El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Roberto Falistocco, les tomó juramente ayer como ministros del máximo tribunal a Jorge Baclini y Margarita Stoblizer, dos de los tres postulados por el Poder Ejecutivo para “renovar” la cúpula del Poder Judicial provincial, cuyos pliegos fueron aprobados el 13 de febrero pasado por la Asamblea Legislativa. La jura fue también un hecho político: el propio gobernador Maximiliano Pullaro se refirió a una "renovación" que debe "permitir que la Justicia de Santa Fe sea más eficiente y preparada para los tiempos que corren", y al mismo tiempo, forzó los límites de la independencia de poderes, al rechazar el garantismo. 

"Durante muchos años el garantismo terminó impactando de una manera negativa en la seguridad pública. Nosotros entendemos que una persona que comete un delito de manera reiterada, debe quedar presa y no en libertad cometiendo más delitos. Esperamos que se le pueda mostrar a la ciudadanía que estamos transformando el Estado en este punto también”, dijo el gobernador (ver aparte). 

Baclini es un hombre ligado a Pullaro, y Zabalza, una abogada con militancia en el Partido Socialista (PS) y desempeño en las administraciones públicas municipal y provincial. En ambos casos, cuentan con trayectorias académicas y biografías laborales que acreditan conocimientos para el cargo, por lo que los cuestionamientos que recibieron quedaron circunscriptos al orden político.

A la hora del juramento, tomado por el presidente Falistocco, Baclini dejó en manos de “Dios y la Patria” la demanda en caso de no cumplir la promesa de “desempeñar conforme a la Constitución y las leyes” el cargo asignado, mientras que Zabalza lo encomendó a “la Patria y el honor”.

Las cuatro E

Baclini se mostró emocionado y se preguntó “quién me iba a decir a mí que en aquella calurosa mañana del 20 de febrero de 1990, cuando ingresaba por la puerta de los tribunales de Rosario a desempeñar funciones en la mesa de entrada del Juzgado de Instrucción 9ª, hoy me iba a ver aquí como ministro de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe”.

Recordó que “es mi séptimo y último juramento en el Poder Judicial de Santa Fe, lo que lo convierte en un momento único e irrepetible”, para señalar que las ganas y el entusiasmo que guiaron su trayectoria “están mucho más fuertes” ahora.

En cuanto a su función, Baclini dijo que “en la función judicial debemos velar fuertemente por la independencia judicial, la división de los poderes y la preservación de la República” y agregó que “la provincia se encuentra en un momento histórico, porque se está por reformar su Constitución, y creo que es imprescindible bregar por un Consejo de la Magistratura que trabaje en la propuesta para la designación de jueces y fiscales y para el juzgamiento disciplinario, con una composición equilibrada”.

Además, sostuvo que en su función como ministro del alto tribunal va a aplicar “lo que llamo las cuatro E: excelencia, eficiencia, eficacia y efectividad. Para estos objetivos son muy importante los diagnósticos y las estadísticas para saber donde estamos, identifcar los problemas y ejecutar los cambios”.

Conflicto humano

Zabalza, a su turno, también hizo uso de la palabra luego de la toma de juramento y dijo: “Hoy no es un día más en el contexto histórico, político e institucional de Santa Fe”, y destacó que llegaron "a este proceso como consecuencia de acuerdos políticos trabajados, debatidos y de cumplir lo que manda la Constitución para que esta Corte se renueve”. No lo dijo, pero la referencia al cuestionado proceso que atraviesa el máximo tribunal nacional fue clara y directa.

“Y eso no es menor, estamos viviendo en un momento político complejo, donde pareciera que todo da lo mismo y que no hubiera que respetar las instituciones”, abundó, por si no había quedado claro antes. A la vez, Zabalza reafirmó su “compromiso de que la Constitución y los tratados internacionales van a ser la guía de mi camino”, para señalar que no hay que olivarse “que detrás del proceso (judicial), la esencia es lo humano, son los seres humanos que están detrás de los expedientes que nosotros resolvemos”.

“Hay conflictos humanos, tenemos la enorme responsabilidad de recuperar lo humano en cada uno de los procesos”, insistió la abogada egresada de la Facultad de Derechos de la Universidad Nacional de Rosario, especialista en temas tributarios.

En relación al discurso de Baclini, que ponderó el empleo de la inteligencia artificial en el Poder Judicial, Zabalza sostuvo: “Incorporemos y discutamos la IA, pero cómo, cuándo, para qué”. 

Según la nueva integrante de la Corte, “tienen que tener una finalidad que no puede ser solo reducir costos y la eficiencia, sino responder a los conflictos humanos que hay detrás de los expedientes que resolvemos”.

Por último, sostuvo que a partir del nombramiento de los dos nuevos ministros, “vamos a tener una Corte plural, con diversidad de miradas, de origen, de género y de especialidades” en el universo del derecho, por lo que planteó que “esa diversidad hay que potenciarla”.

Lo que falta

El tercer pliego aprobado por la Legislatura para los cambios que el gobernador desea en la Corte –que según declaraciones previas consisten en conceptos generales como “una justicia más barata, moderna y ágil” es el de Rubén Weder, acordado por el Ejecutivo con el ex gobernador Omar Perotti. Pero como las vacantes existentes hasta ahora son dos, de modo tal que Zabalza y Baclini juraron ayer.

En 2 de abril próximo, según confirmó, iniciará los trámites previsionales la jueza María Angélica Gastaldi, la primera mujer en integrar la Corte santafesina, quien fue designada por el ex gobernador Carlos Rejutemann –el anterior “oxigenador” del máximo tribunal- luego de que fuera diputada provincial del peronismo y defensora del Pueblo. Esa vacancia la ocupará Weder, quien se desempeñó como Fiscal de Estado durante la gestión de Perotti en la Casa Gris (2019-2023).

Baclini y Zabalza asumieron ayer sus cargos en el máximo tribunal de justicia de la provincia por la jubilación, en diciembre último, de Mario Netri, y la ampliación por ley de la Corte de seis a siete miembros, en lo que el oficialismo denominó “reforma judicial” pero que sólo tiene alcances sobre la cúpula del Poder Judicial santafesino.

El Gobierno procura que también dejen sus cargos –por haber superado la edad que indica la Constitución, 75 años- Eduardo Spuler, Rafael Gutiérrez y el actual presidente, Falistocco. Los dos primeros asumieron durante la gestión de Reutemann: uno fue abogado personal del ex gobernador y el otro era primo político. Falistocco, en tanto, llegó a la cúspide del Poder Judicial en 1990 luego de ser funcionario del gobierno del Víctor Reviglio.