En 1995, un grupo de 189 países y más de 30.000 activistas se reunieron para crear la hoja de ruta que proponía la igualdad de derechos para mujeres y niñas. Esa hoja de ruta, es la Declaración de Beijing y su Plataforma de Acción que, con respaldo mundial, se convirtió en la agenda por los derechos feministas. Para conmemorar este aniversario, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer analizó los avances, abordó las dificultades y evaluó los desafíos que afectan su aplicación y pidió a las personas con liderazgo que tomen medidas e inviertan en la promoción de estos derechos.

La Declaración da cuenta de compromisos cruciales para los derechos humanos. Su Plataforma de Acción defiende el derecho a una vida sin violencia. Sin embargo, aún todavía, una de cada tres mujeres sufre violencia en algún momento de la vida. También hace hincapié en la prevención, e insta a gobiernos y agentes internacionales a invertir en educación y campañas de sensibilización que desafíen los estereotipos que hacen posible la violencia machista. En estos 30 años, promovió la recopilación sistemática de datos para generar encuestas nacionales y estudios internacionales sobre salud y violencia doméstica. Asimismo, fue el primer documento en incluir un enfoque específico sobre los derechos de las niñas y abordar las violencias que sufren.

La representación de las mujeres en los medios

El Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing es un conjunto de recomendaciones para promover la igualdad de género en los medios de comunicación. Su objetivo es ampliar la participación de las mujeres en los medios y promover una representación equilibrada y no estereotipada. Subraya la necesidad de aumentar la participación y el acceso de las mujeres a los medios de comunicación y en la toma de decisiones en las salas de redacción. Porque transformar la representación de las mujeres en los medios requiere de acciones concretas. Luego de tres décadas, solo el 24% de las noticias reflejan a las mujeres, que solo ocupan el 27% de los puestos directivos en los medios. El Capítulo J no solo promueve la inclusión de un cupo femenino en los medios y su representación sin estereotipos, sino también el incentivo de contenidos realizados por mujeres y el apoyo a redes de comunicación feministas. Porque incrementar la participación de periodistas feministas en los medios de comunicación cambia las narrativas en pos de una transformación social basada en la igualdad, la equidad y la libertad de expresión.

Avances y desafíos del Capítulo J

En la sede de Naciones Unidas en Nueva York, se realizó esta semana el evento Mujeres y medios, transformando narrativas para la igualdad de género, en alianza con Journalists and Writers Foundation, donde un grupo de comunicadoras feministas reflexionó sobre los avances, los desafíos pendientes y las estrategias necesarias para alcanzar estos objetivos. El acento estuvo puesto en que los medios impulsen la capacitación de las y los periodistas, promuevan investigaciones sobre la representación  y garanticen una participación equitativa en la toma de decisiones.

Ante la reacción mundial contra los derechos humanos de las mujeres en países donde gobierna la extrema derecha, Alicia Oliver Rojo, coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, se preguntó qué tienen en común estos países. Señala que comparten el dominio de las redes sociales y que los partidos de derecha tradicionales están pactando con ellos, diseñan campañas de desinformación, están en contra de la igualdad de género y niegan el cambio climático. Sandra Castañeda, coordinadora general de la Red de Salud de las Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (RSMLAC) dio cuenta del impacto de los retrocesos en materia de derechos humanos y lo que sucede en los medios de comunicación. “En los años 70, hubo dictaduras profundas, transitamos todos estos años y vemos el regreso del autoritarismo y la negación de nuestras agendas”, dijo. “Vemos nuestros marcos normativos debilitados, todas prácticas que vienen con los neofascismos. El desafío es avanzar, mantenernos, resistir, persistir y no desistir en nuestra necesidad de fortalecer alianzas”. Sandra Chaher, comunicadora feminista, directora de Comunicación para la igualdad, dijo que een los medios hay menos temas de género, una reducción de las editoras de género y una ausencia de financiamiento. 

“Están creciendo los discursos de odio, se retira a las mujeres del espacio público y eso afecta la toma de decisiones y el debate. Y también afecta a las democracias. Estamos en una encrucijada para el feminismo y el progresismo en general, donde se enmarca toda la plataforma de Beijing. Me da la sensación de que tenemos que cambiar el paradigma, estamos viendo una reducción del espacio democrático. Los movimientos de extrema derecha cuentan con que las democracias se restrinjan cada vez más, y eso afecta al periodismo porque ahí es donde se elevan voces críticas”, explica Chaher.

Para ella, es un momento de construcción de alianzas, “alianzas también con varones que estén en el campo progresista. Las extremas derechas se apoyan en un rencor hacia los feminismos. Se cree que Milei es un producto de las redes sociales, pero Milei es un producto de los medios tradicionales, creció en los medios tradicionales cuyos recortes se viralizaron en redes sociales. Hay ocho provincias de Argentina que lo votaron mayoritariamente y él nunca estuvo ahí pero era conocido por la viralización en redes sociales de sus intervenciones en medios tradicionales”.

¡Ni un paso atrás!

Como conclusión se llamó a los Estados y a los gobiernos a ratificar la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, a invertir en la igualdad ante un contexto que amenaza derechos y conquistas. Desde la Red de Salud de las Mujeres de Latinoamérica y el Caribe, y la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, se reafirmó la necesidad de garantizar los derechos humanos de mujeres y niñas, y el compromiso de trabajar colectivamente por defenderlos.