Tiraría a la hoguera todo lo que te venden las imágenes femeninas en los medios: mujeres esqueléticas, siempre bien vestidas y maquilladas. Mujeres que logran el éxito profesional sin descuidar su figura ni el hogar. ¿Qué hacer con esa subjetividad mediática que cala tan hondo? 

Porque aunque tires a la hoguera la tele, cortes el cable y no mires los carteles de la calle, también están metidas en las redes. Influencer, youtuber, adolescentes que siguen a otras adolescentes y nenas que en cualquier app te venden esas imágenes como única manera de ser feliz, ¿cómo lidiar entonces con una misma y los espejos? La vida interior está devaluada en el mundo de las imágenes.

* Autora de Prisionera (2017, Buenos Aires, Editorial Vinciguerra).