Los bancos de Europa acumulan 1,06 billones de euros en préstamos problemáticos (NPL), un volumen equivalente al 5,43 por ciento de los activos totales de las 131 entidades de 24 países europeos sometidas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) a un ejercicio de transparencia que señala como los grandes problemas para el sector la elevada morosidad y la baja rentabilidad. EBA advierte de que “más de un tercio de las jurisdicciones de la UE cuentan con ratios de morosidad por encima del 10 por ciento” y, a pesar de apreciar signos potenciales de mejoría, la calidad de los activos es todavía débil en comparación con las cifras históricas y de otras regiones.