River denunció penalmente al magnate estadounidense Foster Gillett y al empresario Guillermo Tofoni debido a la frustrada venta del mediocampista cordobés Rodrigo Villagra.
"La maniobra desplegada por los empresarios causó graves perjuicios al patrimonio del club. Se considera desbaratamiento de derechos acordados", afirmaron desde River.
La situación entre el empresario y la institución de Núñez estuvo en un momento complejo puesto que, en la negociación por el jugador, el grupo inversor del estadounidense debía desembolsar 10 millones de dólares para la rescisión del contrato de Villagra, pero el dinero no apareció. Por este motivo, el jugador y el club porteño optaron por dar de baja el acuerdo.
El grupo inversor intentó realizar una maniobra que terminó sin un objetivo en concreto. El Millonario le había vendido el 50% del pase del pase del futbolista al CSKA de Moscú por 5 millones de dólares.
A pesar de cerrar la venta, River analizó que podría vender a Villagra por un monto mayor. Por este motivo, en el reclamo a Foster, la institución de Núñez aclaró los "graves perjuicios al patrimonio del club".
No es el primer caso que terminó con un futbolista sin la posibilidad de entrenar y un club que no recibió el monto acordado. Por caso, Valentín Gómez sufrió un desenlace similar cuando Gillett concretó una negociación formal con Vélez Sarsfield por la compra del zaguero de 21 años.
El empresario debía abonar 10 millones de dólares para sellar el acuerdo para enviar a Gómez al Udinese de Italia. Pero el capital nunca fue depositado en la cuenta de la institución de Liniers, por lo que el jugador no tenía la posibilidad de realizar ningún tipo de entrenamiento junto al plantel profesional del conjunto italiano. Hasta que se cayó la negociación y Vélez volvió a tener el 100% del pase del defensor.
Llegó el colombiano Castaño
Tras arduas y larguísimas negociaciones, River le compró el pase de Kevin Castaño al Krasnodar de Rusia. La transacción, que en principio estaba cerrada en 9 millones de dólares, finalmente terminó siendo mucho más onerosa: 13,8 millones de dólares brutos se pagaron por el futbolista de 24 años, que se convirtió así en la segunda ficha más cara en la historia del club de Núñez.
El mediocampista colombiano llegó este martes al país para completar la revisión médica correspondiente, firmar el contrato, convertirse en nuevo jugador millonario y entrenar bajo las órdenes de Marcelo Gallardo. "Soy hincha del club desde niño", reconoció el futbolista.
Cuando quedaban dos días para que finalice la extensión en el mercado de pases, los de Núñez cerraron un nuevo refuerzo. Después de varias idas y vueltas, River había logrado que el equipo ruso aceptara desprenderse del porcentaje de la ficha del jugador que poseía (70%) por menos de 10 millones de dólares. Luego de presentar avales, concordar en un plan de pago y cruzar la documentación pertinente, apareció Cruz Azul y exigió que se les comprara a ellos el 30% restante.
Aquí fue cuando fueron los números se fueron a las nubes. Ya con todo listo para sumar al mediocampista, la demanda del club mexicano podía llegar a hacer caer el pase. River se vio sin tiempo y urgido por cerrar el traspaso y terminó por aceptar la ficha por la friolera de 13,8 millones de dólares.
Con esa cifra final, solo queda por detrás de la compra de Lucas Pratto a comienzos de 2018, cuando entre los 11 millones fijos -y otros tres variables- abonó 14 millones de dólares por el delantero que terminó anotando dos goles decisivos en la final de la Copa Libertadores ante Boca.
Pedido expresamente por Gallardo, se trata de una apuesta muy arriesgada, pero que en Núñez creen que saldrá bien. Cabe señalar que, en esta misma temporada, River abonó 10 millones de dólares al Austin de la MLS para repatriar a Sebastián Driussi.
"La verdad que estoy muy emocionado de llegar a River. Soy hincha desde niño, es un sueño muy grande para mí, esa es la verdad. A muerte con estos colores", afirmó el futbolista al periodista Sebastián Srur en un audio que trascendió en las últimas horas en redes sociales.
El volante cafetero llega a River con el objetivo de convertirse en ese jugador que acompañe a Enzo Pérez y le traiga solidez al equipo, algo de lo que careció en lo que va del año, a excepción del último enfrentamiento ante Atlético Tucumán que terminó en victoria por 1-0.
"Muy agradecido por absolutamente todo. Hemos hecho un esfuerzo muy grande todos, mi equipo de trabajo, yo", concluyó Castaño, en referencia a la voluntad de todas las partes para que se concrete la compra.