aparte).
La reunión con periodistas de distintos medios, entre los que participó PáginaI12, tuvo lugar en un “departamento” dentro del Nación que los funcionarios y presidentes de la entidad utilizaban para quedarse a dormir. González Fraga presentó allí algunos indicadores de su gestión y rápidamente abordó, en la mayoría de los casos antes de que se le preguntara, aquellos temas más controversiales, como la designación de Mariana Triaca como directora, el supuesto préstamo por 4000 millones de pesos a MercadoLibre, que debe 500 millones de dólares a la AFIP y el giro de capital y utilidades al Tesoro.
En el Presupuesto 2018 se incorporaron dos artículos con el objetivo de que el BNA financie al Tesoro con 20 mil millones de pesos en 2018 y a partir del año siguiente, con hasta el 20 por ciento de sus utilidades. Para ambas decisiones se estimula una reforma de la Carta Orgánica. “Es una descapitalización que no me motiva ni me alegra, pero es algo natural que suceda, aunque también es cierto que había otras alternativas”, aseguró al respecto González Fraga. Consultado por este diario no quiso ahondar en las alternativas que propuso a esa transferencia. Según detalló, el capital requerido sobre activos generaba un excedente de unos 56.000 millones de pesos que, de seguir la entidad con el mismo nivel de actividad, se absorbería en dos o tres años. “Además el banco cobró del Estado nacional en los últimos cuatro años 120.000 millones de pesos en intereses”, agregó el funcionario.
Pese a que insistió en que se trata de un sobrante de capital, reconoció que para continuar ampliando la oferta de crédito hipotecario y a las micropymes necesitará endeudarse en el mercado por primera vez desde fines de los 90. “La emisión se realizará a partir del segundo semestre, en pesos, en dólares e indexados en UVA (inflación), y las series se ofrecerán tanto acá como en el exterior. Se emitirá también un bono ‘verde’, cuyo activo serán los créditos otorgados a empresas que califican como sustentables”, detalló González Fraga.
El directivo indicó que anticipándose a una tasa cercana al 5 por ciento que le pedirá el mercado, el banco ajustará entre 1 y 1,5 puntos la de los créditos UVA, que terminará con un aumento de diez a quince puntos en el valor de la cuota. El funcionario aseguró que ese efecto en los créditos hipotecarios se podrá ver recién en marzo próximo, dado que actualmente existen 100.000 trámites de préstamos pendientes. También deslizó la posibilidad de un ajuste de las tasas de los microcréditos, pero con una mayor flexibilización en las condiciones de acceso. “Si le presto a cinco y hay uno que no paga lo puedo compensar con el resto. Esa es la idea. Acá se hace un culto por la incobrabilidad y no es lo más importante cuando se trata de microcréditos, sino de acceder”, aseguró.
El titular del BNA desmintió que le haya prestado 4000 millones de pesos a MercadoLibre, la empresa de Marcos Galperín que enfrenta un reclamo de la AFIP por impuestos impagos por 500 millones de dólares. Según dijo González Fraga, la firma sólo pidió un análisis de riesgo y se le asignó un monto preaprobado de 4000 millones de pesos. “Pero después no se acordó ni la tasa de interés ni el desembolso”, aseguró. En el marco de la reestructuración que lleva adelante el Nación, confirmó que hubo retiros voluntarios de unos 500 empleados en los últimos meses (el plantel bajó de 18.500 a 18.000) y ahora contrató a una empresa para que haga una purga en el área gerencial. También cerrará sus sucursales en Río de Janeiro, Caracas, Porto Alegre, Panamá y Gran Caimán, estas últimas porque dan un mal perfil al banco ante la mirada de organismos internacionales.