El exfutbolista devenido en empresario Gerard Piqué declaró judicialmente por su intermediación para llevar la Supercopa Española a Arabia Saudita y aseguró que el acuerdo con la empresa pública saudí Sela Sports fue verbal, negando cualquier irregularidad en las gestiones, según adelantó la Cadena SER, que también reveló que el exjugador lloró en los últimos minutos del interrogatorio al explicar que no le pagó nada a la Federación Española ni al expresidente Luis Rubiales.
El exBarcelona acudió a declarar como investigado por el papel que jugó, junto a Rubiales, en las negociaciones por las que se pactó una prima de cuatro millones anuales para su empresa Kosmos y se quejó del gran "daño reputacional a nivel de prensa" que sufrió por este asunto.
Se investigan "posibles ilegalidades" en los acuerdos entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la entidad saudí Sela Sports, donde la empresa de Gerard Piqué, en aquel momento todavía jugador del Barcelona, equipo que jugaba la competición, ejerció como "tercera parte".