El gobierno provincial informó que hasta ayer se habían montado tres campamentos “para alojar a las familias trasladadas” que tuvieron que ser evacuadas por la crecida del río Pilcomayo. En total se contaban más de 500 personas en esta situación en esos lugares, aunque se sabe que hay un número indeterminado de pobladores que se autoevacuó.

Los campamentos se establecieron en La Curvita, donde se instalaron 400 personas; el albergue estudiantil San Ignacio Loyola, con 70 personas, y en la escuela de La Curvita, donde se albergaba ayer a 78 personas que requieren algún tipo de atención médica o sanitaria, dado que en la escuela se instaló el centro operativo de salud.

El gobierno aclaró que en el campamento en el paraje El Rosado (ubicado entre Santa Victoria Este, municipio del departamento Rivadavia, y Tartagal, ciudad cabecera de San Martín) funciona un centro de operaciones para las 500 personas que trabajan en las tareas logísticas y de asistencia en el territorio. Ayer el gobernador volvió a reseñar el operativo en el norte provincial. 


Aunque ayer el río habría llegado a su pico de crecida al menos en Misión La Paz, paraje victoreño que limita con la localidad de Pozo Hondo, en Paraguay, el Sistema de Alerta Temprana que monitorea este curso de agua indicó que en Villamontes, en Bolivia, la bajante era rápida y preveían que el Pilcomayo saliera de los niveles de riesgo. Se preveía que la bajante continuara en el lado argentino. Sin embargo, se advirtió que los desbordes continuarán por dos o tres días más.

“Hay pronóstico de lluvias con tormentas en los departamentos de Tarija, Potosí y Chuquisaca (en Bolivia), que es donde nace (este río) y pasan los diferentes afluentes del Pilcomayo. Esto puede traer una nueva ola de creciente que afectaría (si ocurre) a SVE (Santa Victoria Este), entre el fin de semana y la siguiente semana, lo que indica que debemos mantener la población en estado de vigilancia ante un posible repunte de las aguas”, sostuvo el Sistema de Alerta.

Con el agua al borde

Camas, sillas, mesas, palas, ropa, todo lo que tienen, fue trasladado ayer al lugar más alto de la comunidad La Estrella, paraje de Santa Victoria Este donde el agua filtró uno de los anillos de defensa. Los pobladores se asentaron sobre la ruta que el gobierno provincial y el de Paraguay quieren convertir en el Corredor Bioceánico que comunicará a Brasil con Chile.

La situación no era mejor en Hito 1, ubicado más arriba de La Estrella, en la frontera argentina al lado de la ciudad boliviana de D’Orbigny, en donde finalmente las defensas cedieron y dejaron al paraje bajo el agua. Aunque ayer mismo la correntada comenzaba a descender, sus habitantes esperaban que se restableciera el servicio de energía eléctrica y agua potable para que ni bien escurran las aguas puedan empezar a a limpiar y a reconstruir.

Más abajo la comunidad de Santa María estaba aislada y algunos pobladores buscaron tierras altas para poder reubicarse, mientras que otros se evacuaron el sábado último.

En Misión La Paz, aguas abajo, en la frontera con Paraguay, monitoreaban el estado de la defensa que los previene del ingreso del río que en este punto se ve aún más majestuoso. 

Desde Marca Borrada, cerca de la comunidad La Merced, otra comunidad indígena que se había quedado aislada, los caminos estaban anegados.

En Misión San Luis pobladores locales afirmaron que parte de la barranca se había desmoronado, lo cual obligó a la población a alejarse de la ribera.

En cambio, en Monte Carmelo indicaron que estaban más aliviados dado que las aguas empezaban a bajar y se había logrado frenar la filtración de los anillos.

“Hay muchas víboras, alacranes, sobre el agua por las inundaciones”, contó a Salta/12 el presidente de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP), Abel Mendoza.

El referente sostuvo que las comunidades de San Luis, La Merced y Santa María se encontraban “totalmente aisladas”, al igual que las poblaciones de Misión La Paz, Alto La Sierra, Rancho El Ñato y Vertiente Chica. En esta última comunidad, que se encuentra “20 kilómetros monte adentro” de Santa Victoria Este, pedían ayuda alimentaria.


En La Puntana “están los changos a pico y pala” para combatir la entrada del agua, agregó Mendoza, aclaró, sin embargo, que cerca del mediodía de ayer las aguas descendían.

“Hay responsables”, dijo por su parte el referente wichí, Gervasio Barbier, al indicar que se comunicó con la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia para que “hagan las cosas como corresponde”. Y es que sostuvo que si bien en lugares como Santa Victoria Este el anillo de defensa estaba bien compactado, no sucedía lo mismo con otras defensas.

“Estamos frente a Gendarmería Nacional en Hito 1”, contó otro poblador mientras mostraba en un video la llegada del agua a la zona de la frontera. Si bien había comenzado la bajante, indicó que el agua había ingresado a todas las viviendas. “Ahora hay que trabajar en que vuelva el suministro eléctrico y por ende el agua. Mucha gente tiene que limpiar su casa y desinfectar”. “Es una de las crecientes más grandes de la historia del Pilcomayo. Hace 21 años que estoy acá”, detalló.

“Los desbordes han generado mucha tristeza, mucho dolor. Esta es una más de tantas donde el pueblo criollo y el aborigen sufren las inundaciones”, dijo por su parte el folclorista Lucio Rojas, quien difundió un video mostrando las aguas que habían ganado terreno en el camino que va a la casa de su padre. “Este lugar sigue siendo amado por los que lo queremos, pero también postergado y olvidado”, afirmó.


Entre las imágenes desoladoras, se coló una que enterneció: un policía que alzaba a un nene alejándolo de las aguas, y el niño a su vez sostenía a un cachorro de perro. 

Anillos y obras

En la costa salteña del Pilcomayo hay una quincena de defensas y anillos. Esta información surge de un proyecto de declaración presentado en 2022 por el senador de Rivadavia Mashur Lapad para solicitar “obras de refuerzo y ampliación de defensas o anillos de defensas en las localidades de Santa María, Misión La Paz, Tres de Mayo, Las Bolsas, Km 1, Km 2, La Gracia, San Anselmo, La Estrella, Las Vertientes, San Luis, La Curvita, Monte Carmelo, Victoria, Alto La Sierra”, con el fin de “prevenir y evitar desbordes e inundaciones originadas por el Río Pilcomayo”.

De acuerdo a información del gobierno provincial, en estos últimos 7 años (en los que hubo más sequías que crecidas del Pilcomayo), los refuerzos de las defensas se realizaron de manera intermitente. 

Máquinas del gobierno provincial están en la zona reforzando defensas y abriendo caminos, entre otras actividades. 

Alivio para unos, alerta para otros

En Alto La Sierra el agua no había llegado, pero ya estaban aislados. Así lo informó a este diario el referente de wichí Justiniano Pérez. "La única salida que tenemos es por Morillo (o Coronel Juan Solá) pero los comerciantes no quieren ir por ahí porque tienen miedo que esté mal el camino (dado que son de tierra)”, detalló. 

Al igual que en otras comunidades, aquí también se pide “alimentación” porque “la mayoría de la gente vive” de los subsidios, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), pero con la emergencia climática no pudieron cobrarla, con lo que no pagaron sus cuentas en los comercios y ya no tienen la posibilidad de que les fíen la mercadería. Algunas familias “están pasándola mal”, dijo Pérez antes de señalar que los comercios se están quedando sin provisiones, dado que no pueden salir a reponer sus productos. 

Como la escuela funciona con normalidad, las infancias se alimentan en el comedor al que regularmente asisten unos 500 niños y niñas indígenas. Pero Pérez afirmó que en cualquier momento las aguas que bajan de otras comunidades, pueden dejarlos sin salida y cortarles la posibilidad que los niños y niñas sigan concurriendo a la escuela. Pérez dijo que al menos hasta ayer no habían recibido asistencia alimentaria.

Un pico cercano al máximo histórico

“La zona está transitando el impacto del pico de la crecida ocurrida en la estación Puente Aruma, en donde el valor alcanzado fue de 9,66 metros. Esto es muy cercano al máximo histórico de 10 metros que ocurrió en 2010”, indicó el gobierno provincial.

Por las condiciones climáticas no pudo realizarse la asistencia aérea prevista para Misión La Paz y Las Vertientes, por lo que se articuló con Desarrollo Social y Lacustre para asistirlas con agua potable y módulos alimentarios.

El Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRESP) indicó que se enviaron dos generadores a Hito 1 y La Puntana a través de camiones Unimog.

Además, se organiza en los campamentos que las familias reciban atención de manera permanente, al igual que los vecinos que no quisieron abandonar sus comunidades como en Hito 1, La Estrella, Santa María, La Gracia, La Curvita. Ante la decisión de las familias de no moverse de su lugar, el ministro de Desarrollo Social, Mario Mimessi, solicitó colaboración.

Ayer, en tanto, se informaba que, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, regía la alerta amarilla por tormentas para hoy en el norte provincial. Se pronostica que el área sería afectada por tormentas aisladas, algunas localmente fuertes, que estarán acompañadas por ráfagas que pueden superar los 70 kilómetros por hora. También podría haber granizo ocasional, intensa actividad eléctrica y abundante caída de agua en cortos períodos. 

La alerta amarilla rige hasta las 12 de hoy y afectará especialmente al departamento San Martín, la zona de Yungas de Iruya, de Orán y Santa Victoria, y el departamento Rivadavia.