Por primera vez el gobernador Maximiliano Pullaro pone un límite a su relación inquebrantable con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: La represión afuera del Congreso nacional en la marcha de los jubilados, puso en pausa el discurso sin ambages sobre la mano dura a cualquier precio. La debilidad del argumento oficial de "los hechos premeditados entre barras y militantes kirchneristas y de izquierda", no pudo ocultar el morterazo en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo ni el empujón intolerable a la jubilada Beatriz Blanco de 81 años.
El gobernador santafesino mezcló la grave represión de afuera con el papelón libertario en el interior del Congreso y aprovechó a señalar que estas cosas "no pasan en Santa Fe" donde, es cierto, algún decoro en las relaciones políticas aún se mantiene. Y lo dijo también en el marco de una campaña electoral de cara a una excepcional elección de convencionales constituyentes para la que falta menos de un mes.
A propósito de esas elecciones cercanas, el frente Santa Fe Más donde se nuclea el peronismo oficial con Ciudad Futura en una alianza que ya obligó a explicaciones por izquierda y por derecha; saldrá muy fuerte esta semana a cuestionar al gobernador Pullaro por no haber hecho “ni una sola campaña de difusión pública” respecto a qué tendrán que votar los santafesinos el próximo 13 abril. “Creemos que el gobernador esconde la elección de convencionales constituyentes”, dijo el diputado nacional del peronismo Germán Martínez, candidato a convencional del departamento Rosario para la reforma de la Constitución provincial.
El peronismo acusa a Pullaro de “amañar” la elección y de que “así lo hizo desde el principio cuando excluyó a toda la sociedad y a sus entidades más representativas de opinar sobre un tema tan trascendente”, acusó Martínez que avisó que habrá un proyecto de ley al respecto.
El peronismo, que es a toda vista la fuerza más perjudicada por el sistema electoral sin primarias para seleccionar a los candidatos a convencionales (un reclamo que caerá sobre el exgobernador Omar Perotti de aquí a la eternidad, por haberle facilitado al oficialismo esa posibilidad), está terciando -y más- en esta rara elección santafesina que prometía una polarización entre el frente Unidos y la Libertad Avanza. Pero los candidatos de Javier Milei -que en realidad no tiene muchos deseos de meterse en esta campaña- tienen por el momento una muy baja performance.
Los candidatos del PJ, incluso los que van por afuera del sello partidario, creen que las discusiones por la próxima Constitución de Santa Fe no pueden estar separadas de lo que se está viviendo a nivel nacional.
Por eso, si el presidente Milei “está metido en una estafa cripto a nivel global”, la carta magna provincial tiene que establecer barreras muy altas contra el lavado de activos y contra las estafas cripto. Además, si el presidente de la nación está hoy prácticamente tomando todas sus decisiones con facultades delegadas o de la ley bases; la Constitución de la provincia Santa Fe tiene que prohibir la delegación de facultades. Si el gobierno nacional no cree en la obra pública, no cree en la infraestructura; la futura Constitución provincial tiene que incorporar el capítulo de infraestructura y tiene que garantizar no fondos concretos, pero sí la creación de instrumentos administrados por la provincia, los municipios y las comunas para llevar adelante un plan de infraestructura.
Aseguran además que si la gestión libertaria paró todos los planes de vivienda, la Constitución provincial tiene que garantizar el acceso a la vivienda y al lote propio de todos los que viven en la provincia de Santa Fe. Para el diputado Martínez “no son planos disociados. Tenemos que lograr vincular las agendas, darnos cuenta de cuál es la discusión de fondo más allá de que estemos discutiendo la constitución provincial”.
Ciudad Futura en el medio
El partido que lidera el concejal Juan Monteverde consiguió un hito histórico que es el de encabezar una lista oficial del Partido Justicialista que siempre lideró las alianzas que conformó. Ahora, este hecho que decantó tras una afiebrada serie de negociaciones contrarreloj y por la desvalorización como tal del sello PJ para muchos encumbrados líderes peronistas; tiene consecuencias internas y externas.
Para afuera, Ciudad Futura es sin duda la piedra en el zapato del intendente Pablo Javkin que dirigió gran parte de las diatribas de su mensaje de apertura de sesiones del Concejo Municipal, a esa fuerza política que estuvo muy cerca de arrebatarle su segundo mandato en los comicios de 2023.
Esta semana, el secretario de Gobierno y hombre fuerte de la gestión municipal, Sebastián Chale apretó aún más las marcas: “Hay un espacio político en la ciudad con el cual competimos en la última elección que desarrolló una campaña despegándose y negando su pertenencia o su vínculo con el justicialismo (una fuerza y una tradición política que uno respeta); y un año después está en una lista -y me hago cargo de lo que digo-, con lo peor de ese espacio”. Y tiró más en declaraciones radiales: “Ha generado mucho humo, llevan mucho tiempo en el Concejo con mucha presencia legislativa, pero con bastante pocos aportes reales, concretos y soluciones a los problemas que la ciudad tiene y ha tenido".
Del otro lado, del lado del peronismo aliado a Ciudad Futura devuelven. “Uno no puede tener una consideración positiva de un marco de alianza si van con vos y negativa si no van con vos. Cuando conformaba mayoría el oficialismo que gobierna la ciudad de Rosario con Ciudad Futura, yo no escuchaba las mismas críticas ni de Javkin ni de Chale. Entonces, no son buenos si están conmigo y malos si no están conmigo. Esa es una cuestión moral que plantean que a mí me parece absolutamente equivocada”, cerró Martínez, presidente del bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria.