La Universidad de La Plata se ubicó en el primer lugar a nivel provincial, el segundo lugar a nivel nacional y el decimonoveno en el plano latinoamericano entre las instituciones académicas y de investigación más destacadas de la región en la última edición del SCImago Institutions Rankings (SIR) 2025.

“La Universidad Nacional de La Plata se consolida como una universidad de referencia para la región y el mundo”, dijo el presidente de la institución, Martín López Armengol, a Buenos Aires/12. “Es un reconocimiento que refleja el esfuerzo de nuestra comunidad académica y reafirma nuestro compromiso con la producción de conocimiento, la innovación y la formación de profesionales de excelencia”, apuntó.

El contexto para el sistema universitario argentino no es el más alentador. Luego de un turbulento 2024 donde Javier Milei orquestó todos los mecanismos posibles para desfinanciar a las universidades, dos masivas movilizaciones lograron torcer el brazo del Gobierno nacional y permitieron, al menos, una actualización en los gastos de funcionamientos de las casas de estudios. 

A pesar de este cuadro de situación, la UNLP mantuvo los números alcanzados en 2024. Entre todas las instituciones argentinas, la casa de estudios platense tuvo por encima únicamente a la Universidad Nacional de Buenos Aires. Pero, en territorio bonaerense, repitió el primer puesto, dejando atrás a la Universidad Nacional de San Martín y a la de Mar del Plata.

Los datos surgen del último informe del SIR. Se trata de una clasificación internacional mediante una plataforma web ideada por SCImago lab, mediante la cual se evalúan a más de 9 mil instituciones académicas y de investigación a partir de un indicador que combina tres conjuntos de variables: rendimiento en investigación, resultados de innovación e impacto social, medido a través de la visibilidad web.

El 50 por ciento de la puntuación depende del desenvolvimiento en materia de investigación. Allí, el ranking analiza el impacto de las publicaciones de la universidad, la cantidad de documentos con los que contribuye la institución, revistas propias y colaboraciones internacionales.

En lo que respecta a la innovación, la clasificación se nutre de un 30 por ciento de esta variable. Se toman en cuenta los patentamientos, la producción científica y cuánta de esa producción es citada en patentamientos.

La tercera agrupación de variables es la social, donde este último año se le sumaron tres nuevos factores de medicación. Se trata del número de documentos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por las Naciones Unidas, la cantidad de autoras femeninas en diferentes de artículos científicos de una institución y su impacto en el diseño de políticas públicas.

“Los rankings internacionales, como el Scimago, nos permiten evaluar el impacto de nuestras políticas académicas y científicas”, analizó López Armengol, que sostuvo que “si bien no son un fin en sí mismos, constituyen una herramienta clave para monitorear nuestro desempeño y seguir fortaleciendo el rol de la UNLP como referente educativo en la región”.

En total, son 20 los factores que inciden en la medición. Con la conjugación de todos ellos, la UBA encabezó el listado a nivel nacional, seguida de la UNLP, en tercer lugar la Universidad Nacional de Córdoba y en el cuarto el del Litoral. Recién en el quinto escalón aparece la UNSaM, la segunda en el plano provincial.

A nivel regional, el primer lugar quedó en manos de la Universidade de Sao Pablo, seguida por la Universidad Nacional Autónoma de México. En el puesto número once aparece la UBA, que encabeza el listado argentino, y el decimonoveno volvió a ser de la UNLP. 

Además, en el Índice de Transparencia Activa de las universidades nacionales elaborado por la Agencia de Acceso a la Información Pública, la UNLP se ubicó en el quinto lugar. A nivel provincial, estuvo por detrás, únicamente, de la Universidad Nacional de Lanús y de la de Mar del Plata

La paradoja es que el índice lo elabora el Gobierno nacional. Bajo sus propios parámetros, muchas universidades se ubicaron como "más transparentes" que el propio Ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello, máxima responsable del sistema educatico nacional tras la desjerarquización del Ministerio de Educación de la Nación.