"Primero Rosario" presentó su lista en el Centro Cultural Atlas, con Paula Sagué y Cristian Fdel a la cabeza como precandidatos a concejales. En el entramado político rosarino, se presenta como “una nueva lista que surge con el propósito de renovar y reconstruir el peronismo en la ciudad", dijo Sagué a Rosario/12.
-El nombre de la lista es Primero Rosario.
-Primero Rosario es una nombre electoral para constituirnos como referencia y empezar a recuperar el peronismo local. Pero el verdadero desafío comienza el 14 de abril. Queremos que nuestra lista represente la diversidad de sectores de la ciudad que han sido postergados y construir un espacio que devuelva la esperanza a los militantes que quedaron heridos y desilusionados. Nos inspira la historia del peronismo como herramienta de transformación social, y creemos que hoy nos toca a nosotros continuar con ese legado. Nuestra generación tiene una deuda con la juventud. En 2003 yo tenía 15 años, y si no hubieran aparecido Néstor y Cristina a demostrarme otra cara del peronismo, me habría quedado con la imagen de los 90. Hoy la juventud está desencantada, y nuestra tarea es reconstruir el vínculo entre la política y la esperanza.
-¿Cuáles son los agrupamientos que integran esta lista?
-Es una lista conformada por sectores que venimos trabajando juntos desde hace dos años. Contamos con una fuerte representación universitaria, con compañeros y compañeras de La Cámpora, gremios de trabajadores estatales, referentes vecinales y asociaciones civiles que luchan contra la violencia y el abandono estatal. También están presentes figuras del arte y la cultura, como Gustavo Postiglione, el Chozo Salanitro y Freddy, quienes han sido parte activa en denuncias contra la desigualdad. En nuestra lista también hay compañeros con trayectoria política y militante, como Silvana Svatetz, que representa la experiencia de generaciones anteriores. Queremos romper con esa falsa dicotomía entre juventud y experiencia que nos quisieron imponer. Necesitamos reconstruir el lazo intergeneracional para fortalecer el peronismo.
-El sistema electoral actual favorece la presencia de figuras mediáticas en las listas. ¿Cómo impacta eso en la construcción política?
-Lamentablemente, la imagen personal cobra demasiada relevancia en este esquema. Se están viendo candidatos que provienen del mundo del deporte o del periodismo, sin una trayectoria en la militancia. No se trata de una vocación política genuina, sino de una estrategia electoral basada en la popularidad. Evita era actriz, pero dio el salto a la política por convicción, porque tenía un proyecto. Hoy, en cambio, muchos son convocados solamente por su nivel de conocimiento público, sin un compromiso real con la transformación social. Eso es despolitizar la democracia. El sistema electoral nos obliga a personalizar la política en una cara, en un nombre. Y eso va en contra del espíritu colectivo que siempre tuvo el peronismo. Nosotros apostamos a lo contrario: una construcción plural, donde las ideas y el trabajo militante estén por encima de las individualidades.
-Deciden disputar la interna dentro del Partido Justicialista. ¿Cuál es el sentido de esa determinación?
-Apostamos a la coherencia. No somos inquilinos de un espacio, sino que construimos desde adentro. Si algo del peronismo no nos representa, trabajamos para transformarlo sin abandonar su estructura histórica. Queremos disputar y revitalizar el partido con convicción y compromiso. No creemos en los atajos ni en las candidaturas que se acomodan según la conveniencia del momento. No estamos para alquilar sellos políticos. Vamos a dar la pelea dentro del peronismo porque es la herramienta electoral que históricamente sirvió para mejorar la vida de la gente.
-Hablaste de la importancia de la esperanza. Hoy parece ser un sentimiento ausente en la ciudadanía. ¿Cómo se reconstruye?
-Con el ejemplo. La gente necesita ver que hay dirigentes que realmente están comprometidos con la transformación. Durante mi gestión en Seguridad, los propios trabajadores estatales reconocieron que, por primera vez, sentían un acompañamiento genuino. Eso es lo que devuelve la fe en la política: cuando un compañero o una compañera ocupa un cargo, deje una marca e hizo algo concreto para mejorar la realidad de los demás. Yo siempre digo que la política se hace con el pensamiento y la acción. No podemos quedarnos en el diagnóstico de lo que está mal. Hay que intervenir, transformar, buscar soluciones. Y eso es lo que queremos hacer con Primero Rosario: demostrar que hay otra forma de hacer política, con compromiso real y sin especulación.
-¿Cuál es tu impronta personal en esta campaña?
-La responsabilidad. Asumo este desafío con un gran sentido de compromiso. No vengo a hacer marketing político ni a utilizar un cargo como trampolín. Estoy acá porque creo en la posibilidad de transformar nuestra ciudad y devolverle al peronismo su esencia como movimiento de justicia social. Soy consciente de que poner la cara en una campaña implica una gran exposición y una presión enorme, pero lo hago porque creo en lo que estamos construyendo. Y porque veo que hay muchos compañeros y compañeras que encuentran en Primero Rosario un espacio donde volver a creer en la política. Esa es nuestra mayor victoria. La apuesta de Primero Rosario es clara: no se trata de una lista más, sino de una trinchera desde donde recuperar la organización y la militancia, con la mirada puesta en el futuro del peronismo en la ciudad y en el país.