Tras marchas y contramarchas, el senador libertario Juan Carlos Pagotto convocó para el martes próximo a la bicameral de Trámite Legislativo. Buscarán blindar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)179/25 con el que el presidente Javier Milei autoconvalidó un nuevo endeudamiento de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La convocatoria incluye la invitación a funcionarios del Gobierno para explicar detalles del nuevo empréstito, pero sin la presencia del principal impulsor y negociador con el organismo de crédito internacional, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo. 

La cita fijada por el oficialismo coincide en día y hora con el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara de Diputados que fueron emplazadas en el recinto por el pleno del cuerpo legislativo para tratar el proyecto que propone la creación de una comisión investigadora por la estafa de $LIBRA, que involucra a Milei y que la Casa Rosada pretende eclipsar. Las decisiones del senador Pagotto al frente de la bicameral también podrían ser cuestionadas, ya que el propio reglamento de la comisión establece que su presidencia debe alternarse entre ambas Cámaras cada año legislativo, y en el periodo ordinario que acaba de comenzar le corresponde presidirla a un representante de la Cámara baja.

Las convocatorias y suspensiones de la bicameral alteran su ritmo entre la urgencia del Gobierno por conseguir los dólares que escasean en las reservas del Banco Central y la pausa que imponen las disputas intestinas de la tropa libertaria. La Casa Rosada había decidido apretar el acelerador en el tratamiento del DNU presidencial del acuerdo con el FMI: tras su publicación en el Boletín Oficial, lo envió rápidamente al Congreso sin esperar el fin de los plazos legales y Pagotto había convocado a la bicameral para este jueves.

Pero la escandalosa pelea del miércoles a las piñas y en pleno recinto de los diputados libertarios Oscar Zago y Lisandro Almirón enfrentados por la decisión oficialista de vaciar de quórum la sesión –además de trifulca entre diputas de LLA--, obligó a Pagotto a suspender la reunión de la Bicameral del día siguiente. Zago y Almirón integran la bicameral en representación del oficialismo y no querían ofrecerles un escenario para un nuevo round que complicara la estrategia del Gobierno.

Obligado por las urgencias, Pagotto realizó ayer una nueva convocatoria para el próximo martes. Asistirán para exponer varios funcionarios: el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning; el secretario de Política Económica del Ministerio de Economía, José Luis Daza Narbona; y el representante argentino ante el FMI, Leonardo Madcur. El ministro Caputo no será de la partida.

Desde el Gobierno buscan darle volumen a la convocatoria, mientras intenta recomponer su frente interno, con un objetivo político: la cita para el martes a las 16 horas en el Salón Illia del Senado, coincide con el plenario de comisiones de Diputados que discutirá la creación de una comisión investigadora sobre el criptogate, cuyo emplazamiento el oficialismo intentó sin suerte bloquear y que ahora intentará desplazar del centro de la escena parlamentaria.

Bicameral y disputa final en los recintos

La primera reunión de la bicameral, tras seis meses de inactividad, también planteará otros desafíos para el oficialismo. De acuerdo a su propio reglamento, en el presente año legislativo su presidencia deba pasar a manos de un diputado que la integre. Algo que no escapa y al que apuntarán los integrantes de la oposición en medio de un correlato de fuerzas parejo y sometido a los vaivenes políticos.

El oficialismo tiene en la bicameral apenas dos hombres propios: el senador Pagotto –que presidió la comisión en el primer año del gobierno de Milei-- y el diputado Almirón. Pero cuenta como aliados al senador radical Víctor Zimmermann y al diputado de la UCR Francisco Monti; al diputado PRO Diego Santilli (que reemplazó de Hernán Lombradi, ahora ministro porteño) y del senador Luis Juez (que dejó la presidencia del bloque macrista para acercarse a Milei); el senador de Provincias Unidas Carlos “Camau” Espínola, que llegó a la Cámara alta en la boleta del peronismo; y dos desplazados de LLA, como el senador Francisco Paoltroni y el diputado Zago. Aunque la descarnada interna oficialista no le garantizaría la fidelidad de estos dos últimos.

Desde la oposición la integran los senadores de Unión por la Patria Anabel Fernández Sagasti, Mariano Recalde y María Teresa González, y sus diputados Ramiro Gutiérrez, Carolina Gaillard y Vanesa Siley. Además del diputado Nicolás Massot, del interbloque Encuentro Federal, quien se manifestó en contra de la utilización de un DNU --y no una ley con la aprobación del Congreso-- para validar el acuerdo con el FMI.

La disputa entre los 16 integrantes por emitir un dictamen de aprobación o de derechazo al DNU 179/25 no será fácil pero tampoco decisiva. Su pronunciamiento no es vinculante y la suerte del decreto presidencial se dirimirá en los recintos, donde ya comenzó a correr el plazo legal de diez días hábiles para tratarlo aunque no haya pronunciamiento de la bicameral. Se necesitará el rechazo de ambas Cámaras del Congreso para anularlo, pero el respaldo de una sola de ellas mantendrá su vigencia.

A esto apuesta la Casa Rosada, que pone todas sus fichas en la Cámara baja donde considera que puede reunir –negociaciones de por medio con Gobernadores de todo signo político— una mayoría que le blinde el DNU y exhibirlo ante el FMI como un endoso del Congreso al nuevo endeudamiento. Algo que el escándalo cripto que alcanza al Presidente y su entorno más íntimo a escala internacional, así como las consecuencias sociales que deja al descubierto su brutal ajuste económico y el despliegue represivo para sostenerlo amenazan con mellar sus aspiraciones.