Música, juegos, humor y gira teatral; el trío español Pica Pica se ha vuelto un fenómeno extraordinario y a nivel internacional. Un espectáculo interactivo que regresa a Argentina, y particularmente a Rosario, luego de ocho años de la última visita. Lo harán con el show ¡Hola Caracola!, con dos funciones en Teatro Broadway (San Lorenzo 1223), previstas para el 30 de marzo a las 11 y a las 14.30. Belén, Nacho y Emi (Belén Guijarro, Ignacio Repetto y Emiliano Müller; ellos dos, argentinos), integran un proyecto que ganó el afecto de millones de seguidores; no es una expresión gratuita, es literal: el trío superó los 10 millones de suscriptores y alcanzó casi 8 mil millones de visualizaciones en su canal de YouTube.
“Nosotros veníamos trabajando con niños en el mundo de la actuación, las animaciones y el espectáculo, pero cuando nos juntamos los tres, empezamos a pensar qué forma de comunicar y qué forma de entretenimiento infantil queríamos. Hicimos un primer espectáculo, luego vino la necesidad de vender discos y hacer videoclips; y a lo largo de estos 13 años se fue consolidando una manera de comunicar y de ser”, dice Nacho a Rosario/12.
-¿Y cuándo empezaron a notar la dimensión que estaban logrando?
Belén: -Pues mira, ha sido muy progresivo pero a la vez exponencial. La primera obra que creamos en 2011, era en un teatro que tenía una capacidad de 250 butacas; y en pocos meses estábamos yendo a recintos de 1000 butacas. Al sacar el disco, eso se multiplicó exponencialmente en el territorio español, en tan solo un año y medio de trabajo; pero cuando decidimos subir a YouTube dos videoclips, empezó a escribirnos mucha gente de manera internacional. Ese fue el punto más exponencial, y nos pilló por sorpresa totalmente, porque dábamos por hecho que nadie fuera de España nos conocía. No teníamos la intuición ni el conocimiento sobre lo que podía lograrse con YouTube, y de repente estuvimos de gira en México y en Argentina; y en 2016 empezó la gira internacional. Y nos dimos cuenta que sí, que la gente que venía al teatro no era de España y que nos conocían. Pero en ningún momento fue algo buscado, como sucede hoy día, cuando tú subes vídeos para que te vea la mayor cantidad de gente posible. En aquel momento éramos muy ingenuos (risas).
-Nacho y Emi, ustedes son argentinos; cuando volvieron al país, ¿lo hicieron como artistas?
Emi: -Habíamos vuelto a visitar a nuestra familia, pero así, profesionalmente y con Pica Pica, fue en el año 2017 por primera vez. Muy emocionante, claro. Particularmente, nunca había imaginado que iba a actuar en Argentina en un proyecto que tiene tanta aceptación y es muy especial para nosotros. De hecho, ir a Argentina siempre es especial.
-¿Cuándo y por qué se fueron?
Emi: -Por la coyuntura socioeconómica, durante el éxodo por el corralito. Yo me fui en el 2000 y Nacho dos años después. Eso fue un poco lo que nos expulsó de Argentina; empezamos a crecer laboralmente, personalmente y profesionalmente, en España, que nos ha dado muchísimo. De hecho, nos ha dado todo; toda esta marca nació en Madrid. Madrid es casa, y también es casa Buenos Aires. Pero nos fuimos víctimas del exilio económico.
Nacho: -¿Vos habías vivido antes fuera de casa de tus padres?
Emi: -No, yo me fui a los 21, por primera vez.
Nacho: -Porque yo creo que también fue independizarse del hogar paterno y materno. Emi y yo empezamos a hacer vida de pisos compartidos en Madrid, y eso tenía su atractivo. Había mucha gente que venía hablando sobre cómo era vivir fuera de Argentina y ver otra cosa, así que eran fuertes las ganas y todavía lo son. Las nuevas generaciones también están realizando su deseo de ver qué hay afuera.
-Al conocer a Belén, ¿qué se aportaron entre los tres?
Nacho: -Al llegar a España tuvimos que aprender otros códigos y otra manera de comunicarnos. Nosotros somos argentinos y tenemos ese humor, y hasta que nos conocimos con Belén, formamos parte de diferentes proyectos infantiles. Evidentemente, manejamos un mismo vocabulario, un mismo código escénico y un mismo humor, algo que es difícil de lograr, así que no nos encontramos con ninguna dificultad. Por otro lado, siempre vimos claramente la necesidad de autoproducirnos y no esperar a una gran productora. Nosotros tres, con nuestros ahorros, nuestro trabajo y nuestra mirada, nos pusimos a producir la idea que queríamos mostrar. La sorpresa fue que gustara tanto.
-Ustedes tienen presencia en teatros pero masivamente en las redes, ¿piensan la relación de las nuevas tecnologías con la niñez?
Belén: -Es cierto que la tecnología se está comiendo el juego del niño, eso es una realidad. Mientras nosotros andemos con el teléfono y la tablet, el niño lo va a hacer, porque imita al adulto. Nuestra mirada tiene que ver con que son los padres quienes tienen que reducir, vigilar, para que sea una relación tecnológica sana y positiva; no nos podemos hacer responsables de los 10 millones de seguidores que tenemos en YouTube y controlar nosotros lo que esos niños ven (risas). Ojalá los padres sean conscientes como nosotros de eso, de que puede ser una relación muy bonita la del niño con la tecnología.
-A propósito del juego, ¿qué lugar ocupa en el espectáculo?
Emi: -A nosotros nos gusta hacer espectáculos interactivos. Estamos un poco escapándole a ciertos formatos de teatro para niños, en los que veíamos que se los trataba un poco como tontos. Nos gusta hacer payasadas y coreografías y cantar canciones, pero también nos gusta divertir a los padres. Que la familia esté tenida en cuenta. También escapamos al formato de cuarta pared y todo eso, y nos gusta que los espectáculos sean muy dinámicos y que la gente no se dé cuenta de que de repente ha pasado una hora y cuarto y ya hemos terminado.
Belén: -Siempre trabajamos en pos de favorecer y de fomentar el juego. Siempre hemos incluido en los espectáculos juegos con pelotas, globos, cuerda, juegos populares y tradicionales con los que queremos incitar al niño a que los pruebe.
-La aceptación que han logrado les genera una exposición mayor; en este sentido, ¿el mercado los condiciona?
Belén: -Bueno, sí. La verdad que es algo que nos cuestionamos cada día. Tienes que estar mucho más presente en las redes sociales y en todas ellas. Es algo con lo que antes, hace 10 años, no vivíamos. Solamente nos comunicábamos con nuestro público en el teatro y cuando ellos ponían nuestro disco en su casa, pero ahora tenemos que hacer muchísimo más contenido audiovisual y empieza a ser algo que no podemos llevar a cabo, no somos un dibujito animado o un producto enlatado, no podemos producir a la velocidad que está exigiendo el mercado; eso es una realidad. Esperamos que haya un público comprensivo, que entienda el valor que tiene ser una persona física, humana, que graba todo lo que grabamos nosotros anualmente (risas).