Las relaciones entre Estados Unidos y Canadá alcanzaron este martes un nuevo pico de tensión luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara nuevos aranceles del 50 por ciento sobre el acero y el aluminio canadiense, amenazara con cerrar la industria automotriz canadiense e insistiera en que el país vecino se convierta en el "estado 51" de Estados Unidos. Sin embargo, al final del día, el mandatario dio marcha atrás con la implementación de esos aranceles adicionales después de que el gobernador de Ontario, Doug Ford, suspendiera el aumento del 25 por ciento en el precio de la electricidad que esa provincia exporta a territorio estadounidense.