“Es la manera que tenemos de comunicarnos: buscar ahí algo que nos sacuda entre todos”, considera Juan Serén. El poeta volvió a hacer yunta con el Quinteto Criollo González Caló (dirigido por ese bandoneonista) y el resultado es Escaleras, candilazos y baldíos, un disco que se presentará este miércoles 12 a las 21 en Clásica & Moderna (Av. Callao 892). La placa reúne composiciones de Mariano González Calo, de Serén (alguna en dupla), y también una de Julián Peralta.

“Nos pareció necesario sacar canciones que estaban alrededor y que todavía no encontramos otro formato mejor que el del disco como para poder expresarlas”, reflexiona el poeta y cantor. “En estos tiempos que todo parece que es velocidad de urgencia, donde no hay tiempo muchas veces para escuchar, un disco sigue siendo algo vital, por eso no sé si había búsqueda, sino necesidad en hacer esto”, plantea.

Hay, sin embargo, una búsqueda que Serén reconoce en las inquietudes de su compadre Mariano y es la búsqueda de una sonoridad relacionada a lo actual y que incluye tangos –claro-, milongas –tan criollas como sea posible- y valses, pero también una polka acriollada. “Por ejemplo, para el primer tema, que da nombre al disco, Calo pensó la canción a partir de un tango, pero como si fuera un trap”, señala. “Pero no nos sale un trap, no sale lo que consideramos que también somos, como un híbrido entre lo actual y lo tradicional”.

La música criolla aquí se monta sobre un formato de quinteto, una forma menos frecuente para la corriente, más habituada a los grupos guitarreros. “Si pensamos al Quinteto, se trata como la formación de Troilo - Grela, de alguna manera buscamos encontrarnos con esa tradición, traerla y escuchar qué dice sobre lo que sucede en la actualidad”, explica Serén. “Pasolini dice ‘yo soy una fuerza del pasado’ y creo que eso resume lo que expresa el quinteto: una fuerza del pasado que empuja sobre el presente, no podemos omitir esas músicas que son imprescindibles y que seguimos necesitando escuchar, pero traer para acá no significa reproducir aquello tal cual sino encontrarnos con que los tiempos cambian”, propone. “En este desasosiego al menos yo no puedo seguir cantando aquellos viejos éxitos, sino que de ellos aprendo como para poder transmitir algo que está pasando hoy”.

Habitués muchos de los músicos del Quinteto –y el propio Serén- de transitar otros géneros, Escaleras, candilazos y baldíos no escapa a ese influjo, reconoce el poeta. “Hay una cuestión de sumar nuevos estilos siempre pensados desde lo criollo, como la polka. Yo creo que no debe haber muchas polkas dando vueltas”, comenta. “Estamos buscando también mantener eso, que no se pierdan ciertos géneros en el ámbito del tango, pero yéndonos también por el camino del folklore, que es un poco el recorrido que hace el quinteto desde lo musical, y por otro lado también sumando el ritmo de la murga. Son cosas que nos inquietan desde el primer día y que seguimos tratando de que nos aparezcan, de que nos sigan inquietando, porque bueno, hay músicas que nos interesan y creemos también que se pueden seguir defendiendo a partir de este formato. Pero por otro lado nos interesa que sigan rodeando a una comunidad que es la comunidad tanguera”.