En un mes de marzo marcado por la memoria, el antifascismo y el antirracismo, a raíz de las efemérides del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, el Día de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavización y la Trata y el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, Negrx entrevistó a Luis Tabera, uno de los fundadores del emblemático Club Social y Deportivo de la Cultura del Barrio, para conocer su rica historia a 24 años de su creación.
Luis Tabera se define como “militante de acción antifascista desde hace 24 años”. Apenas tenía 15 años cuando se sumó a los primeros movimientos de desocupados. En el 2000 formó parte del movimiento de desocupado de Avellaneda, aunque brevemente. “Después ya hice más la mía” dice sobre el proyecto que arrancó en el año 2001, llamado Acción Antifascista Buenos Aires.
Desde muy joven te acercas a la política. ¿De dónde viene eso?
En principio era más esta cosa de ir con la historia. Había pasado lo de Cutral Có, y después un montón de cosas más en todo el país. Entendía en ese momento que la forma de organización del movimiento desocupado era lo que nosotros pensábamos que nos iba a contener como forma de organización. Después nos dimos cuenta que no, por varios vicios de los partidos políticos, nos vamos quedando afuera de esas formas. Y nosotros creemos en la forma de Acción Antifascista. Ahí empezamos a hacer nuestra organización desde cero. Ahí empezamos el antifascismo organizado en Buenos Aires.
¿Cuáles son los orígenes del antifascismo en Buenos Aires? ¿Por qué abrazan esta idea?
Nosotros lo que hacemos es traer esta idea de la Acción Antifascista, que ya venía avanzando en otros lugares. Lo había hecho el Partido Comunista en la década del 30. Nosotros abrazamos esa idea, pero con la reforma que se hizo también en Alemania. O sea, la ideología que nos contiene es el comunismo y el anarquismo. Nosotros agarramos esa forma que se dio de nueva organización ahí en Berlín, que tiene que ver mucho con la acción directa y también con la construcción política.
Nosotros la trajimos a Buenos Aires, somos la primera organización y, sin miedo a equivocarme también la única, que trajo esta nueva forma. Muchas de estas cosas de los finales de la década del 90, principios del 2000, eran peleas callejeras y demás. Y después, a raíz de nuestra participación en los movimientos de desocupados, empezamos a tener otra forma de construcción que era más desde lo positivo y no tanto de lo negativo. Pero bueno, nosotros entendemos que el antifascismo organizado nace de estas formas de organización. También teníamos los antecedentes en Francia de los Red Warriors, por ejemplo. Teníamos esa forma pero también estamos hablando de pibes de 20 años, éramos muy chicos y por ahí teníamos otras formas.
Cuando decís acción directa, para quien no conoce, ¿A qué te referías con esta idea?
Nosotros creemos y usamos la violencia como autodefensa. Creemos en defendernos y la usamos para eso. En su momento había enfrentamientos con grupos de neonazis en Capital Federal, que luego fueron desapareciendo por muchas razones, entre otras por nosotros y nuestras formas de acción. Las marchas también son acción directa. Después está la acción directa un poco más organizada, que es la de generar lugares, espacios, el día a día.
¿Cómo es eso?
Es la parte de las organizaciones, la de crear formas de organización desde cero. Hay un montón de organizaciones y, obviamente, nosotros tenemos una historia larguísima de formas de organización. Las fuimos encontrando. Primero hemos ocupado espacios, después nos dimos cuenta que esas formas no nos servían, hemos formado cooperativas de trabajo, pero no nos contenía del todo, hasta que encontramos, después de mucho tiempo de ir probando y probando formas de organización, nos encontramos que nos nucleamos en una institución, cosa que nunca pensamos que íbamos a suceder, pero creemos en formar instituciones desde cero, desde la base, con nuestro contenido ideológico, obviamente. Cuando hablamos de “más de organización y construcción", creemos en eso. Nosotros tenemos tres formas que nos siguen en toda nuestra historia, la organización de base, el apoyo mutuo y el generar alternativas. Creemos que en el generar alternativas está nuestra forma distinta a la del partido político tradicional.
¿Cuáles son algunos ejes que tiene que tener el antifascismo para categorizarlo como antifascismo organizado y no un antifascismo declamativo?
Yo creo que son estas tres formas que yo te marqué, sumado obviamente a que nosotros somos una organización de la clase obrera para la clase obrera, no nos corremos de ahí. Nosotros creemos que el faro que nos guía es la clase, después de ahí todo. Para nosotros es fundamental esto de generar alternativas para y por la clase obrera.
Con la creación del Club Social y Deportivo de la Cultura del Barrio, creo que ahí es donde nosotros podemos llevar a la práctica todo lo que decimos, o sea, el espacio en sí vendría a ser una creación nuestra, con nuestros principios, con nuestras formas, con nuestra ideología atrás. Me parece que es haber llegado a lo que nosotros queríamos llegar. Es un espacio que abre de lunes a lunes, trabajamos desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche todos los días. Por ahí los fines de semana cerramos un poco más tarde. Creamos fuentes de trabajo, creamos espacios de formación, tenemos aparte un proyecto que se llama Boxeo Popular en la Isla Maciel, donde se da boxeo y es un espacio de contención para niñeces y adolescencias. Creemos en la forma en que estamos llevando adelante las cosas. Somos una organización por fuera de todo partido político, sin recursos, somos autosuficientes en lo económico, para mí es la forma que tenemos de demostrar lo que somos.
Me parece que todos estos años nos da la coherencia de haber estado 24 años construyendo del mismo lado. Eso nos da contenido. Eso es lo que le falta hoy a todas estas nuevas formas que se dicen antifascistas. Me parece que es una etiqueta, es algo muy simplista. Nosotros creemos en otras cosas. No creemos que la gente de los partidos políticos puede ser antifascista, no lo creemos, tampoco somos gente cerrada, pero entendemos que las formas son las que nosotros llevamos hace 24 años, todo lo que se escape de eso, no sabría bien qué sería.
¿Desde cuándo existe la Cultura del Barrio?
Nosotros hace ya 14 años que formamos el Club Social y Deportiva la Cultura del Barrio. Varios años estuvimos en la informalidad total, sin tener nada, sin ser nada. Después de varios años de lucha nos dieron, porque ya no les quedaba otra, primero la personería jurídica y después el reconocimiento como Club de Barrio de la Ciudad de Buenos Aires. Somos básicamente una escuela de boxeo, porque nos reconoce la Federación Argentina de Boxeo.
En todo este camino lo que queríamos hacer es obtener estos reconocimientos. No porque necesitemos un reconocimiento, sino porque necesitamos que se entienda que el antifascismo organizado puede generar cosas a la altura de cualquier otra institución. Y eso es lo que hicimos. Hoy somos una escuela reconocida dentro de Capital Federal por las veladas de boxeo que se hacen, por la calidad de clases que damos, por las formas en que se dan las clases.
Queríamos armar una institución de cero, borrar todas estas cosas que vienen con el deporte de contacto como el racismo y el machismo. Tratamos de hacer una institución donde todo eso no tenga lugar. Armamos el primer club antifascista de Latinoamérica, con todo lo difícil que era arrancar una institución de cero, sin demasiados ejemplos. Al ser la primera en tu país es muy difícil tener otros ejemplos y compañeros. Después se fue entendiendo un poco más la idea, creemos que lo político es todo, no se puede separar, el deporte no se separa y tiene que tener este contenido político que nosotros se lo damos desde el antifascismo.
¿Qué disciplinas se practican en el club, aparte de boxeo?
De lunes a sábados hay turnos de boxeo desde las ocho y media de la mañana hasta las diez y media de la noche. Hay turnos de boxeo, turnos de muay thai también, de entrenamiento funcional, hay yoga. Hay un montón de actividades que se dan también fuera de lo deportivo. La parte de arriba es la parte deportiva. Pero también hay una parte social donde se hacen un montón de eventos que se dan casi siempre de jueves a domingo: presentaciones de libros, proyecciones, recitales, eventos, lo que se te ocurra, pasa en el club.
Me parece que es un lugar que también rescata un poco la vieja lógica del club de barrio, de puertas abiertas. En estos momentos de individualismo exacerbada, por ahí el compartir, el que la gente se sienta parte de algo, y que no es algo personal, sino que es algo colectivo, me parece que bueno, también es una de las pruebas de por dónde vamos. Y que en estos 14 años fuimos creciendo en gente, en convocatoria. Tenemos la suerte de que nos acompaña un montón de gente que entendió a dónde apuntábamos. Por ahí al principio era más difícil que la gente entendiera, pero con el correr del tiempo se empezó a entender. Y también es nuestra forma de demostrar qué somos.
¿Cuál es la lectura, una breve lectura del momento político que estamos viviendo y el aporte que puede hacer el antifascismo en relación a este momento?
Nosotros tenemos una crítica que viene de hace mucho tiempo, desde que arrancó la democracia, con las formas de memoria. Nosotros creemos en la imagen del combatiente y la combatiente, nosotros creemos en la lucha, en la lucha que se dio en los 70. Estamos en contra de esta cosa del lamento. Nosotros tenemos a los héroes y heroínas que dieron la vida en contra de un sistema. Me parece que se han callado esas voces y esa memoria y eso hizo que hoy padezcamos todo lo que estamos padeciendo. Venimos de derrota, tras derrota, tras derrota. Es fácil entender por qué llegamos a lo que llegamos, es difícil encontrar autocrítica en las organizaciones y partidos que fueron gobierno hasta hace dos días. Entonces, por eso nosotros nos separamos de los partidos políticos tradicionales y creemos en otra forma de construir memoria. Nosotros tenemos nuestra memoria, tenemos a nuestros héroes y heroínas de la clase y son las que reivindicamos en estas fechas.