El boletín oficial continúa entregando noticias relacionadas con la industria audiovisual. Y no son precisamente de las buenas. Luego de que el viernes se publicara la resolución 145/25 con el anuncio del pase a disponibilidad de 13 empleados del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) como parte de un "proceso de readecuación de personal", este lunes fue el turno del decreto 194/2025, que establece que Cine.ar, Cine.ar Play y Cine.ar Estrenos pasen a formar parte de la empresa estatal Contenidos Artísticos e Informativos Sociedad Anónima Unipersonal. Eso significa que las tres plataformas de exhibición de películas y series nacionales, dependientes hasta ahora del INCAA y, por ende, de la Secretaría de Cultura de la Nación, estarán bajo el ala de la Secretaría de Comunicación y Medios de la Presidencia de la Nación que maneja el también vocero Manuel Adorni.

El primero de sus cinco artículos ordena la transferencia de las plataformas, “incluyendo la titularidad de derechos, bienes, presupuesto y personal afectado”. El segundo, por su parte, mandata a la Secretaría de Comunicación y Medios, en tanto representante del Estado Nacional en Contenidos Artísticos e Informativos S.A Unipersonal, a "llevar adelante las acciones que permitan efectivizar la transferencia” y a “llamar a asamblea extraordinaria con el fin de reformar su estatuto social” para incorporarlas bajo su órbita. De Contenidos Artísticos e Informativos dependen Paka Paka y Encuentro, entre otros canales de gestión pública. De allí que en los considerandos se asegure que la empresa estatal “cuenta con la capacidad y experiencia específica para llevar adelante la gestión, operación y desarrollo de señales televisivas, así como para la producción y emisión de contenidos audiovisuales”.

La transferencia “responde a la necesidad de centralizar y racionalizar la estructura de la explotación de las señales, asegurando una mayor coherencia y coordinación en el desarrollo de las políticas audiovisuales del país”, al tiempo que, siempre según la norma, “permitirá consolidar las actividades relacionadas con la producción y difusión de contenidos culturales bajo un solo ente, maximizando las sinergias y evitando la duplicación de funciones”. Como casi todas las decisiones gubernamentales de los últimos quince meses, la decisión se ampara en una “utilización más eficiente del presupuesto estatal”.

Si bien la normativa reconoce que “la creación de plataformas tales como Cine.ar, Cine.ar Play y Cine.ar Estrenos responde a la misión del Instituto de fomentar y promocionar la actividad cinematográfica”, también afirma “que la administración y gestión de las mismas excede el rol de fomento asignado por la Ley Nº 17.741, ya que ello requiere una estructura más amplia a los fines de asegurar un manejo estratégico e integral de los contenidos”. La Ley Nº 17.741, vale recordarlo, es la llamada “Ley de fomento de la actividad cinematográfica nacional”, que desde hace 30 años rige el quehacer audiovisual local, incluyendo las formas de financiamiento del Fondo de Fomento, pata fundamental de los esquemas de producción de buena parte de los largometrajes nacionales filmados desde entonces.

La marca Cine.ar se ha convertido en un sinónimo de exhibición de cine argentino. Sus comienzos datan de 2009, cuando el INCAA creó el programa denominado entonces INCAA TV, bajo el cual se puso en marcha “un canal de aire con emisión de carácter experimental a través de la plataforma de televisión digital terrestre y/o satelital y demás sistemas de televisión pública y gratuita en vías de desarrollo”. En 2015, el Instituto sumó la plataforma digital Odeon, que pasó a llamarse Cine.ar Play a partir de 2017. INCAA TV, a su vez, fue rebautizado como Cine.ar TV, al tiempo que se creó la modalidad de consumo transaccional Cine.ar Estrenos, reservado para aquellas películas más recientes. Actualmente Cine.ar Play cuenta con más de dos millones de suscriptores habilitados para acceder a producciones nacionales de todas las épocas. Que puedan seguir haciéndolo de aquí en adelante, en tiempos de motosierra feroz, es  más que una incógnita.