La Coordinación de Epidemiología de la provincia informó ayer que se detectaron ocho casos de hepatitis A en el norte provincial. En este contexto Salud Pública emitió una alerta de brote en Embarcación y en Santa Victoria Este

A los cuatro casos de investigación de Hepatitis A en el norte provincial detectados hasta el 24 de febrero, se sumaron cuatro casos más. Según lo confirmó el director general de Coordinación Epidemiológica, Francisco García Campos, hay “dos puntos específicos” del brote en comunidades originarias, en los municipios de Embarcación, en el departamento San Martín, y Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia.

Tres de los casos fueron registrados en Embarcación y cinco, en Santa Victoria Este. Del total, cinco casos fueron confirmados por laboratorio y tres, por nexo epidemiológico. Además, se descartaron 19 casos y uno permanece en estudio.

“En los últimos 15 años la provincia ha presentado variaciones en la incidencia de la enfermedad. Durante los años 2010 y 2011 se notificaron 53 y 43 casos respectivamente, mientras que en 2014 se registró un brote significativo con 79 casos”, detalló el gobierno en un comunicado. 

García Campos especificó a Salta/12 que estos fueron los últimos brotes, ya que el año pasado la cantidad de casos no superaba los 6, todos en personas adultas.

En este caso en particular, los contagios se dieron en personas menores de 20 años, y un solo paciente es mayor de esa edad. Los ocho pacientes tienen edades de entre cuaatro y 26 años de edad.

Entre las personas de hasta 20 años de edad que contrajeron Hepatitis A hay quienes recibieron o debieron recibir la vacuna contra la enfermedad, dispuesta en el calendario de vacunación obligatoria desde 2005.

Según lo explicó en su momento la jefa del Programa de Inmunizaciones de la provincia, Adriana Jure, la vacunación protege del contagio o al menos evita que se desarrolle una forma grave de la enfermedad. Esta forma suele requerir trasplantes de hígado, práctica que se erradicó en el país desde 2007, cuando se hizo la última intervención en un paciente que tuvo que someterse a esa cirugía a raíz de la hepatitis A.

La provincia indicó que el aumento de casos registrados en la provincia acompaña el incremento a nivel nacional. En la semana epidemiológica 6 el Ministerio de Salud de la Nación notificó 24 casos de hepatitis A, de los cuales 12 son confirmados por laboratorio, localizados en CABA, Córdoba y Santa Fe. El resto, en Salta, Formosa y Chubut.

“No estamos hablando de brotes escolares”, aclaró García Campos al indicar que la escuela será uno de los organismos a través de los cuales se concientizará sobre la enfermedad. Pero también dijo que se revisará el calendario de vacunación de cada estudiante para corroborar que se encuentra inmunizado contra la enfermedad.

En la mesa de trabajo integrada por representantes de los ministerios de Salud Pública, Educación, Infraestructura, Ambiente, Desarrollo Social y el Ente Regulador, se decidió realizar acciones de prevención en conjunto.

Qué es la hepatitis A

La hepatitis A es una enfermedad de comienzo brusco caracterizada por fiebre, anorexia, náuseas y dolores abdominales, seguida a los pocos días por ictericia, coluria y acolia. La mayoría de los niños (80-90 por ciento) cursan la infección inadvertidamente. En los adultos las formas anictéricas llegan al 25 por ciento.

Se transmite principalmente por vía fecal-oral, cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada. En el hogar, esto puede ocurrir si la persona que cocina no se lava las manos correctamente o si, después de ir al baño alguien no se higieniza de manera adecuada y toca alimentos o utensilios que otras personas podrían llevar a la boca.

El virus también puede transmitirse por contacto físico estrecho con una persona infectada, como ocurre, por ejemplo, durante el sexo bucoanal. Sin embargo, no se propaga por contacto fortuito.

Prevención

La mejora del saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la vacunación son las medidas más eficaces para combatir la hepatitis A. La propagación de esta enfermedad puede reducirse mediante un abastecimiento adecuado de agua potable y segura, la correcta eliminación de las aguas residuales de la comunidad y prácticas de higiene personal, como lavarse regularmente las manos antes de comer y después de ir al baño.

La vacunación está incorporada en el calendario obligatorio desde 2005. La inmunización también está recomendada para la población de riesgo: varones que tienen relaciones sexuales con otros varones, mujeres trans, trabajadoras y trabajadores sexuales; personas con desórdenes de la coagulación; para quienes padecen nfermedad hepática crónica; personal de laboratorio que manipula muestras de virus de la hepatitis A. Personal gastronómico, personal de maestranza que maneje residuos y servicios sanitarios, personal de jardines maternales que asiste a niños menores de un año de vida, personas que viajan a zonas de alta o mediana endemia (en este caso el Ministerio de Salud no provee esta vacuna). En el caso de estar incluido en alguno de estos grupos de población de riesgo, es necesario presentar orden médica.

Otro método de prevención son las prácticas de higiene como el lavado frecuente de manos con agua y jabón. La utilización de lavandina concentrada al 1 por ciento para lavar todos los objetos que pudieran estar en contacto con materia fecal: baños, juguetes sexuales. Usar preservativo y otros métodos de barrera como campos de látex, guantes o dediles para todos los momentos de la relación sexual.