La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó de “mentira” a las fotografías, filmaciones y peritajes que a todas luces prueban cómo la Gendarmería disparó a mansalva contra el fotógrafo Pablo Grillo, internado en grave estado por un traumatismo de cráneo. Dijo que el gendarme que lanzó la granada de gas lacrimógeno que dio en la cabeza del joven “tiró como tenía que tirar” y sostuvo que “los estudios forenses van a decir que se respetaron los procedimientos” represivos.

Las afirmaciones de la funcionaria fueron hechas durante una entrevista por LN+ en la que hizo una férrea e insensata defensa de la actuación de las fuerzas de seguridad durante la represión en la marcha de los jubilados.

En ningún momento Bullrich admitió que las cosas pudieron haber ocurrido de una manera distinta a lo que ella relató. Desautorizó a peritos, contradijo la evidencia de las imágenes y dejó claro cuál es el lugar desde donde ella defiende la represión: “Cuando uno toma una decisión, luego hay que bancar”.

Bullrich contra la realidad


Durante la charla periodística la ministra hizo una descripción de los hechos a contramano de las imágenes que se sucedían frente a ella y que probaban una y otra vez cómo el disparo fue hecho de manera horizontal, de arriba hacia abajo y en dirección rectilínea donde estaba Grillo.

“Mienten porque no salió en horizontal. El gendarme tiró como tenía que tirar”, insistió Bullrich en su intento de sembrar una interpretación errónea de lo que públicamente se conoce, y cuestionó a la prensa que se hizo eco de los videos que muestran el disparo a mansalva: “Acusaron a la Gendarmería y es mentira”.

Es más, hasta intentó desacreditar las pruebas que evidencian cómo ocurrieron los hechos y que fueron material de análisis de peritos con vasta trayectoria: “Los registros de video son total y absolutamente poco profesionales. La ciencia forense tiene una serie de parámetros para mirar los hechos después de sucedidos”, sostuvo.

"Todos los gendarmes tiraron como tenían que tirar"

Luego le restó importancia a los peritajes hechos por especialistas y trató de imponer su criterio por sobre el de los expertos: “Yo miré todos los videos, todos los gendarmes tiraron como tenían que tirar”, repitió sin dar un solo argumento y volvió decir que la granada de gas “rebotó” en otros lugares antes de impactar en la cabeza del fotógrafo.

“Rebota dos veces antes y toca un hierro” de la barricada detrás de la cual estaba ubicado Grillo, insistió la ministra sentada delante de una pantalla gigante que mostraba una y otra vez cómo la granada no había rebotado en ningún lugar.

Para colmo, también echó sombras sobre la evidencia refiriéndose al diagnóstico del fotógrafo que se encuentra internado en grave estado: “Yo todavía no tengo el parte médico. No sé si le entró, digamos, si le pegó la granada. Porque la granada rebotó y después tocó ese fierro. Si fue ese fierro, esa barricada que era un peligro total”, esbozó de manera confusa y sin poder explicar claramente su idea.

Lo cierto, es que para ella “todos los gendarmes tiraron como tenían que tirar” y “los estudios forenses van a dar (interpretar) que se respetaron los procedimientos” en materia represiva.

Además, cuestionó a los medios de comunicación que publicaron el informe de Mapa de la Policía que esclareció cómo las fuerzas de seguridad dispararon contra la manifestación:

“En todos los medios de comunicación acusaron a la Gendarmería, y es mentira. Otra vez lo mismo. Esto ya pasó. Primero acusan en vez de mirar la gran película, que es la de un grupo que fue a romper el orden, la Constitución y la democracia de nuestro país. Miran si hubo un error de un gendarme, que no lo hubo”.

Otro de los argumentos que utilizó para defender a la fuerza de seguridad que actuó contra los manifestantes fue el siguiente: “La Gendarmería sacó el tercer premio en la última prueba de los cuerpos especiales en Estados Unidos”.