Lo que para algunos fue una señal de que se habían encendido todas las alarmas, para otros fue mucho más: la campana de larga a los capitales que se dan a la fuga huyendo de un carry trade que ya dio todo lo que podía dar. Tan diversas eran las lecturas sobre el temblor financiero y bancario del último viernes como audaces eran los pronósticos. "Durante el fin de semana habrá anuncios", arriesgaban los más j