El DNU con el que el Gobierno intenta validar -sin pasar por el Parlamento- un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario (FMI), no logró el día de su publicación un efecto positivo en los mercados, que arrancaron con bonos y acciones arriba del 5 por ciento y terminaron con mejoras módicas y el Riesgo País trepando a cerca de 730 puntos básicos.
Más allá de que fuentes del organismo confiaron a Página/12 que se sigue trabajando y que se arribará a un acuerdo, en el tiempo que pasa hasta que eso ocurra el Presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo vienen soltando lastre casi a diario para apurar los plazos.
En las últimas horas ocurrieron dos hechos en esa línea, que son parte de la crónica de libertarios desesperados por dólares del organismo: el primero, Caputo terminó dinamitando la teoría de una macro estable y una economía sólida al admitir, en el texto del DNU, que la crisis actual amerita un acuerdo "inmediato" por "la gravedad de la situación". El segundo y más fuerte, que un informe de la consultora del ex libertario Ramiro Marra filtró datos muy detallados del acuerdo, muchos de los cuales el Gobierno decidió ocultar y que no están entre las líneas de las 10 páginas del decreto que entró por el Senado horas atrás. Entre estos detalles, asegura que no habrá dinero para intervenir sobre la brecha cambiaria y hasta les pone fechas a los desembolsos.
¿Información privilegiada?
Expulsado de la Libertad Avanza por sus internas con la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, el ex legislador porteño Ramiro Marra sigue con un pie puesto en su consultora, Bullmarket. En un reporte reciente enviado a clientes al que accedió este diario, la firma de Marra detalla en demasía puntos del acuerdo hasta ahora desconocidos. Sobre todo, afirma que no se podrá usar el dinero del FMI para calmar el dólar, tal el anhelo oficial.
Titulado "Acuerdo con el FMI: Detalles", Bullmarket asegura que los "Plazos de gracia y desembolsos" serán de 4 años y medio sin pagos al FMI. "Argentina no pagará hasta octubre del 2029", destacan. Y agregan que "la renovación de vencimientos será hasta 2029 por 13 mil millones de capital. (Con) Extensión del plazo de devolución hasta el 2025".
Lo más jugoso aparece en el capítulo "Uso de los fondos del FMI". Allí, el reporte afirma que "no se incrementa la deuda pública neta, se reestructura la existente. (Y los) Dólares serán usados para cancelar deudas con el BCRA y el FMI". Y destacan que habrá "Recompra de Letras del Tesoro". "Se usará parte del dinero para recomprar las intransferibles en el BCRA", precisan y suman que "La Primera recompra" será "el 1de junio del 2025, por 10 mil millones de dólares nominales. En 2029 vuelven vencimientos grandes, unos 12 mil millones por año entre 2031 y 2033".
Estas últimas líneas, donde se dice que la deuda no es deuda nueva sino que es para pagar la herencia, encajan con una movida oficial y mediática de las últimas horas. En sus redes, Caputo celebró la portada de un matutino que, casualmente, tenía la misma forma argumental del acuerdo con el FMI que se había bajado desde las usinas de la Casa Rosada a funcionarios de primera y segunda línea y al ejercito de trolls digitales.
Pero esto no es todo lo que agrega Bullmarket. Asegura que se viene "un alivio en el Calendario de Pagos: se diferirán pagos previstos por 13.100 millones de dólares de capital entre 2025 y 2028". Asimismo, "el alivio financiero total, contando intereses, podría ser de 20.600 millones de dólares". "No se eliminan pagos solo se postergan a años posteriores", detallan.
La conclusión del trabajo es que "el acuerdo da alivio inmediato al Tesoro al postergar pagos y permite reforzar reservas del BCRA con recompras de deuda. Y afirma, sin dudas, que "los dólares no podrán usarse para intervenir en el mercado cambiario, asegurando que su único destino sea la cancelación de compromisos previos".
La sed de dólares dinamitó el relato
Los plazos normales en la comunicación de un acuerdo con el FMI parten de una información ofrecida por el Staff en sus redes y de manera formal, y luego la posición, calcada, del Gobierno que cierra el pacto. Por eso, lo del DNU no sólo es un tema de institucionalidad violada, sino también una agitación forzada de un pacto que saldrá en semanas, pero no ahora.
Por todo esto, el Gobierno se vio forzado a hacer un DNU en el que tira por la borda el discurso de una economía sana y admite que el crédito del FMI es un salvavidas. Se precisó en estas líneas del decreto: "Que la gravedad de la situación descripta y la necesidad de: solucionar de manera inmediata la situación en la que se encuentra el activo de la autoridad monetaria del país y cancelar deuda con el FMI a los efectos de garantizar el órden público económico configuran circunstancias excepcionales que justifican el dictado de la presente medida", cita el texto.
Y agrega que "la exigencia imperiosa del dictado del presente decreto se desprende de la naturaleza de las medidas económicas involucradas, que requieren de su adopción inmediata para evitar el impacto que de otro modo podrían traer consigo en el escenario económico presente".