Mauricio Macri cada vez oculta menos su distancia con La Libertad Avanza y las escasas posibilidades de un acuerdo electoral, pese a que un sector del PRO sigue insistiendo con eso. El expresidente dejó dos definiciones como dos estocadas al flanco del Gobierno. Primero, opinó sobre el DNU que dictó Javier Milei para autoaprobarse la emisión de deuda externa sin pasar por el Congreso como indica la ley. “Demuestra la debilidad institucional en la que estamos", fue la sentencia de Macri, que ya había tenido expresiones parecidas sobre la designación de jueces de la Corte por decreto. El presidente del PRO también consideró que el Gobierno Nacional se tiene que hacer cargo de las obras de reconstrucción de Bahía Blanca y que "las tiene que hacer el Estado". Fue justo después de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hiciera volteretas retóricas para pasarle el tema a la provincia de Buenos Aires. Para completar los anatemas, Macri también advirtió que el cambio climático "no es un invento".
Cuando fue presidente, Macri emitió deuda sin pasar por el Congreso (claro está, en ese momento no existía la ley que lo obligaba a hacerlo, dictada justamente después de su Gobierno) y también nombró dos jueces por decreto, que luego ante el rechazo terminaron pasando por el Senado. No obstante, el expresidente le viene cuestionando a Milei ambas cosas. Cuando fue lo de los jueces por decreto de Milei, Macri ensayó una suerte de autocrítica y dijo: "La experiencia empírica me indica que la designación de jueces a través de un mecanismo como el utilizado por el gobierno no es correcta. Ratifico mi posición de que los jueces que ocupen los cargos más altos del Poder Judicial no pueden ser objeto de tanto rechazo"
Consultado por el DNU para autoaprobarse el acuerdo con el FMI, Macri dijo: “El Gobierno evitó la catástrofe que había dejado puesta Alberto Fernández, bajo la última dirección de Massa, que hizo cosas criminales. Hay que hacer otro buen acuerdo con el Fondo y darle la mayor institucionalidad posible. Sería bueno volver a poner el presupuesto sobre la mesa", volvió a reclamar sobre la ausencia de un Presupuesto 2025. Y sobre el decreto en particular, advirtió: “Demuestra la debilidad institucional en que estamos y no ayuda a generar confianza”. En el Congreso, no obstante, es improbable que el PRO colabore a bajar ese DNU, en este doble juego que sigue jugando el expresidente.
Pero está claro que no se está ya ante un Macri que elogie al Gobierno o que sea piadoso en su diagnóstico. Ya desde el escándalo de Libra, Macri comenzó a castigar a Milei con que estaba "mal rodeado" y se preguntó como no habían evaluado mejor a las personas con las que se reunió y a las que después apoyó al promover la estafa.
Con la inundación de Bahía Blanca, Macri volvió a golpear donde duele. El Gobierno estuvo haciendo malabares para desentenderse de su responsabilidad a la hora de la reconstrucción de la Ciudad. Francos dijo que era un tema de la provincia y del municipio. Luego dijo que podrían asistir, pero más tarde que el Estado no tiene que hacer obra pública, sino que se tienen que ocupar los privados. Macri captó el punto flojo del Gobierno y atacó con precisión: “Hay que poner en marcha esas obras, que las tiene que hacer el Estado, porque ahí está en riesgo la vida de la gente, la vida diaria de la gente”, les regaló el ex presidente, cada vez más lejos de La Libertad Avanza.
Y para frutilla de ese postre, Macri se metió con el cambio climático, del que Milei descree cuando no afirma que es una conspiración marxista. Macri dijo que la inundación tiene sus raíces en el cambio climático "que no es un invento". Una declaración obvia, pero que hoy en día parece casi revolucionaria.
Macri evitó responderle a Patricia Bullrich, que le había dicho que es el verdadero jefe de Gobierno porteño. No la quiso levantar, según dicen en el PRO. Tampoco contestó por ahora si será candidato a senador.
Pero el expresidente no terminó ahí sus críticas al Gobierno. Como estaba hablando en Expoagro, donde participó del corte de cinta, aprovechó para recordar que Milei no cumplió su promesa de bajar las retenciones. "La verdad, que entre la baja de precios, los aumentos de costos internos y el clima, el campo está muy finito. Ha hecho un esfuerzo el Gobierno, pero uno escucha y el campo espera más porque no dan los números y la verdad que las retenciones son un impuesto muy perverso", aseguró el líder del PRO, casi como si fuera un chacarero más. Y le recordó a Milei su contradicción: "Él dice siempre que hay que sacarlas, con lo cual creo que lo que necesitamos es acelerar más la motosierra, bajar más costos en el Estado que son inútiles para seguir bajando las retenciones de modo definitivo".