“Estamos viviendo un período de escasez democrática demasiado grave. Hay una persecución a opositores políticos descomunal utilizando el aparato judicial”, afirmó el ex subsecretario de Inteligencia Juan Martín Mena tras conocerse los procesamientos y pedidos de detención que hizo el juez Claudio Bonadio contra dirigentes del gobierno anterior, incluidos la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman. Mena también fue procesado pero aún aguarda la notificación. “Todo lo que conozco lo sé por fuentes periodísticas, el juez Bonadio se caracteriza por afectar el derecho de defensa”, aclaró el ex funcionario.
Mena calificó como “arbitraria y grave” esta persecución y cuestionó que no se entiende cómo una causa puede haber sido desestimada tres veces “por inexistencia de delito” y que una vez reabierta el juez “indaga a todo el mundo, procesa y detiene personas”. “No tiene otro objetivo que la persecución política de la principal opositora política de este gobierno que es Cristina Fernández de Kirchner”, aseguró el ex segundo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
El ex funcionario explicó que al momento de la firma del Memorándum con Irán, él oficiaba como querellante de la causa por “el verdadero” encubrimiento del atentando a la AMIA, que se está llevando adelante en este momento. “Cuando se firmó el acuerdo, luego de su firma, fui convocada por el canciller y me pidió si lo podía acompañar al Congreso a explicar los aspectos técnicos y jurídicos del memorándum y eso fue lo que hice”, aseguró Mena, que dijo que participó de las dos reuniones de comisiones que se hicieron en Diputados y Senadores, que duraron más de seis horas cada una. Mena contó también, que una vez aprobado el Memorándum, comenzó a trabajar junto a la Cancillería para ejecutar el acuerdo hasta que la Cámara Federal lo declaró inconstitucional.
“Es una persecución política a todos, la ex presidenta se sometió a elecciones, fue la mayor fuerza opositora a este Gobierno, sacó tres millones y medio de votos, y este Gobierno busca sacarla de la cancha como puede usando el brazo judicial”, sostuvo el ex funcionario.
Según trascendió, el juez fundó su pedido de prisión preventiva justificando que los ex dirigentes y funcionarios del gobierno anterior podrían entorpecer la investigación con sus “contactos residuales” y por tener cada uno más de un procesamiento en diferentes causas judiciales. “Estos últimos argumentos fueron desechados hace añares por la Justicia argentina, que indicó que ni la pena en expectativa ni la cantidad de procesamientos podían ser parámetros para establecer una prisión preventiva. A través de ese fallo se estableció que sólo había dos motivos para establecer la preventiva: el peligro de fuga y el entorpecimiento”, explicó Mena, que además advirtió que ninguna de esas dos causas les cabe a los ex funcionarios ya que están las pruebas de todos los actos de gobierno.
Según Mena, ahora se creó un nuevo parámetro para la detención, que es el de los “contactos residuales”. “Es un delirio, un disparate. Con ese criterio no se podría trabajar nunca en la función pública”, criticó el ex funcionario, que ironizó con cuál sería la situación de los funcionarios actuales y sus “contactos presentes”. “Cualquier funcionario que tenga una denuncia con una imputación de un fiscal debería estar detenido”, aclaró Mena.
Mena volvió a defender la existencia del Memorándum como “la única salida” para avanzar en la investigación del atentado a la AMIA. Según explicó el ex funcionario, Irán prohíbe la extradición de sus ciudadanos para ser juzgados en otro país, por lo que el Memorándum buscaba “la cooperación judicial” entre los dos Estados. “El juez Canicoba Corral y el fiscal Nisman, en su momento, tenían la posibilidad de ir a Teherán y tomar las declaraciones indagatorias para incluirlas en la causa y con eso podían procesar a los ciudadano iraníes”, sostuvo Mena, que agregó que a pesar de las órdenes de captura, ningún país detuvo a los iraníes, sobre quienes se conoció que viajaban. “Si el mundo no los detiene, no visitan la Argentina para que los detengamos nosotros, no quedaba otra que ir a Teherán”, finalizó Mena.