Los Sex Pistols levantaron el velo sobre los días hedonistas y a menudo violentos de la gira estadounidense de 1978 que desembocó en su disolución. En una nueva entrevista, la banda punk británica recuerda las sobredosis y las peleas que estallaron en su tristemente célebre gira por EE. UU., en la que se les unió Sid Vicious -Simon John Ritchie- tras la partida del bajista Glen Matlock en 1977.
Entre las anécdotas más impactantes de la entrevista publicada por The Times figura la revelación de que Warner Music había contratado a dos veteranos de Vietnam como guardias de seguridad para vigilar a la banda, y que utilizaron picanas para el ganado contra ellos. La discográfica había puesto una fianza de 1 millón de libras después de que se les denegara el visado de entrada en Estados Unidos en una visita anterior.
A los veteranos se les encomendó la tarea de asegurarse de que los músicos no se descontrolaban, lo que incluía golpear a Vicious cada vez que se portaba mal. "Su principal misión era impedir que Sid se drogara", cuenta el guitarrista Steve Jones. "Una vez, unos tipos de la revista High Times querían conseguirle a Sid algo de droga y filmarlo mientras se drogaba. Los guardaespaldas lo impidieron, para decepción de Sid".
El baterista Paul Cook agrega: "Eran unos tipos enormes y corpulentos con barba. Nos pasábamos la mayor parte del tiempo intentando escapar de ellos". Continúa revelando que utilizaban "picanas para ganado" para electrocutar a Vicious. "Les pareció muy divertido electrocutar a Sid con ellas", dice Cook. "Se volvía loco".
El manager Malcolm McLaren había organizado una gira de la banda punk por locales de clase trabajadora del sur de Estados Unidos donde, según la publicación, tenían "garantizado un éxito terrible". "Terminó siendo la ruina de la banda, el clavo en el ataúd", explica Cook. "Toda la gira fue un caos de principio a fin".
En otra parte de la entrevista, Cook recuerda cómo Vicious estuvo a punto de matar a un hombre en un concierto en San Antonio después de que golpeara con su bajo a alguien del público, pero falló y golpeó en su lugar a un representante de relaciones públicas de Warner. "Mientras tanto, el público arrojaba de todo al escenario, desde botellas hasta ratas y orejas de cerdo", cuenta Cook. "Habían leído que éramos demonios británicos que veníamos a destruir su país, así que pensaron que eso era lo que tenían que hacer".
Jones coincide en que estaban "todos hartos de las locas maniobras publicitarias de Malcolm" y recordó las altas tensiones que había en la banda en aquella época, afirmando que no había "buenos momentos" que pudiera recordar. La gira concluyó con un último concierto en Winterland, San Francisco, en enero de 1978, en el que John Lydon anunció la ruptura de la banda, preguntando al público: "¿Alguna vez tuvieron la sensación de que los engañaron?". Aunque se reunieron brevemente para realizar giras en los años noventa y 2000, la enemistad entre Lydon y sus compañeros de banda continúa hoy en día.
La formación de Sex Pistols cuenta ahora con Frank Carter, de 40 años, como frontman. "Es un karaoke. Eso es todo lo que será", dijo Lydon sobre la actual iteración de la banda. Cook, por su parte, afirma a The Times que "sé que la gente se queja de que no son los Pistols sin John, pero Frank fue un soplo de aire fresco".