Desde esta semana, la Biblioteca Nacional ofrece la muestra Escritos en celuloide. Cine y literatura argentina, con entrada gratuita en la Sala Leopoldo Marechal. La exposición se centra en algunas de las casi trescientas adaptaciones realizadas sobre la literatura argentina en el cine nacional. Se trata de un valioso material que incluye fotos, revistas especializadas, afiches de cine, guiones originales, programas, cuadernos de dirección, máquinas y testimonios directos. Manuscritos de Prisioneros de la Tierra, intervenidos por Darío Quiroga y César Tiempo, las cuatro versiones del guion de Los Pulpos, algunas joyitas del Archivo de Petit de Murat como Los verdes paraísos, programas de mano a partir de 1940 y fotos inéditas del rodaje de Boquitas pintadas se podrán ver en la muestra. Escritos en celuloide se puede visitar hasta el 3 de agosto, de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados y domingos de 12 a 19 en la BN (Agüero 2502).
Los curadores son Fernanda Olivera y Federico Boido. "La idea de la muestra tiene que ver con la relación entre el cine y la literatura, las transposiciones que se han hecho a lo largo de la historia desde la primera, que es Amalia, en 1914, y específicamente siendo la Biblioteca Nacional, lo que pensamos fue cuál era el aporte que la BN podía hacer al cine. Y nuestro aporte es ese: los soportes textuales que tienen detrás grandes obras del cine nacional", cuenta Olivera. "Nosotros conservamos en los archivos de la biblioteca, en muchas de sus salas especiales, materiales originales como guiones o esquemas argumentales de algunas películas clásicas", agrega la curadora. Un equipo de cinco investigadores de la BN viene trabajando desde hace un año en las distintas salas intentando armar este "gran Tetris", que conjuga materiales textuales, desde los esquemas argumentales, como mencionaba Olivera, a los guiones y materiales gráficos.
"También nos pusimos en contacto con muchos de los directores que aún están vivos o que son jóvenes para grabar algunas entrevistas para la exposición. Lo mismo hicimos con escritores o directores que cedieron algunos materiales también para la exposición, porque uno de los aspectos que siempre nosotros tenemos en cuenta en el momento de elaborar una investigación es no sólo realizar una muestra sino también detectar cuáles son los faltantes de materiales de la biblioteca y, a partir de eso, que puedan ingresar nuevas cosas a la biblioteca o acercar a directores. Por ejemplo, para que en un futuro también puedan ceder materiales, o cedan su archivo personal o algún algún tipo de objetos que tienen", completa Boido.
La BN tiene una sala de referencias en el sexto piso, donde hay manuales y diccionarios de todas las áreas del conocimiento. El equipo notó que no había un diccionario o una enciclopedia que reuniera las transposiciones. "Así que lo que hicimos fue relevar todas las transposiciones del cine nacional y hasta el momento tenemos un listado de casi unas trescientas transposiciones", señala Olivera.
La exposición está estructurada en cuatro ejes: el nacimiento del cine y las primeras transposiciones del cine mudo, la época del cine de oro, el cine político y los personajes históricos, y el cine de los años 90 y la actualidad. "La idea es recorrer la historia del cine de forma cronológica. En algún punto, es revisitar la historia del cine desde la óptica del vínculo entre la literatura y el cine. Entonces, abordamos desde los orígenes porque, como dijo Fernanda, una de las primeras películas nacionales es Amalia, que es una transposición. Y aunque ese vínculo se alteró, se modificó, se transformó a lo largo de la historia (es lo que queremos ir dando cuenta en cada eje esas transformaciones que se van dando), tenemos materiales hasta de películas que se estrenaron el año pasado. Entonces, lo que notamos es que ese vínculo es muy fuerte, está en el origen del cine", explica Boido.
"La literatura está en el origen del cine y la literatura sigue estando en las mutaciones que va teniendo también el cine. Por ejemplo, pienso en el último tramo de la muestra que es más del cine de los '90 hasta la actualidad, lo que se conoció como el Nuevo Cine Argentino. La primera película que da origen a ese Nuevo Cine Argentino es Rapado, de Martín Rejtman, que es una transposición. Entonces vemos cómo en ese caso se da la singularidad que él escribe el libro y hace la realización. Y eso es algo muy de los últimos años. Es una novedad dentro de este vínculo que nosotros intentamos explorar a partir de los restos materiales que dejó esa esa vinculación", completa el curador.
La BN tiene las primeras ediciones, por ejemplo, de La guerra gaucha que, además, es una obra de lujo con una edición de poca tirada y con ilustraciones. Está expuesta en la muestra acompañada de fotos de rodaje y de afiches. La película La guerra gaucha fue dirigida por Lucas Demare y el guion fue realizado por Homero Manzi y Ulyses Petit de Murat sobre el libro del mismo nombre (1905) de Leopoldo Lugones. También están las primeras ediciones de los libros de Horacio Quiroga, y el esquema argumental de Prisioneros de la Tierra, dirigida por Mario Soffici y protagonizada por Francisco Petrone y Ángel Magaña. Fue escrita por Ulyses Petit de Murat y Darío Quiroga, sobre varios cuentos de Horacio Quiroga. Está acompañada con fotos de rodaje de esa película y afiches.
En la muestra hay diarios muy antiguos, con las primeras críticas del kinetoscopio, un dispositivo que permitía ver imágenes en movimiento, inventado por Thomas Edison y William Dickson a finales del siglo XIX. Fue un precursor del proyector de películas cinematográficas. Esas críticas aparecieron en el diario La Nación en 1894. A su vez, se podrán apreciar las primeras críticas de cine que se conservan en la hemeroteca. Se suman fotos de rodaje, por ejemplo, de Boquitas pintadas, la obra del escritor argentino Manuel Puig llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson en 1974. La audioteca conserva una colección de programas de mano del cine nacional, que van desde los años '40 hasta el '80.
También se recorre el nacimiento del cine animado, con una transposición de El mono relojero, película de animación en blanco y negro, dirigida por Quirino Cristiani, según guion de Constancio Vigil, con adaptación de Eleazar P. Maestre sobre el cuento homónimo de Vigil, que se estrenó el 10 de febrero de 1938. "Una de las últimas películas que se abordan es El viento que arrasa, de Paula Hernández, que adaptó la primera novela de la escritora Selva Almada. Paula cedió su cuaderno de rodaje. Ella dibujó la película íntegra antes de realizarla, donde se aprecia cómo ella imaginaba la película", subraya Boido.